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Fans pierden paciencia con Lakers

Continúa la pesadilla de los años pasados para Los Angeles Lakers, que perdieron su cuarto partido al hilo tras caer frente a Denver Nuggets en el Staples Center (120-109). Kobe Bryant (11 puntos y cinco asistencias) sigue sin despegar y los jóvenes, Jordan Clarkson (récord de 30 puntos, segunda vez que lo logra en su carrera) y Julius Randle (16 puntos y cinco rebotes) continúan causando muy buenas sensaciones, sin embargo no pueden soportar la carga derivada por la falta de efectividad de sus compañeros. Como consecuencia, se escucharon los primeros abucheos al equipo al finalizar la cita. Gran parte del público perdió la paciencia y se escucharon gritos esporádicos contra Byron Scott.

Kobe permanece negado de cara a canasta (4-de-11 en tiros de campo con 1-de-5 en triples). Es como si toda la energía que demostró durante la primera mitad del primer encuentro de la temporada ante Minnesota Timberwolves se hubiera desinflado. Tras el partido ante Dallas Mavericks, el escolta comentó que su juego apestaba. Dos días después, su discurso no fue muy diferente.

"Estoy muy frustrado por el partido y debemos arreglarlo", afirmó la Mamba Negra. "Tenemos que tener más comunicación, enseñarnos y ser mejores la próxima vez. Hay que mirar las acciones e intentar aprender de ellas. No puedes pasional, hay que ser más táctico. Se trata de errores tácticos que debemos corregir. Sólo hay que ver el vídeo y ver qué hay ahí, aprender de la misma manera en la que yo aprendí. Hay que ver partido a partido, parte por parte", esgrimió.

Los laguneros dejaron escapar una racha de 10 puntos al comienzo del segundo periodo. La buena actuación de Clarkson durante el cuarto inicial no fue suficiente para mantener el ritmo ofensivo. Los Nuggets fueron ganando confianza conscientes de las dificultades en la pintura de los locales. Roy Hibbert y Randle tuvieron complicaciones a la hora de frenar a un Kenneth Faried (28 puntos y 15 rebotes) inspirado en la pintura. Mike Miller (también impulsó el flojo comienzo del plantel de Colorado gracias a sus lanzamientos exteriores (tres triples en nueve minutos para finalizar con nueve puntos).

CLARKSON Y RANDLE LOS INTENTARON
A pesar de las dificultades en defensa, Randle se volvió a mover como pez en el agua en ataque protagonizando buenas jugadas y, en ocasiones, pagando con la misma moneda a Faried. El pívot volvió a evidenciar mucha energía, ganas y buenas decisiones. Junto a Clarkson son los dos jugadores jóvenes que mejor sensaciones están mostrando al comienzo de la temporada.

"Debemos seguir hablando y comunicándonos. Todo llegará. Estamos ante un comienzo flojo pero iremos ajustando, ir a la pizarra y ver los vídeos. Lo más importante es mantener a los rivales fuera del tablero, limitarles a un lanzamiento. Si hacemos eso, todo será más fácil para nosotros", argumentó sobre los problemas defensivos que están evidenciando los Lakers.

La elección número dos del draft, D´Angelo Russell (siete puntos y seis asistencias), no está temiendo la misma suerte que sus compañeros de segundo año. Parece ausente y aún no ha mostrado las ganas que se esperan de un jugador joven y prometedor. El armador encestó su primera canasta a falta de poco más de cuatro minutos para el descanso y aunque repartió casi la mitad de las asistencias de los Lakers, en defensa estuvo flojo y poco certero después de acumular cuatro faltas en el tercer periodo.

Su rival y elección número siete del draft, Emmanuel Mudiay (12 puntos y 10 asistencias), tampoco estuvo especialmente inspirado en la primera mitad y necesitó llegar al segundo cuarto para hacer sus primeros dos puntos desde la línea de tiros libres mediado el segundo periodo. Estuvo muy acertado en sus asistencias.

WILLIAMS SALVÓ A LA BANCA
El encuentro llegó al descanso con Denver dominando por tres puntos de diferencia, los Lakers comenzaron fuerte el tercer periodo, pero las lagunas en defensa volvieron a pasarles factura. Randle se vio obligado a jugar con unas gafas protectoras debido a un golpe en el ojo y junto a Clarkson intentaron llevar el peso ofensivo. Poco pudieron hacer unos Lakers demasiado dependientes en el talento joven con Kobe desacertado en sus lanzamientos, Hibbert parco en la pintura, Brandon Bass y Nick Young aportando poco desde la banca (Williams salvó los muebles tras provocar varias faltas personales con las que alcanzó 16-de-19 desde la línea, lo que supuso el máximo de su carrera) y un Marcelo Huertas incapaz de rememorar las buenas actuaciones que le encumbraron en Europa. Que le pregunten a Tarik Black qué sintió cuando Will Barton voló sobre él para clavar el esférico sin contemplaciones a falta de siete minutos para el final de la cita.

Los Lakers lo intentaron en los compases finales, sin embargo el buen movimiento del balón de unos Nuggets capacitados para culminar largas posesiones y el muro defensivo que erigieron en los momentos clave mermaron sus opciones ante una afición que se comenzó a marchar antes de tiempo. Otros silbaron y abuchearon a un equipo demasiado acostumbrado a peder.

Los angelinos afrontan un gira en la carretera que les llevará a Nueva York (Brooklyn Nets y New York Knicks), a Miami, a Orlando y a Dallas.