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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El detrás de escena de un récord
En Zagreb, Ivo Karlovic igualó los 44 aces de Mark Philippoussis como la mejor marca en partidos a tres sets. Fue ante Daniel Brands (otro fuerte sacador), en un duelo de primera ronda que se definió por 6-7 (4), 7-5 y 7-6 (3), en casi dos horas de acción. El croata conectó esa cantidad de saques directos sobre un total de 93 servicios. Casi uno de cada dos resultó un ace. En ese marco, incluso, toma ventaja del propio Philippoussis, que por entonces necesitó 98 saques para esos 44 martillazos; en su caso, en Kuala Lumpur 1995 (otro torneo indoor), frente al zimbabuense Byron Black.

Enterado del logro, ya post partido, Karlovic fue concreto: "Si hubiera sabido que tenía la chance de llegar al récord seguramente habría hecho varias doble faltas en el tramo final". Y, enfatizando ese desconocimiento sobre el número a alcanzar, sonrió: "No me dejan usar Twitter desde la cancha". ¿Por qué la referencia? Es que, desde la red social, sus compatriotas Ivan Ljubicic y Marin Cilic fueron haciendo un seguimiento público de su estadística y la posibilidad latente de quedar en los libros: "¿Cuál es el récord a tres sets?", preguntaba Ljubicic. "24 aces de 43 servicios, lindo porcentaje. Para mí hoy llega a los 50", acotaba Cilic.

Y quien luego sería campeón del torneo también instalaba una curiosidad: "A Ivo se le escapó el primer set habiendo perdido un solo punto con su saque. ¿Alguna vez pasó eso?". Enseguida le llegó la respuesta: Roger Federer, ante Tommy Haas, en París 2009.

Un cambio (a medias) y el efecto ESPN
Efusivo, activo, emocional. Así se podría definir a Santiago Giraldo según sus propias palabras. Y eso, hasta hace unos años, traspasaba los límites y se reflejaba en la cancha. El propio tenista colombiano relató tres episodios puntuales, se replanteó sus expresiones y modificó sus reacciones tras verse reflejado en el Not-Top 10 de SportsCenter.

"No me gustaba perder. Quebraba raquetas, lloraba, les alegaba a mis papás, a los profesores. En la cancha me daba cachetadas, rompía shorts y bolsillos. También pegaba patadas", señaló Giraldo, en una entrevista con Señal Deportes, a un día de su victoria N°100 en el circuito ATP.

El colombiano creció, claro, pero mantuvo algunas de esas costumbres. En la clasificación de Wimbledon en 2007, por ejemplo, le pegó una patada a un cartel y estuvo rengo durante tres semanas. No obstante, un episodio, en el US Open de 2010, lo llevó a cambiar un poco sus hábitos. Y la pantalla de ESPN mucho tuvo que ver.

"En la primera ronda contra Feliciano López tiré la raqueta atrás, contra el toldo. Me quedó clavada en los pinos de arriba. Estaba alta y no la alcanzaba, por lo que tuve que subirme a una silla para bajarla. Al día siguiente salí en el Not-Top 10 de ESPN en Estados Unidos. Una pena", se lamentó.

Eso fue un punto y aparte para Giraldo, pero no un final para el hombre que en sus comienzos llegó a romper 14 raquetas. ¿Lo sigue haciendo? Sí, pero ahora con mayor cuidado. Sin cámaras. "En entrenamientos cuando me da rabia la rompo, la dejo en la basura y sigo, sin que nadie me vea. Pero hace muchos años no quiebro en la cancha". Difícil dejar las manías, claro.

La nueva Rusia
La final de la Fed Cup de 2013 dejó secuelas en Rusia. Por entonces, ninguna de sus siete Top 100 (seis Top 30) aceptó jugar la serie decisiva. Cuestiones físicas, motivos personales, problemas de calendario. Los argumentos variaron, pero lo concreto es que el equipo entonces capitaneado por Shamil Tarpischev se presentó a la definición con Italia liderado por la undécima tenista nacional (Alexandra Panova, entonces 136°). Con el cambio de mando que provocó la designación de Anastasia Myskina, se acabó la especulación.

"Para esta temporada de Fed Cup ni les preguntamos [a las jugadoras top]. Todas ellas ya ganaron esta competencia una o dos veces y hoy tienen un calendario muy fuerte. Este año decidimos focalizarnos en las jugadoras jóvenes. Que sean las nuevas caras de Rusia", puntualizó Myskina.

En efecto, para la serie ante Australia, el equipo estuvo integrado por cuatro jugadoras Sub 21 y un promedio de edad de 18 años y 8 meses, donde la primera singlista fue la N°13 del país: Victoria Kan, 158ª en el ranking WTA. "Todas tienen un gran potencial", elogió la ganadora de Roland Garros 2004, pese a la derrota en Hobart.

La que no lo vio de la misma manera fue la capitana rival, Alicia Molik: "Todo lo que puedo decir es que se pierden una semana en equipo. Y son pocos los momentos en que tienes la chance de representar a su país. Es bueno saber que nuestras jugadoras le dan real valor a ello".

Bartoli, las amistades y la exigencia extrema
Lejos de las canchas, la francesa acompañó a su amiga Dominika Cibulkova en la presentación de su nueva línea de ropa ("Domi"), con un oportunísimo lanzamiento a solo días de su final en el Abierto de Australia. La campeona de Wimbledon 2013 pronosticó que la eslovaca ganará un Grand Slam dentro de los próximos tres años y remarcó que esta temporada debe estar en la pelea por ingresar al Top 10, "donde realmente pertenece".

"Dicen que dos mujeres que compiten entre sí no pueden ser amigas. Nosotras marcamos la excepción. Nos llevamos muy bien hace casi una década ya", siguió Bartoli, entre siluetas que exponían las prendas de Cibulkova, en su mayoría con la expresión "Pome" ("Vamos") inscripta en el frente.

Pero mientras la francesa se divertía en Bratislava, la BBC difundía una entrevista en la que se la podía ver con otro semblante, más seria y analítica. ¿El motivo? La discusión recurrente acerca de si las mujeres pueden/deben jugar a cinco sets en los Grand Slams: "Una mujer no tiene las mismas habilidades físicas que un hombre. No le puedes pedir que juegue seis horas. No es humanamente posible".

Y siempre en primera persona, como no pudiendo desligarse aún de su vida de jugadora, agregó: "Ya jugamos demasiado todo el año, en distintas partes del mundo, llevamos nuestro cuerpo al extremo, ¿y nos piden dar más? Si la idea es generar drama, que pongan cinco sets solo en la final. Pero, ¿en los siete partidos? No le veo sentido..."

Al borde del reglamento
Los torneos por equipos dejan en el tintero situaciones insólitas. Esta vez, el domingo ya era historia pero la serie entre España y República Checa por la Fed Cup seguía 1-0 para las locales. El muy mal clima soportado en el invierno de Sevilla, con persistentes lluvias, hizo imposible culminar siquiera dos partidos en todo el fin de semana. Es más: el mismo domingo las autoridades de la Federación Internacional de Tenis (ITF) autorizaron a retirarse a todas las jugadoras, excepto las que disputaban el segundo single, lo que confirmaba que la serie culminaría el lunes, en el mejor de los casos. Eran las 16 y apenas se había finalizado un set de un encuentro pautado para el día anterior.

En el medio, quejas, reglamentos, especulaciones. Lo cierto es que la ITF en ningún momento obliga al conjunto local a jugar bajo techo en invierno. Es más: si la serie no finalizó, las normativas obligan a permanecer a los equipos en la sede hasta el martes inclusive.

Y las quejas no se hicieron esperar desde el lado visitante. Barbora Zahlavova-Strykova, tras su caída ante Carla Suárez, dio su punto de vista: "Es un error por parte de la ITF que se juegue en este mes y en estas condiciones. No está bien jugar con el frío y con la lluvia. Deberían cambiar esto".

Como contrapartida: "El reglamento lo pone la ITF, que llega con antelación y comprueba que todo esté en regla. Oímos quejas esta semana, pero el reglamento está ahí", razonaba la española.

Ya concluida la serie, Petr Pala, el capitán checo, confesó: "Pensamos seriamente en retirarnos de la serie". Imposible conocer qué sanción le hubiera cabido a su equipo. En definitiva, vencieron 3-2 y están entre los mejores cuatro equipos. Para las lideradas por Conchita Martínez quedará intentar defender su lugar en el Grupo Mundial I en abril.

El karma de Simon
El francés tropezó con la misma piedra en Montpellier. No con un jugador específico sino con rivales de una nacionalidad en particular. Paradójicamente, compatriotas. Esta vez, Gilou cayó con el veterano Marc Gicquel en primera ronda y por cuarta vez se despidió del torneo a manos de otro tenista local.

Lo llamativo es que Simon fue eliminado por coterráneos en cada una de sus presencias aquí. El año pasado su verdugo fue Benoit Paire. En 2012, Gael Monfils. Y en 2010, Jo-Wilfried Tsonga, el único de los cuatro con mejor ránking que él.

Pero hay más de Simón, el tercer francés con mayor cantidad de títulos ATP (11), detrás de Yannick Noah y Guy Forget y por delante de Richard Gasquet (10) y Jo-Wilfried Tsonga (10), máximos exponentes del país en los últimos años.

El ex N°6 del mundo, que está 0-2 ante franceses en 2014, no tiene buenas marcas ante compatriotas en los torneos activos de su nación: 1-1 en el Masters 1000 de París, 2-3 en Marsella (un título), 2-4 en Montpellier, 3-3 en Metz (ganó dos títulos) y 1-2 en Roland Garros. Apenas tiene saldo positivo en Niza, donde está 1-0 por su victoria en 2013 ante Guillaume Rufin. En total, su récord es de 10-12. Un verdadero karma.

El desafío de firmar la qualy en Buenos Aires
Temporal en la capital argentina el viernes por la tarde, horas antes del cierre de las inscripciones para la clasificación del segundo ATP de la gira sudamericana. La lluvia cesó, pero dejó sus secuelas. Los ingresos al tradicional Buenos Aires Lawn Tenis Club quedaron algo complicados. Pero al mal tiempo, buena cara.

Con una sonrisa de oreja a oreja y tomándose el tema con broma, el austríaco Philipp Oswald puntualizó sobre la cuestión en su Twitter: "Tomé el riesgo de firmar la qualy a pesar de que tuve que pasar por algunas dificultades".

No obstante, esfuerzo en vano. El europeo no superó el corte a raíz de su alto ranking ATP (854°), algo que, obviamente, manejaba en la previa. Su consuelo será participar del dobles junto al español Guillermo García López, su real objetivo en Argentina.