GREENBURGH, N.Y. — El entrenador de los New York Knicks, Derek Fisher, no espera tener ningún conflicto con Matt Barnes el sábado cuando enfrenten a los Memphis Grizzlies.
“No, realmente no”, dijo Fisher después de la práctica del viernes. “Tratamos de ganar partidos, y eso es lo que estoy pensando como entrenador. Esos son los pensamientos que tengo. No me ocupo de otras cosas”.
Barnes y Fisher estarán en el mismo edificio el sábado por primera vez desde que los dos ex Lakers tuvieron un altercado en la casa de la ex esposa de Barnes en Los Ángeles el pasado 3 de octubre.
Barnes dijo el jueves que no espera ver de frente a Fisher durante el juego. “No hablo con serpientes”, dijo Barnes al New York Daily News, y agregó: “Sé que tengo que mantener mi boca cerrada porque van a correr y decirle. Estamos enfocados en jugar contra el equipo (Knicks). Cuando me retire, me lo encontraré de nuevo”.
Fisher tuvo poca reacción a los comentarios de Barnes. “No me impactan, realmente”, dijo Fisher. “Así que no hay que pesar en ello. No tiene nada qué ver con nosotros que tratamos de encontrar la manera de ganar mañana”.
Barnes fue suspendido por dos partidos por su participación en el enfrentamiento con Fisher. Barnes le dijo a Ramona Shelburne de ESPN que fue a la casa de Gloria Govan para ver a sus hijos gemelos de 6 años de edad después de recibir mensajes de texto y el uso de FaceTime y sentir que no estaban cómodos. Barnes dijo que uno de los gemelos le dijo que "el amigo de mamá Derek está aquí".