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La recuperación milagrosa de Paul George

Los Indiana Pacers estaban jugando en Miami a principios de enero, el Heat va ganando por 103-100 con un puñado de segundos por jugar y los narradores locales del partido repetían lo siguiente una y otra vez: ¨Pase lo que pase, no dejen que tire Paul George¨.

George no juega bajo las luces brillantes de Nueva York, no saluda a Jack Nicholson antes de cada juego en Los Ángeles ni atrae a los paparazzi todos los días en South Beach, pero él si forma parte de un grupo selecto de estrellas y verdaderos pilares de su franquicia que dan miedo y generan una mezcla de respeto y temor con los pelos de punta. O como dirían los entrenadores rivales, ¨no lo puedes anular, solo puedes cruzar los dedos para contenerlo¨.

Los Pacers actualmente cuentan con una marca ganadora y se perfilan para ganar entre 45 y 50 juegos esta temporada tras obtener apenas 38 victorias y quedar afuera de los playoffs tras perder su último partido en gran parte sin su máxima figura la campaña pasada.

Sin embargo, lo que está haciendo George como el octavo máximo anotador de la NBA promediando 24,1 puntos y 7,6 rebotes por partido no parece ser humanamente posible. No después de que le haya sucedido esto hace menos de 18 meses….

¨Sentí como que habían puesto gasolina en mi pierna y alguien había prendido un fosforo. Sentía que mi pierna estaba en llamas y mi cuerpo entró en shock¨, dijo George en aquel entonces.

El alero de 25 años se había fracturado la tibia y el peroné de su pierna derecha a fines de julio del 2014 en un partido de entrenamiento de la Selección de Estados Unidos y su futuro era una incógnita envuelta en dolor, pero su convicción fue tal que él ni siquiera se perdió una temporada entera regresando a la acción en abril de este año y bajando más rebotes que nunca en su carrera durante esta campaña.

En otras palabras, George regresó más fuerte y salta más alto que antes de una lesión que lo tuvo postrado en el hospital y no solo le pudo haber puesto punto final a sus días como jugador trascendental, sino que también hubiese quebrado mentalmente a más de uno.

Ofrezco mis disculpas a Dwight Howard y Shaquille O´Neal, pero creo que acabamos de encontrar al verdadero Superman.

Sin embargo, este joven jugador que la tuvo que pelear para ganarse el respeto de la NBA desde que llegó proveniente de la Universidad de Fresno State en el 2010 hasta que le jugó de igual a igual a LeBron James en las Finales del Este en el 2013 ya había dejado en claro que eso no le sucedería a él en su primer conferencia de prensa posterior a la lesión en agosto del 2014.

¨Solo me va a hacer más fuerte¨.

Y eso fue lo que sucedió, ya que la estrella de los Pacers promedia 35,6 minutos en cancha por partido y ha tenido asistencia perfecta hasta ahora esta temporada.

Esa es la misma cantidad que Anthony Davis, 0,3 menos que LeBron James y apenas 2,4 menos que Jimmy Butler, el líder en ese rubro con 38. Vale la pena destacarlo de vuelta: El tipo sentía que se le incendiaba la pierna hace menos de un año y medio y lidera a su equipo en puntos, rebotes y robos tras la primera mitad de esta campaña.

Ah, claro, me había olvidado de mencionarlo: Sus 1,9 robos por partido esta temporada también son la mayor cantidad de su trayectoria , así que sus instintos y velocidad también se han incrementado tras su rehabilitación.

PORTE DE FIGURA

Si una persona que jamás vio un partido de básquetbol en su vida lo veía jugar a George durante la victoria de los Pacers contra los Phoenix Suns el martes por 116-97 con sus 21 puntos, siete rebotes y dos tiros bloqueados, no le hubiese tomado más de dos segundos identificar al mejor jugador de la cancha.

¨PG13¨ penetraba hacia el aro con una facilidad pasmosa, encestó cada uno de sus ocho tiros libres y hasta protagonizó una jugada que él mismo empezó con un pase desde afuera para culminarla solito.

George tampoco se bajoneó cuando le cobraron su tercer falta con seis minutos por jugar en el segundo cuarto y solo cometió una falta mas en el resto del encuentro. Su equipo ganó por 16 puntos con él en la cancha.

Es más, los Pacers habían disputado seis juegos, cuatro de ellos como visitantes, este mes hasta el martes 12 de enero y contaron con un promedio de 11,5 puntos de ventaja con George en la cancha. Cinco de esos seis partidos reflejaron un +/- de al menos +10 y el otro fue el único con saldo negativo, un -1 en una derrota por 107-103 contra los Houston Rockets el 10 de enero.

No se si eso sea suficiente para considerarlo un MVP, pero si un RDA. Regreso del Año. Y bien merecido lo tiene.