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Jaguares: otra transición, con más exigencias

Después de la derrota con Blues, la frustración Scrum

WELLINGTON-- Pumas. 2012. Rugby Championship. Era la primera vez que el seleccionado se veía las caras dos veces por año contra los gigantes del Sur. En el comienzo hubo un resultado esperanzador, como el empate ante Sudáfrica en el debut como local en Mendoza. Pero después pasaron 15 derrotas al hilo hasta que el seleccionado pudo vencer a Australia en el certamen y sacarse esa espina que tanto dolía por las oportunidades desperdiciadas.

Jaguares. 2016. Super Rugby. El ingreso al Sur se cerró. Por primera vez, además de estar a la par en su competencia a nivel selecciones, tienen una franquicia en ese fenomenal torneo. Un triunfo ante Cheetahs, ilusionó a todos porque incluso fue con una levantada impresionante y con dos menos por 10 minutos. Luego, cuatro caídas de forma consecutiva: Sharks, Chiefs, Stormers y Blues.

Hay una realidad: muchos de estos jugadores fueron parte del Mundial de Inglaterra en el que consiguieron un cuarto puesto histórico. Y eso conlleva exigencias. Como dicen los medios de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, son un seleccionado. Y desde el principio los ponen como candidatos, pese a que era su primera temporada. Ellos lo saben. El discurso, casi homogéneo al principio del certamen, era que querían pelear playoffs. Siempre este plantel se puso objetivos altos. Cuando daban los primeros pasos en la Vodacom, o luego en la Pacific y hasta en la Copa del Mundo. Y fueron cumpliéndolos.

Pero la realidad del Super Rugby, el torneo más competitivo y exigente del mundo, rápido hizo lo suyo. Todavía no están afuera. Es verdad. Y hay jugadores, equipo y recursos para levantar. Hubo bronca en los pasillos del North Harbour Stadium después del 24-16. Frustración. Dolor. Y quizás, hay un volver a empezar ahora.

Los resultados son necesarios. Con Los Pumas lo vivieron y hasta el hartazgo los propios jugadores y entrenadores dijeron que estaban cansados de las derrotas dignas. Y un día, después de mucho trabajo, se sacaron ese rótulo y volvieron a una semifinal de un Mundial, algo que muchos pensaron que no iba a volver a pasar. Hoy no quieren que pase lo mismo en esta aventura que se llama Jaguares. No quieren acostumbrarse a perder. Ganar ahora es importante. Pero eso no tiene que llevar a tapar lo que está por delante.

Esto, otra vez, es una transición. Todo es nuevo. Jugar cada semana este tipo de partidos, con esta intensidad, los viajes que no es un detalle menor, la planificación. Se aprende sobre la marcha y seguro, como sucedió con el seleccionado, se corregirá en el futuro lo que haya que mejorar en esos rubros. No son excusas.

La base se amplia. Apareció Gonzalo Bertranou, un joven medio scrum que está teniendo sus chances, y promete dar pelea a dos consolidados como Tomás Cubelli -de un presente formidable en Brumbies- y Martín Landajo. En la primera línea empezaron a sumar rodaje en Super Rugby algunos como Enrique Pieretto, Felipe Arregui, Santiago García Botta, Facundo Bosch y Roberto Tejerizo, que hasta ahora habían jugado poco o nada en Los Pumas. Emiliano Boffelli, otra cara nueva que da esperanzas. Crecieron todavía más Tomás Lavanini, Guido Petti, Julián Montoya, Matías Moroni y Pablo Matera. Todos con muchos años más para decir presente en el seleccionado.

La próxima semana habrá un desafío tremendo contra Hurricanes, los subcampeones, en Wellington. Y después, Crusaders. Por si fuera poco quedará una última batalla en Tokio con Sunwolves. Todo es crecimiento. Aunque los resultados, que todos desean, no lleguen ya.