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No hay dos sin tres en el Masters

BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) -- Ser Maestro, en el tenis, significa ganar el Masters, el torneo, tanto de mujeres como de varones, que reúne únicamente a los ocho mejores jugadores del mundo. Hoy, en Argentina, se puede decir también que Maestros son aquellos que se clasificaron para el último certamen del año, con el valor que eso representa.

Para ir directamente al grano, digamos que esta vez la Copa Masters masculina contará con dos argentinos. Lo más valioso es que habrá un doblete por segunda temporada seguida. Solamente Guillermo Vilas y José Luis Clerc habían participado juntos en semejante cita en 1980, '81 y '82. Un lujo que, más de dos décadas después, ya no es una utopía.

Y no lo es gracias al enorme crecimiento de un grupo de talentos que deslumbra y provoca asombro en todo el planeta. En el 2003, Guillermo Coria estuvo en Houston con David Nalbandian. Ahora Coria será el primer argentino, desde los tiempos del Gran Willy y Batata, que interviene en más de un Masters. En esta ocasión, su compatriota será Gastón Gaudio.

Precisamente, el Mago y el Gato protagonizaron hace cinco meses, en Roland Garros, la primera final de Grand Slam entre dos latinoamericanos, lo que en Argentina no sólo paralizó a los fanáticos del tenis sino que también movilizó a cualquier hijo de vecino. Esa actuación, ese título, le valió a Gaudio que ahora se pueda dar el lujo de jugar en Houston.

Pensar que estuvo cerca de ser apabullado por Coria. E inclusive Willy dispuso de dos match-points en ese dramático e increíble quinto set. En fin, esa final, sumada a dos títulos y otras actuaciones de primera línea, también le permitieron a quien llegó a ubicarse N° 3 en el ránking de la ATP asegurarse un boleto en el inminente Masters.

Y pensar que dio más de tres meses de ventaja, sin quererlo, obviamente, ya que fue operado del hombro derecho y recién reaparecerá el martes en Estados Unidos. El que también espera muy ansioso ese soñado debut es Gaudio, que lo hará el lunes, en lo que, para él, se trata de la frutilla del postre de un 2004 sencillamente inolvidable.

Así fue este año para el tenis argentino. Un año memorable, en el que hasta pudo concretarse un récord impresionante, aunque Nalbandian quedó 9° en la Carrera de Campeones. No quedó afuera por un lugar, sino por dos, ya que Gaudio finalizó 10° y se clasificó por el derecho exclusivo que se le otorga al campeón de un Grand Slam que queda detrás del 8° puesto.

Con Coria como abanderado en el 6° lugar, mentiroso al fin de cuentas, porque si hubiese seguido jugando seguramente habría sido uno de los cuatro mejores, Argentina coronó una temporada sensacional porque tiene a cuatro de los 11 primeros, algo inédito. El 11° es Guillermo Cañas, quien, con tres títulos, es el que más copas levantó.

Es más: él será el suplente en el Masters, ya que el estadounidense Andre Agassi (8º) no irá por problemas físicos. Lo mismo le ocurrió a Nalbandian, quien ya había aclarado que no iba a llegar en buen estado a Houston y por eso su plaza como reserva se la "cedió" a Cañas, lo que demuestra el nivel de Argentina, el único país con dos representantes.

Como si fuera poco, se trata de la primera ocasión en ser el que más jugadores aportará en singles, con la chance de hacer cartón lleno si Cañas juega y así participaránn tres. Además, volvió a poner a tres figuras en los Masters de dobles, como en el 2003: la dupla Gastón Etlis-Martín Rodríguez y Paola Suárez con la española Virginia Ruano Pascual.

GAUDIO JUEGA UN TORNEO APARTE
A los 25 años, Gaudio vive un momento sencillamente increíble. El mismo capaz de deleitar con su juego exquisito había llegado a pensar en un retiro prematuro, porque sufría mucho más de lo que disfrutaba dentro de una cancha. Pero volvió a sonreír en el Abierto de Francia y, ayudado por la ansiedad de Coria, terminó abrazándose a la felicidad más grande su vida.

Claro que ahora no le será sencillo sobre el cemento de Houston. Primero y principal, porque ya quedó a las claras este año que anda muy flojo en canchas rápidas, ya que apenas ganó seis de los 15 partidos jugados fuera de la lenta arcilla. Por eso, él deberá mejorar demasiado para hacer un papel digno contra adversarios de sumo riesgo.

Ya el debut mismo lo pondrá ante el desafío de enfrentarse con Roger Federer, el indiscutido líder, aunque la duda pasa por el estadio físico que presentará el suizo después de más de un mes parado por una lesión. También le tocarán el australiano Lleyton Hewitt y el español Carlos Moyá, quien también arrastra problemas físicos.

Gaudio tiene un récord variado frente a sus rivales: pierde 3-0 con Federer (incluso cayó las dos veces que se enfrentaron en polvo de ladrillo), iguala 2-2 con Moyá y le gana 3-2 a Hewitt, aunque con estos dos últimos perdió el único partido en cemento. La mayor posibilidad de abrirse camino sería encontrarse con adversarios disminuidos por dolencias.

Sin dudas, si Federer está bien, es el rival más duro, ya que volverá a ser el candidato número uno. Por algo, en esta temporada ganó 10 de los 16 torneos en los que intervino, incluidos el Abierto de Australia, Wimbledon y el US Open. Como no tiene nada que perder, deberá tomar la iniciativa, entrando con una actitud firme y jugarse todo contra Hewitt y Moyá.

CORIA RINDE DOBLE EXAMEN
El caso de Coria es diferente. En principio, ya vivió ese cosquilleo especial, único, con el debut en el Masters del 2003. Y no le fue mal.

Ahora, lo suyo pasa por una sola vía: ver cómo está físicamente después de más de tres meses sin pisar oficialmente una cancha. Esta temporada mejoró muchísimo en superficies rápidas, pero esta cita es de otro calibre.

No hay dudas de que haber sido finalista en Miami es un antecedente muy valioso, pero ahora ni él mismo sabe en que nivel llega. Dijo que estaría en un 60 %, aunque habrá que ver realmente qué ocurre cuando tenga que exigir el hombro derecho para sacar, además de la falta de roce lógico que significa la falta de competencia contra sus pares.

Un dato refleja su desesperación, muy equivocada por regresar ya mismo al circuito en lugar de haberse cuidado bien y retornar el año próximo, y es que su compatriota Gabriel Markus optó por dejar de ser su entrenador. Para alguien tan joven como Coria, con tanto camino por recorrer, es una pena probarse ahora, porque sabemos que las recaídas suelen ser aún más complicadas.

Willy deberá poner primera justo contra el ruso Marat Safin, que llega enchufadísimo por sus títulos de Madrid y París. El argentino ya ve el debut como la medida ideal para evaluar dónde se encuentra realmente. Además, deberá enfrentarse con otros dos monstruos en canchas rápidas, como el estadounidense Andy Roddick y el inglés Tim Henman.

Coria perdió los tres encuentros ante Roddick, supera a 1-0 a Safin aunque fue en polvo de ladrillo y está 3-1 con Henman, a quien le ganó el único choque en cemento. Igual, este presente, pese a que el local y el inglés no llegan derechos, dependerá casi absolutamente de la forma física y del timming que tenga el finalista de Roland Garros para saber si tiene chances o no.

Así, el panorama es mejor por lo que significa volver a tener a dos argentinos en el Masters, que la situación concreta que se avecina en el horizonte cercano. Ojalá que ellos logren cerrar este sensacional 2004 con una sonrisa aún mayor. Y que el incansable y enorme luchador Willy Cañas también tenga la posibilidad de completar un trío sencillamente histórico.

Se lo merece.