El armador de Golden State Warriors, Stephen Curry, afirmó que su no presencia en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no tiene nada que ver con el virus Zika que amenaza la cita en Brasil.
“Estoy siguiendo los reportes y me eduqué, pero al final no tuvo nada que ver con mi decisión. Chequeé mi cuerpo y me di cuenta de que, uno, lo que me iba a costar terminar los playoffs por las lesiones que tuve en las últimas semanas y el poco espacio de tiempo que hay entre las Finales y el campamento del Team USA”, argumentó. "Conocía el desarrollo y entendía el problema con el virus Zika, pero no tuvo nada que ver con mi decisión".
El coach de los vigentes campeones, Steve Kerr, por su parte, no quería que Curry acudiera a los Juegos para representar a Estados Unidos. Nunca se lo dijo o formó parte del proceso de toma de decisión, aunque cuando su pupilo decidió borrarse de la lista de 12 seleccionados, el Coach del Año en 2016 respiró aliviado.
“No fui consultado. Es la decision de Steph. “Como su coach, estoy contento. Necesita un descanso. Fueron dos años al hilo yendo a las Finales. Tuvo lesiones, no sólo este año, pero en el pasado. Creo que el descansar le hará bien, aunque depende de cada individuo el si quieren experimentarlo o no”, argumentó Kerr. “Es una decisión difícil, porque el estar en los Juegos Olímpicos es un gran honor. Creo que Steph ha medido todo y se ha dado cuenta de que un verano de descanso sería lo mejor para él a largo plazo. Creo que es la decisión más sabia”, agregó.
Curry tuvo problemas físicos al comienzo de los playoffs. Primero, un esguince en el tobillo le dejó fuera de la duela en los Juegos 2 y 3 ante Houston Rockets en la primera ronda. En el juego 5, el infortunio de un resbalón por culpa del suelo mojado en el Oracle Arena le provocó un esguince de rodilla que le mantuvo apartado durante otros cuatro juegos (incluidos los tres primeros de la serie ante Portland Trail Blazers). Después de casi un mes de inactividad, el dos veces Jugador Más Valioso de la temporada regular tardó en agarrar el ritmo, e incluso durante la serie de Oklahoma se especuló con su estado de forma. Entonces llegaron los tres últimos juegos ante Kevin Durant, Russell Westbrook y compañía y culminó sus mejores actuaciones de la postemporada con un balance de 32.6 PPJ.
Las dos Finales consecutivas y el Mundial de España de 2014 pusieron mucha carga de trabajo y a pesar de manifestar en público que sería una gran oportunidad el acudir a unos Juegos (nunca representó a EEUU en la competición olímpica), su decisión es irrevocable.