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Escocia dejó sin nada a Francia y coronó a Inglaterra

EDIMBURGO--Escocia derrotó por 29-18 a Francia en el estadio de Murrayfield para dejarlo sin posibilidades de poder pelear por el título ante Inglaterra. Con este resultado, la Rosa, en el primer certamen con Eddie Jones al mando como entrenador, se consagró campeón del Seis Naciones.

En contrapunto con la fiebre del Super Rugby, este encuentro que ofició como cierre de la cuarta fecha del Seis Naciones tuvo poco y nada de la dinámica por la que opta el certamen del Sur. Todo consistió en una gran lucha de poderes entre los forwards con un medio scrum táctico como Greig Laidlaw y uno eléctrico pero ineficiente como Maxime Machenaud.

En los breves, efímeros, momentos de lucidez de ambos conjuntos quien fue más efectivo y mostró un instinto más asesino fue Escocia. Francia convivió con una bipolaridad constante durante el encuentro. Debía ganar y hacerlo por una gran ventaja para llegar con posibilidades ante Inglaterra en la última jornada, que además de superarlo en la tabla también lo hacía en puntos.

En el comienzo del partido Guilhem Guirado apoyaba para la visita y generaba una expectativa en el seno de los galos. Francois Trinh Duc, quien ofició como apertura, marró la conversión en lo que sería un partido para el olvido del hombre de Montpellier.

Greig Laidlaw se hizo cargo de dos penales a los 15' y 21' para dar paso a los tries del dueño de casa. Stuart Hogg (32') y Duncan Taylor (35') facturaban -este último era convertido- para que Escocia construyera de manera lenta y progresiva su propio partido.

Es cierto, sobre el final del primer tiempo los franceses mostraron coraje y Gael Fickou pudo explotar en velocidad por una vez. Sería un try para envalentonar a Les Blues que daría paso a un revulsivo en la segunda etapa.

Maxime Machenaud, ante la magra tarea de Trinh Duc, se hizo cargo de los envíos a los postes. Tanto en la conversión de Fickou -un golazo-como en dos penales que pusieron en jaque a los escoceses.

Pero claro, cuando debía prevalecer la mente fría, el hombre de Racing 92 cometió un error a cinco metros del ingoal rival que daría paso a serie de secuencias ofensiva de los escoceses. ¿El epílogo? Try, tremendo try de Tim Visser para quebrar la mentalidad de Francia de manera definitiva.

El resto del encuentro se jugó al trote. Francia perdió el fuego que lo mantenía con intenciones de poder soñar con el título, cayó en su realidad: un momento de transición, recambio, con nuevos componentes en su seleccionado desde el entrenador hasta los jugadores, que claramente adolencieron falta de liderazgo.

Del otro lado de la frontera, Inglaterra explotó al máximo los festejos del Saint Patricks Day: se coronó campeón del Seis Naciones para poder tapar, de manera parcial, el fiasco de su propio Mundial.

La síntesis completa, acá.