MELBOURNE -- Serena Williams arriba a Melborune con la chance histórica de alcanzar la marca de 18 coronas de Grand Slam de Chris Evert y Martina Navratilova. Pero de entrada tendrá un desafío muy interesante: Ashleigh Barty (155ª), promesa australiana de 17 años, campeona junior de Wimbledon y vencedora de Daniela Hantuchova (32ª): "Va a ser una gran oportunidad para las dos", retrató en la previa la N°1.
Serena llega ya con un título en la temporada, en Brisbane, ratificando su brutal liderazgo en el circuito femenino. Pero aun con ese favoritismo en el aire, prefiere no adelantarse y pensar en lo que puede ser -y representar- su grito número 18: "Sería algo muy significativo igualar a Chris y Martina. Pero todavía tengo mucho por trabajar. Obviamente, ambiciono ocupar ese lugar, pero todavía no estoy allí".
En cambio, se limitó a opinar de su duelo de primera ronda ante Barty y todo lo que despertará en el público local: "Va a ser interesante de ver. Obviamente, la gente aquí querrá que gane Ahsleigh. Y probablemente, bajo cualquier otra circunstancia yo también alentaría por ella. Pero es algo para lo que tengo que estar lista".
Además, la estadounidense se refirió a su rivalidad con Azarenka, su rival en la final de Brisbane y potencial amenaza en Melbourne: "Victoria es una gran jugadora y obviamente se desempeña muy bien en canchas duras. Creo que tenemos algo especial hoy por hoy en el circuito".
Por último, arrojó una crítica curiosa para los jugadores en Australia: el clima. Es cierto que muchos protestan por el calor, pero la norteamericana se quejó ¡del frío! "Me ponía muy nerviosa, hacía que viajara de un lado a otro con una manta". Pero el bajón de temperatura duró poco: "De pronto se volvió todo muy, pero muy caluroso. Creo que prefería lidiar con el frío".