A pesar de un impactante colapso que rompió una racha de 11 victorias, la ruta de Boston en la temporada regular sigue siendo histórica
LO ÚNICO QUE STEPHEN CURRY pudo hacer fue encogerse de hombros.
Era domingo dentro del vestuario visitante del TD Garden, y los Boston Celtics, líderes de la NBA, acababan de propinar a los Golden State Warriors su peor derrota con el dos veces MVP en la alineación. La paliza de 140-88 incluyó 10 triples en el primer cuarto y un parcial de 61-17 en un lapso de 18 minutos que selló el destino de los Warriors en el medio tiempo.
“Eso es lo que solíamos hacer con los equipos”, dijo Curry, el maestro de rachas anotadoras similares durante la carrera de Golden State hacia cuatro campeonatos en ocho temporadas, desde su casillero después del partido.
“Es un poco desmoralizante”.
La victoria de Boston el domingo le dio tres victorias de al menos 50 puntos de ventaja esta temporada, la mayor cantidad en la historia de la NBA cuando resta más de un mes de la temporada regular. Mientras tanto, el diferencial de puntos de los Celtics de más-243 durante su racha de 11 victorias consecutivas también estableció un récord de la liga.
Boston lidera la liga en eficiencia ofensiva, es segundo en defensa y está logrando diferenciales de puntos históricos.
Pero llega al encuentro del jueves contra los Denver Nuggets, un enfrentamiento de los principales favoritos al título, después de haber jugado posiblemente su peor cuarto de la temporada, resaltado particularmente por los problemas finales del delantero superestrella Jayson Tatum.
El miércoles, sólo dos días después de esa victoria por 52 puntos sobre los Warriors de Curry, los Celtics dejaron escapar una ventaja de 22 puntos en los últimos nueve minutos contra los escasos Cleveland Cavaliers, un colapso coronado por un fallido y discutido intento de Tatum para ganar el juego en el último segundo.
“Simplemente una forma extraña de terminar el juego”, dijo Tatum sobre la derrota por 105-104. “Pero siempre dicen que el juego no se gana ni se pierde en la última jugada”.
La condición de Boston como gigante es innegable. Desde 2016-17, la temporada de novato de Jaylen Brown, los Celtics tienen el mejor porcentaje de victorias en la temporada regular de la NBA, y solo los Warriors han ganado más partidos de playoffs.
Pero hasta que este equipo gane ese elusivo título número 18, este grupo de jugadores de los Celtics será juzgado por cómo terminan las cosas, ya sea protegiendo una ventaja en el último cuarto en marzo o cerrando con éxito una serie de playoffs en mayo y junio.
“Tus hábitos lo son todo”, dijo Brown sobre la tarea que los Celtics tienen por delante mientras se preparan para la postemporada. "Tu mentalidad lo es todo. Y en cada partido, no puedes desperdiciar ninguna posesión, no puedes perder el tiempo en la cancha".
LA NBA NO HA visto muchas rachas de temporada regular como las de los Celtics de 2023-24.
A pesar de la derrota del martes, la diferencia de puntos por partido de los Celtics esta temporada (11.2) es la quinta más grande en la historia de la liga detrás de un cuarteto de equipos campeones icónicos: Los Angeles Lakers de 1971-72 (12.3), Milwaukee Bucks de 1970-71. (12.3), los Chicago Bulls de 1995-96 (12.2) y los Warriors de 2016-17 (11.6).
Los Celtics, que van camino de 66 victorias, se convertirían en el equipo número 18 en la historia de la liga en alcanzar esa marca. De los 17 equipos anteriores con 66 victorias, 12 ganaron el campeonato esa temporada. En resumen: ha sido una actuación dominante durante los primeros tres cuartos de la temporada regular.
Para el hombre grande de los Celtics, Kristaps Porzingis, quien se unió a una alineación que también agregó al ex base campeón Jrue Holiday este verano, el techo del grupo fue visible de inmediato.
“Tenemos que darle mucho crédito a nuestra directiva por formar este tipo de equipo”, dijo Porzingis el 24 de febrero después de una victoria sobre los New York Knicks. “Cuando se presentó la oportunidad (de unirse a Boston), al menos para mí, dije que esto iba a funcionar, al 100 por ciento”.
Y en la NBA actual, las alineaciones más versátiles y maleables suelen ser las más exitosas. Ningún equipo encarna eso mejor que estos Celtics.
Los ocho mejores jugadores de la rotación de Boston (Tatum, Brown, Holiday, White, Porzingis, Al Horford, Sam Hauser y Payton Pritchard) intentan cada uno al menos cinco triples cada 36 minutos, y todos menos Brown (35.4%) están acertando 37% o mejor desde lo profundo.
No es sorprendente que los Celtics lideren la liga en triples (16.3) e intentos (42.3) por partido, mientras que ocupan el cuarto lugar en la liga al acertar el 38.6% de sus tiros desde el arco. Y tener tantas amenazas de tiro en todos los ámbitos significa que los equipos pagarán el precio por intentar centrar su atención en los dos principales motores ofensivos de Boston, Tatum y Brown.
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O tendrán que intentar algo como lo hizo Golden State el domingo, esencialmente decidiendo que valía la pena desafiar a Brown a disparar y vivir con los resultados, solo para que inmediatamente enterrara cinco triples para poner el juego fuera de su alcance.
“Si quieres desafiarme a disparar, podemos hacerlo”, dijo Brown después de la victoria del domingo.
La versatilidad defensiva del grupo también ha dado dolores de cabeza a los equipos rivales.
Consideremos el partido del martes en Cleveland. Boston colocó a Holiday con el de los Cavaliers, Isaac Okoro, un alero defensivo, durante largos períodos, lo que le permitió deambular y ayudar a la defensa. Eso se debió a que Boston podía poner a Brown o White con Darius Garland, el manejador de élite del balón perimetral de Cleveland.
Con Holiday y White, dos de los mejores defensores individuales con el balón de la liga, en la zona de defensa titular, Boston puede atacar a los equipos de una manera que pocos pueden hacerlo defensivamente. En general, los Celtics han bombardeado un total de sólo 47 pantallas de balón esta temporada, según los datos de seguimiento de Second Spectrum (1.1% del tiempo, el segundo total más bajo de la liga). Cuando los cinco titulares están ahí, han realizado sólo cinco pantallas de balón en toda la temporada (0.66%).
“La confianza con la que juegan y cómo cada jugador de su equipo ha aceptado su papel”, dijo el entrenador de los Cavaliers, JB Bickerstaff, antes del partido del martes sobre lo que le impresionó de los Celtics. “Saben quiénes son. Saben lo talentosos que son, pero se permiten mutuamente tener éxito en sus propios espacios”.
LA SECUENCIA DE FINAL DE JUEGO del miércoles mostró similitudes con otro juego de una posesión que Boston no logró asegurar hace seis semanas. En casa contra los Nuggets el 19 de enero, Boston falló ocho de sus últimos nueve tiros, pero, al igual que contra Cleveland, todavía tenía la oportunidad de empatar o ganar el juego cuando faltaban 4.9 segundos.
Al igual que en Cleveland, el balón estaba en las manos de Tatum mientras Boston se conformaba con una posesión desigual: un tiro brincado fallido que luego admitió que fue apresurado.
“En el fondo, no estaba seguro de si iban a cometer falta”, dijo Tatum en ese momento. “Tenían una falta para cometer. Pero tuve más tiempo del que me di, así que debería haberme tomado más tiempo. Pero no puedo volver atrás. Algo de lo que puedo aprender".
Boston se hizo fuerte en casa y fue liderado por los 29 puntos de Jaylen Brown. Además, Tatum aportó 27 tantos y 5 asistencias. En la pobre presentación de Golden State, Steph Curry solo anotó 4 tantos.
Las estadísticas de Tatum en el momento decisivo no son agradables. Esta temporada, ha acertado 15 de 46 (32.6%) en el tiempo decisivo, incluido 0 de 2 el martes. Entre los 25 jugadores que han realizado al menos 45 tiros decisivos esta temporada, Tatum ocupa el último lugar en porcentaje de tiros de campo.
Y los problemas de Tatum en el momento decisivo no se limitan a esta temporada. Su porcentaje decisivo de tiros de campo en las últimas tres temporadas lo ubica entre los 10 últimos entre más de 70 jugadores con al menos 100 intentos.
Es posible que los Celtics aún tengan que superar a superestrellas como Giannis Antetokounmpo, Joel Embiid y Jimmy Butler para regresar a las Finales. Y la profundidad de Boston podría verse cuestionada, particularmente en el centro si Porzingis falla en algún momento.
Sin embargo, los Celtics permanecen en una posición envidiable, 7 1/2 juegos por delante de los Bucks, que ocupan el segundo lugar, con la ventaja de jugar en casa esencialmente asegurada mientras se acercan a los playoffs, donde, finalmente, esperarán levantar el banderín del campeonato número 18 de la franquicia en junio.
Es por eso que el mensaje proveniente de este grupo no ha flaqueado entre las máximas de rachas ganadoras y victorias de 50 puntos y los mínimos de colapsos al final del juego como el del martes en Cleveland: Todo lo que importa, después de años de éxito en la temporada regular seguidos de angustia de postemporada, es cómo terminan los Celtics.
“Muy confiado en nuestro grupo durante todo el año”, dijo White a ESPN después de la derrota del martes, cuando se le preguntó si la reciente racha de victorias del equipo cambió su opinión sobre su techo. “Simplemente estamos jugando un buen baloncesto. Sólo queremos continuar y tratar de jugar nuestro mejor baloncesto para fin de año”.
Kendra Andrews de ESPN y ESPN Datos contribuyeron a este informe.