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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El insulto perdido
Abril de 2011. Donald Young abre su Twitter y fustiga: "F*** you USTA! Están llenos de mier**. Me jodieron por última vez. #tododicho". Poco después retoma su cuenta y aclara: "Lo anterior lo escribí desde la bronca. Nunca me comporté así, pero estoy cansado de esto. Disculpas por el lenguaje, pero no por el pensamiento detrás de él". Al tiempo directamente elimina su perfil. Febrero de 2014. Young debuta en Copa Davis, convocado por la USTA.

¿Qué había enfurecido al jugador? La elección que la Asocación había tomado con el wildcard para Roland Garros, destinándolo a Tim Smyczek y obligándolo a él, ex N°1 junior y 80 puestos mejor ubicado en el ranking, a batallar en la clasificación.

A los pocos días de su rabia mediatizada, Patrick McEnroe respondió por la Asociación y, además de explicar los criterios tomados en cuenta para la decisión colectiva, hizo casi un inventario público de la colaboración que la USTA le había brindado a Young año tras año, pasándole factura con datos exactos y nombres propios. Además, afirmó sentirse "ofendido" y lo exhortó a disculparse por sus dichos, algo que el mismo jugador haría de manera privada horas después.

Uno de los que recibió su descargo por entonces fue Jay Berger, coach que también estuvo presente en San Diego para la serie ante Gran Bretaña, donde Young reemplazó a último momento a John Isner. Y el curioso círculo se cerró: "Estar aquí es un honor para mí. Algo que he soñado toda mi vida. Significa mucho para mí que me hayan convocado". Y la bronca de otros tiempos, archivada.

Berdych, las exigencias y el futuro
Después de hacer semifinales en el Abierto de Australia, bajo un calor que superó los 40 grados, el checo pasó a jugar Copa Davis en Ostrava, con temperaturas bajo cero: "Fue la transición más difícil de mis últimos 12 años. Ya me había tocado jugar primera ronda en República Checa inmediatamente después de Melbourne, pero nunca había llegado tan lejos allí", enmarcó el N°7 del mundo, haciendo hincapié en el exiguo espacio de adaptación.

"Cuando llegué a Ostrava me sentía pésimo. El miércoles me ponía a pensar que en dos días ya tenía que jugar y no era para nada lindo. Por suerte el jueves todo fue mejor y luego ya pude competir normalmente", agregó Berdych.

Además, pensando justamente en priorizar el plano personal, el checo se abrió una potencial puerta de salida para las próximas rondas de Copa Davis, luego de conquistar el título en 2012 y 2013: "No digo que este haya sido mi último partido en el torneo. Para nada. Pero necesito focalizarme un poco en mi carrera y hoy por hoy el cruce con Japón tiene un gran signo de pregunta para mí".

El otro Wawrinka
Mientras Stan estiraba su increíble comienzo de año en Novi Sad, por la primera ronda de Copa Davis, su hermano Jonathan ensayaba una pequeña vuelta al circuito en Egipto. El mayor de los Wawrinka, que cumplirá 32 años en junio, no competía oficialmente desde octubre pasado y en efecto solo disputó cinco torneos en 2013, pero esta semana se dio el gusto en el Future 3 de Sharm El Sheikh (sede "permanente" de eventos ITF) y participó en el cuadro de dobles, donde cedió en el super-tiebreak de la primera ronda.

La explicación a ese ritmo de competencia oscilante obedece a que hoy el rol de Jonathan como jugador es meramente accesorio. El suizo dejó el tenis a los 19 años, convencido de haber pasado por "demasiado esfuerzo para alcanzar cierto nivel" y meses después ya comenzó a ejercer como entrenador.

Atrás quedaban, entonces, los dobles en Futures europeos con el propio Stan, que con 16 años ya empezaba a hacer ruido, y pronto toda actividad profesional desaparecía para Jonathan, que en 2007 tuvo un retorno relámpago en singles, pero sin planes de descolgar la raqueta.

Ahora, y de unos años a esta parte, Wawrinka aprovecha alguna oportunidad para acompañar a uno de sus pupilos en acción, tal como hiciera Dominik Hrbaty el año pasado en Tailandia. En este caso, Jonathan hizo dupla con el suizo Jessy Kalambay, a quien entrena desde principios de año bajo la bandera del Tennis Club Stade Lausanne, institución que hoy también alberga un Future en el calendario ITF gracias a la colaboración de Stan. De Melbourne a Lausana, pasando por Serbia y Egipto, todo queda en familia.

Fabio, el seductor
El partido era tenso e intenso. Pero el italiano Fabio Fognini alcanzaba, ante el argentino Carlos Berlocq, el primer match point de la serie en Mar del Plata. Servía 7-6 (5), 4-6, 6-1, 5-4 y 40-15.

Camino a ese servicio, escribió "BN" con su raqueta sobre el polvo. El punto se inclinó de su lado. Victoria suya y de Italia. Serie sellada 3-1. Se tiró al piso y besó esa sigla.

La pregunta en conferencia de prensa caía de maduro. ¿Quién es? "Un amore", interrumpió su capitán y líder de la prolija Federación Italiana, Corrado Barazzutti, entre risas, "un nuevo amore", a lo que Fognini respondió con seriedad "no, no", ya preocupado por lo que puede repercutir en los medios de comunicación. "Son dos letras, nada más". El misterio quedó instalado pero el capitán, buscando complicidad con los periodistas, le hizo pasar un mal momento tras la victoria.

Bateador designado
Andy Murray no dejó dudas en su paso por San Diego y lideró a una Gran Bretaña que llegó a cuartos del Grupo Mundial por primera vez desde 1986. Pero otra postal que alimentará el recuerdo de lo vivido en suelo norteamericano será el más que curioso escenario elegido por la USTA: el estadio de béisbol de los Padres (ver foto), el equipo de la ciudad, dos veces finalista de la Serie Mundial.

"Es un lugar espectacular. Las instalaciones, los vestuarios, todo. Y la cancha quedó adaptada de forma increíble", celebró Murray en pleno fin de semana. ¿Cuál es la aproximación del escocés a ese deporte? "Me gusta, pero ya no lo sigo mucho. Antes estaba mucho más al tanto de todo".

Ese pasado al que remite Murray guarda fundamento en un nombre propio: Brad Gilbert, un fanático de los Oakland Athletics, el tercer equipo más exitoso en la historia de la MLB. Y pese a que la relación terminó algo desgastada, mientras el estadounidense fue coach de Andy (2006-2007) pudo transmitirle algo de su entusiasmo por el béisbol:

"Me hablaba todo el tiempo de estadísticas y esas cosas. Entonces empecé a interiorizarme un poco en ese mundo, me armé un equipo de Fantasy Baseball, probé algunos videojuegos para entender más el deporte y me gustó". Lejos de aquellos días, Murray volvió a conectarse con ese panorama. Y el out fue para los locales.