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Reacción Rápida: Pacers exponen las limitaciones de los Raptors

Los playoffs de la NBA arrancaron este sábado en Canadá con un choque entre dos equipos con realidades muy distintas.

Los Indiana Pacers se ilusionan con comenzar su camino a las Finales de la Conferencia Este por tercera vez en cuatro años tras ver los playoffs por TV la temporada pasada. El regreso de Paul George renovó su confianza y los tiene convencidos de que todo es posible a pesar de haber quedado séptimos durante la campaña regular con una marca de 45-37.

Los Toronto Raptors del argentino Luis Scola, por su parte, cargan una mochila muy pesada al ser favoritos a avanzar de ronda, algo que no sucede desde el 2001 cuando Kyle Lowry estaba en su primer año de preparatoria y DeMar DeRozan tenía apenas 12 años de edad.

El “Basketball Power Index” de ESPN consideraba a los Raptors como amplios favoritos a debutar dándole una alegría a su gente. Después de todo, el conjunto canadiense ganó 32 de sus 41 compromisos en casa mientras que Indiana sufrió de visitante con un legajo de 19-22.

La pregunta del millón era si el bagaje psicológico del pasado afectaría a los Raptors en el presente. La respuesta, al menos a priori, fue un resonante “no” tras una convincente derrota por 100-90.

Ese misterio y mucho más se comenzó a develar mientras repasamos tres conclusiones de la victoria de unos Pacers que ya le arrebataron la ventaja de la localía a un rival sacudido por sus propios traumas y limitaciones.

Paul George no defraudó

Los Pacers comenzaron a ganar la pulseada en el tercer cuarto, y no fue casualidad que eso haya sucedido a partir de aquel triple de su máxima figura que les dio su primer ventaja del partido en el primer minuto de la segunda mitad.

Aquel misil teledirigido al corazón de un público local enardecido marcó la pauta, y George se despachó con 17 puntos en el tercer período. Los Raptors tuvieron 22…como equipo en aquel cuarto.

El alero de los Pacers tanteó el asunto con apenas seis puntos en el primer tiempo, y eso era natural considerando que este era su primer juego de postemporada desde que se fracturó la tibia y peroné en julio del 2014.

Sus 33 puntos en 38 minutos con un 54% de efectividad terminaron de despejar las dudas.

George se presentó formalmente ante el mundo entero hace un par de años jugando al mismo nivel que LeBron James. Ahora él, al igual que LeBron, es el tipo de estrella brillante que le indica el camino a su equipo en territorio hostil.

Cuando se trata de una serie que pinta para larga como esta, el contar con un capitán firme en el timón te asegura mantener un rumbo fijo y seguro hacia el éxito.

Kyle Lowry, DeMar DeRozan arrancaron fríos y terminaron helados.

Entre ambos comenzaron encestando dos de 10 tiros de campo en el primer cuarto. Bueno…ya se van a inspirar, ¿no?

Llegó el descanso y Lowry había metido apenas dos de nueve, DeRozan dos de ocho. 11 puntos combinados tras los 24 minutos iniciales para una dupla que supo promediar 44 por partido, una de las mejores marcas de la liga durante la temporada regular.

En total, dos de los francotiradores más letales del Este terminaron 8-de-32 en tiros de campo. Un 25 por ciento de efectividad para un equipo que necesitaba mucho más para poder festejar.

¿Qué pasó? Bueno, simplemente no les salió nada.

Estuvieron erráticos desde larga distancia (1 de 7 en triples para Lowry, 0 de 3 para DeRozan), y eso los complicó más de la cuenta al ver caminos cerrados hacia el aro. Es más, ni siquiera los tiros libres querían entrar (8 de 15).

Cuando uno de ellos está apagado, los Raptors pueden sobrevivir, pero si los dos andan torcidos es muy difícil que la receta del éxito sea del rival en vez de propia. Si los Raptors esperan recuperar la esperanza, es primordial que esto haya sido apenas la excepción y no la regla de la serie.

Los triples fueron vitales

Los Raptors contaron con el quinto mejor porcentaje de triples encestados en la NBA durante la temporada regular y aquel aspecto parecía ser una clara ventaja a su favor al compararlos con unos Pacers mediocres que merodearon la mitad de la tabla en ese rubro.

Pero por algo los playoffs son impredecibles.

Indiana se convirtió en los Golden State Warriors por una tarde y encestó 11 de sus 21 intentos desde larga distancia. Paul George pareció un clon de Stephen Curry convirtiendo cinco de sus seis triples, uno más que los cuatro de 19 que los Raptors produjeron como equipo.

Un novato ganó el duelo de grandotes

Myles Turner tiene apenas 20 años pero jugó como todo un veterano de mil batallas y fue de menor a mayor con 10 puntos (cuatro en los últimos cinco minutos del partido), cinco bloqueos y cuatro rebotes como sexto hombre de los Pacers en 26 minutos de acción.

Sus cinco dobles en nueve intentos fueron prácticos y eficaces, mientras que los cuatro de 14 de Jonas Valanciunas reflejaron la confusión colectiva de los locales.

El pivot lituano fue el gran responsable de que los Raptors hayan estado en la delantera durante todo el primer tiempo, pero luego él se apagó como el resto del equipo y terminó siendo expulsado por acumular seis faltas con dos minutos por jugar.

Los Raptors quedaron en deuda, los Pacers con la convicción de que el segundo mejor equipo del Este no es ningún cuco. El segundo juego del lunes en Toronto podría afilar las garras de la serie o enterrarla de forma prematura.