LOS ÁNGELES – Kobe Bryant siempre ha sido caracterizado como un lobo solitario, como un individuo que ha mirado por sus propios intereses para saciar su apetito competitivo. Steve Nash fue compañero suyo en su etapa en Los Angeles Lakers y le definió con los siguientes adjetivos: “solitario, egoísta y arrogante”.
Cuando Andrea Kremer, una de las entrevistadoras del programa de HBO, ‘Real Sports with Bryant Gumbel’, le mencionó aquellas palabras del armador, Kobe se rió.
“Porque todos son verdad”, afirmó durante la entrevista que salió al aire este martes.
En la actualidad, Kobe tiene licencia para ser solitario, egoísta y arrogante. Sus 20 años en la NBA y el legado que dejará en la liga han justificado esos atributos de su personalidad, sin embargo, hubo un tiempo en que esa fama no le causó buenas sensaciones a los aficionados al básquetbol. Fue entonces, cuando todo el mundo comenzó a descubrir a un Kobe Bryant de 18 años de edad, cuando el rey del pop, Michael Jackson, le llamó por teléfono.
“Me llamó Michael Jackson. No sabía qué estaba pasando. Me llamó a los 18 años. Él era un gran aficionado al básquetbol. Yo estaba teniendo fama de introvertido y de ser muy serio en los partidos. Él me llamó para aconsejarme que no cambiara y me mantuviera concentrado”, recordó Kobe citando palabras del artista. ‘Si quieres ser uno de los más grandes tienes que estudiar a los más grandes y ser obsesivo con lo que haces y en cómo lo haces’, afirmó. “Había momentos en los que desaparecía porque estaba estudiando el juego. Chicago ganó otro campeonato. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cómo hacemos para llegar al próximo nivel?”, agregó.
Aquella llamada sirvió para que Kobe ratificara su carácter y diera rienda suelta a una personalidad que ha levantado aplausos y abucheos a partes iguales a lo largo y ancho de Estados Unidos. Su llegada a los suburbios de Filadelfia tras pasar varios años en Italia fue difícil para la Mamba Negra. Llegó como adolescente a un lugar nuevo en el que no fue bien recibido, algo que potenció su soledad.
“Era un chico italiano con un padre que jugó en la NBA. Un niño me retó y me dio la oportunidad. Sentí el estar aislado y la frustración de estar solo en un lugar nuevo. El baloncesto se convirtió en mi lugar de escapada”, afirmó tras relatar sus sensaciones cuando se despidió del público de Filadelfia poco después de anunciar su retiro en noviembre.
“Siempre he estado cómodo en el lado oscuro. Cuando estuve en Filadelfia y me dieron esa ovación me dije, ‘wow, ¡Qué es esto!’ Fue tan raro como abrazar a un niño que no está acostumbrado a que le abracen. Es como ese abrazo incómodo. Luego te das cuenta de que sienta bien. Es dulce”, confesó.
Hubo momentos durante la carrera de Kobe en los que sintió que todo estaba en su contra, sobre todo después de ser acusado de violación en 2003. Cuando el caso se desestimó, el escolta adoptó un cambio sustancial: su nuevo apodo, el cual eligió tras inspirarse en una escena de la película de Quentin Tarantino, Kill Bill.
“Ese fue el origen de la Mamba Negra”, afirmó refriéndose a una escena en la que una serpiente atacaba a uno de los personajes. “Me llamó la atención la longitud de la serpiente, el temperamento. Cuando salgo a la duela, ese soy yo. No juego para ser tu amigo”, puntualizó.
En el apartado de las anécdotas, Kobe eligió una en la que incluyó a su amigo, Pau Gasol, a quien derrotó en la final de los Juegos Olímpicos de 2008 para llevarse la medalla de oro. Aquel año los Lakers cayeron en las Finales ante Boston Celtics y antes del comienzo de la nueva temporada, Kobe le gastó una broma al internacional español que probablemente sirvió para que los laguneros vencieran dos anillos al hilo.
“Después de ganarle en los Olímpicos de 2008, acabábamos de perder contra los Celtics. El primer día de práctica llegué temprano como siempre. Llevé mi medalla de oro y la colgué en su taquilla”, señaló mientras reía. “Le dije, ‘escucha, acabamos segundos en la temporada, acabaste segundo en los Olímpicos. No quieres acabar segundo este año otra vez. Mueve el trasero’. Ganamos dos campeonatos consecutivos así que tuvo algo que ver, me imagino”, sentenció.