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Ilusión Santiago 2014

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SANTIAGO -- Gustavo Kuerten sabe que no tiene el brillo de un torneo del Grand Slam, ni las luces de un Masters 1000. Marcelo Filippini tiene claro que no habrá "ojo de halcón" ni millones de dólares en juego como para salvar un par de giras a futuro.

Andrés Gómez es consciente que en los Juegos Sudamericanos hay otras cosas en juego. Clarisa Fernández está al tanto que las posibilidades por año de representar al país se cuentan con los dedos de una mano. Paula Ormaechea, Teliana Pereira y Guido Pella reconocen que el trabajo en equipo, por una semana, se da unas 22 horas al día, o sea, todo el tiempo que uno no juega como singlista.

Todos ellos, además de triunfar en diferentes dosis entre los mejores del mundo, fueron medallistas a lo largo de la historia de los Juegos Sudamericanos y siempre dieron cuenta que las realidades y valores que se viven en un torneo de estas características son irrepetibles.

Sin estrellas resplandecientes pero con considerables promesas del tenis de la región, dará comienzo Santiago 2014, la décima edición de estos Juegos organizados por Odesur desde 1978 (aunque hayan nacido con el nombre de Cruz del Sur).

"Sabes que no es por ti, si no por tu país y esa sensación es única", cuenta la chilena Cecilia Costa, que ganó dos medallas doradas hace cuatro años pero ahora vivirá otras emociones: "Estamos en casa, esperemos que en cada partido lo hagamos valer. Sé que vamos a tener un buen público y lo tendremos a nuestro favor. Siempre es gratificante para un deportista el apoyo desde afuera". Por ser local, Chile no tiene límites para ocupar sus plazas. Por eso, Costa estará acompañada por Andrea Koch, Daniela Seguel y Fernanda Brito. En varones, "La Roja" tendrá a Paul Capdeville, Gonzalo Lama y Jorge Aguilar, entre sus filas.

"El objetivo es ganar la medalla de oro pero va a ser un camino largo y difícil porque hay jugadores de gran nivel. Igualmente creo que siempre hay que pensar en grande", explica el ecuatoriano Emilio Gómez, hijo de Andrés (el campeón de Roland Garros 1990 y dueño de tres medallas doradas en estos Juegos). "Son un honor y una gran responsabilidad estos Sudamericanos. Más allá de tratar de conseguir medalla una gran preparación para la Copa Davis, otro gran objetivo", explica quien, con 22 años, ya jugó 11 partidos por la Ensaladera y esta vez compartirá delegación con Rafaela, su hermana de 16 años.

"Algunos se sorprendieron cuando conté que había aceptado. ¿Cómo no voy aceptar? Si siempre soñamos con jugar para nuestro país, hoy son los Odesur, ojalá mañana sea una Copa Davis o un Juego Olímpico, creo que depende todo de uno". El que firma es el argentino Facundo Bagnis, uno de los grandes favoritos porque vive el mejor momento de su carrera al punto de haber estado a un game de meterse en el top 100: en el ATP 500 de Río de Janeiro cayó en el tiebreak del tercer set ante Alexandr Dolgopolov, luego finalista. Además, cuenta con un adicional: en Buenos Aires 2006 ganó el dobles junto a Pella, cuando el torneo era Sub 18 y el equipo local presentó menores de 16 años. Hoy, valora el trabajo a nivel local: "Representar a Argentina siempre es un honor. Pero, comparado a 2006, se están haciendo mucho mejor las cosas en el ámbito deportivo y hay que reconocerlo".

La escala inferior a unos Juegos Panamericanos (once deportes ponen en juego plazas para Toronto 2015), en esta ocasión se disputará en las canchas de polvo de ladrillo del Estadio Nacional, lo que ya lo hace un torneo especial, con una decena de disciplinas a disputarse en el mismo complejo donde Chile suele ser local de Copa Davis.

Cinco podios habrá en juego para el tenis desde el 10 hasta el 16 de marzo. Además de los cuadros de single, se disputarán los dobles masculino, femenino y mixto, con la particularidad de que, a falta de puntos y dinero, la trascendencia para las duplas pasa a ser tan importante que coronarse a nivel individual.

En el medallero general, Colombia surge como el enemigo de Brasil. Y en tenis contará con Carlos Salamanca como máximo referente: "El objetivo lo tengo muy claro: sacar medalla, ya sea en sencillos o dobles. Estoy muy contento de representar a Colombia de nuevo porque es una sensación increíble vivir estas competencias. Siempre me gusta jugar por mi país".