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Murray salvó match points ante Lehecka en Doha y jugará su final N°71

Cara y ceca. Fue toda alegría para Andy Murray y no se dio el gran gusto Jiri Lehecka. En la primera semifinal del ATP de Doha, en Qatar, el escocés le ganó un partidazo al joven checo, tras levantar cinco match points, y avanzó a su final N°71 en el circuito, mientras que su rival no pudo acceder a la primera definición en el tour grande.

En casi dos horas y media de una lucha tremenda, con trámite cambiante, grandes intercambios y definiciones de toda clase, Murray derrotó al joven Lehecka por 6-0, 3-6 y 7-6 (6) después de salvar cinco match points en el último set y se llevó una batalla épica, para el delirio de los aficionados. Inclusive, su rival sacó 5-4 y 40-0 en el tercer parcial.

Ex-N°1 del mundo y hoy 70°, Murray venía de ganarle al alemán Alexander Zverev, con pasado de Top 3 ATP, y buscaba su final individual N°71 en el profesionalismo. La peleó, estuvo a un pasito de quedarse eliminado, pero su espíritu combativo, de no rendirse jamás, le dio resultado frente a la inexperiencia de su adversario.

Así, millones de fans en el mundo entero celebraron al compás de Murray.. El británico, dueño de tres Grand Slam y dos oros olímpicos, todo en singles, se impuso al ascendente Lehecka (52°), de 21 años, quien finalmente se quedó con las manos vacías tras disponer de claras opciones para cantar victoria.

Murray jugará su primera final después de ocho meses, tras lo hecho en el césped de Stuttgart, previo a Wimbledon, y esta vez espera festejar completo en las canchas duras de Doha, donde salió campeón en dos oportunidades, en 2008 y 2009.

A los 35 años y con una cadera de metal, Murray, invitado especial en Doha, sigue dando pelea y buscará el sábado su título N°47. Su adversario será el ruso Daniil Medvedev (8°, exlíder ATP), quien superó al canadiense Felix Auger-Aliassime (9°) por 6-4 y 7-6 (7) y le ganó los seis duelos oficiales en el tour.

El último título del escocés se remonta a Amberes 2019, hace tres años y cuatro meses, también en superficie dura, pero bajo techo en suelo belga. Sin dudas, dio otro paso con su tenis tan completo y su garra a flor de piel. Se quitó de encima a un cuartofinalista del Abierto de Australia, en plena subida, y va por más.