Josh Giddey lanzó un triple sobre la bocina desde la mitad de la cancha, dándole a los Bulls una victoria in extremis sobre los Lakers.

Josh Giddey lo sintió en cuanto el balón salió de sus manos. En un instante, sus compañeros se fueron encima de él.

El “buzzer-beater” de Giddey coronó lo que podría ser el final más alocado de la NBA esta temporada y dio a los Chicago Bulls, que estaban en plena forma, una victoria por 119-117 sobre Los Angeles Lakers el jueves por la noche.

"Un momento especial para lograrlo con estos chicos, con este equipo", aseguró Giddey.

Los Lakers, por su parte, pasaron de ganar en Indiana con un rebote de LeBron James sobre la bocina el miércoles a perder de forma desgarradora. Son apenas el quinto equipo en la historia de la NBA en ganar y perder con un tiro sobre la bocina en días consecutivos, según Basketball-Reference.com. También sufrieron una paliza de Chicago tras ser aplastados por los Bulls en Los Ángeles el sábado.

"Devastación", afirmó el entrenador de los Lakers, JJ Redick. "Es una forma terrible de perder un partido de baloncesto".

Los Lakers ganaban por 13 puntos a mediados del último cuarto y parecían estar en buena forma, con una ventaja de 115-110 después de que Austin Reaves encestara dos tiros libres con 12.6 segundos restantes, solo para perder por octava vez en 12 partidos. Tienen un día para recuperarse antes de cerrar una gira de cuatro partidos frente a los Memphis Grizzlies.

"Nos pusimos en posición de ganar, encajamos muchos triples en el último cuarto, y aun así nos pusimos en posición de ganar", dijo James. "Tuve una pérdida terrible, un error de comunicación en la jugada anterior. AR intentó salvarnos. ¡Aplausos!".

Los Bulls encestaron 11 de 14 triples en el último cuarto. Anotaron tres en los últimos 10 segundos, comenzando con uno de Patrick Williams con 9.8 segundos restantes.

Giddey luego robó un pase de James y le dio un pase a Coby White para un triple que puso a los Bulls arriba con 6.1 segundos restantes. Reaves condujo para una bandeja que dio a los Lakers una ventaja de 117-116 con 3.3 segundos por jugarse. Chicago tuvo el tiempo justo para llevarse la victoria.

Giddey le pasó el balón a Williams, recuperó la pelota y se detuvo cerca del logo de los Bulls. Mantuvo su tiro de seguimiento justo hasta que el tiro se coló en la red, dando a los Bulls su novena victoria en 11 partidos. Y esta fue, sin duda, la más alocada que recuerdan.

Una opinión compartida por el base Kevin Huerter en X después del partido.

"¡Guau!", escribió. "Probablemente el partido más loco de mi vida".

"Hemos demostrado durante el último mes a seis semanas que podemos ganarle a cualquiera", dijo Giddey. "Creo que nuestra forma de jugar desgasta a la gente. Subimos y bajamos. Corremos. Los presionamos para que remonten. Muchos equipos veteranos no quieren volver y jugar en transición".

Los Bulls parecían un equipo sin vida hace un mes. Traspasaron a Zach LaVine a Sacramento antes de la fecha límite y parecían estar dando por terminada su temporada tras seis derrotas consecutivas que los dejaron con un récord de 22-35. Desde entonces, tienen un récord de 11-5, y no solo se han centrado en los equipos débiles. Han vencido a los Lakers dos veces y a Denver en los últimos tres partidos, y también han ganado a Indiana durante esta racha.

Giddey y White han estado en su mejor momento últimamente.

Giddey logró su quinto triple-doble el jueves con 25 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias. El único jugador de los Bulls con más en una temporada fue Michael Jordan con 15 en la 1988-89. Su hazaña también lo convierte en el primer jugador con un triple-doble y una canasta ganadora sobre la bocina contra los Lakers en la historia de la NBA, según Basketball-Reference.

White terminó con 26 puntos después de anotar 35 o más en tres partidos consecutivos, su mejor marca personal, y los Bulls simplemente no se rindieron. El entrenador Billy Donovan dijo que eso se afianzó en septiembre, durante los entrenamientos de los jugadores en las instalaciones del equipo antes del inicio del campamento de entrenamiento.

"Tenemos que estar en excelente forma para jugar de esta manera", indicó. "Tienen que esforzarse al máximo. Creo que mucho de eso surgió antes del inicio del campamento de entrenamiento, cuando todos regresaron en septiembre. Jugaron la mayoría de sus partidos amistosos con un reloj de posesión de 14 segundos solo para acostumbrarse a esa mentalidad. Intentamos afrontar el campamento de entrenamiento de esa manera. Creo que hay ventajas en intentar jugar de una manera que obligue a estos chicos a estar en excelente forma".

Información de The Associated Press se utilizó en este reporte.