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La vieja y mala costumbre de Chris Paul

La risa descontrolada de Floyd Mayweather en uno de los laterales del Staples Center de Los Angeles sirvió como modo de reconocimiento de lo que fue, a todas luces, una pelea tan poco ortodoxa como carente de simpatía. No llegaron a los arañazos, pero el escupitajo de Rajon Rondo, la reacción desmedida de Chris Paul y el golpe innecesario de Brandon Ingram hicieron que el partido entre dos equipos referencia de la Conferencia Oeste, como son Houston Rockets y Los Angeles Lakers, quedara como una trifulca amateur en algun callejón perdido de Estados Unidos.

Incoherente, absurdo y fuera de libreto. Sin alcohol en las venas, pero dejando en evidencia que los profesionales también conocen de papelones que recorren el mundo de manera vertiginosa. El debut absoluto de LeBron James ante su nuevo público de Hollywood se vio empañado por una completa tontería, que terminó en suspensiones y en promesa de revancha en el próximo juego, como si el básquetbol pudiera mejorar o ser más vistoso defendiendo argumentos con golpes de puño. Las películas de acción, por suerte para todos los que seguimos a diario este deporte, se filman a algunas cuadras de este estadio.

La gran paradoja es que esto haya ocurrido entre dos bases armadores de la inteligencia de Rondo y Paul. Se supone que ellos son los que comandan el barco. Podemos comprender -jamás entender- a Ingram, quien arrastra pañales en esta Liga, pero ¿Rondo y Paul? ¿En serio? Dos jugadores que llevan a sus equipos a destino, que peinan canas en la NBA, se complotan para arruinar la fiesta del Gran Gatsby como alumnos indisciplinados de secundaria. No sólo sorprende, provoca vergüenza ajena.

Nos hemos cansado de celebrar la magia de CP3 en la NBA. De hecho, él fue el gran cambio que tuvieron los Rockets para ser el máximo competidor de los Golden State Warriors por el premio grande. Pero con el dolor que producen los desengaños, venimos a corroborar que esto no es la primera vez que pasa. Por lo tanto, hemos decidido compartir, gracias al apoyo del departamento de estadísticas de ESPN, un compendio de acciones poco deportivas en las que se ha visto comprometido el cerebro del conjunto de Mike D'Antoni a lo largo de su carrera:

1) 6 de marzo de 2005:

En el torneo ACC, Chris Paul le pega un codazo a Julius Hodge a la altura de la ingle y se gana una suspensión de un partido.

2) 3 de mayo de 2013:

Paul golpeó en el estómago a Marc Gasol en el cierre del Juego 6 de la primera ronda de playoffs de Conferencia Oeste entre Clippers y Grizzlies.

3) 1 de abril de 2015:

Chris Kaman golpeó a Chris Paul en un rebote y se inició una pelea entre los Clippers y los Blazers.

4) 25 de noviembre de 2015:

Paul golpea a Rudy Gobert en un lanzamiento echándose hacia atrás, empujando a Gobert al piso.

5)9 de marzo de 2016:

Paul empuja a Kevin Durant en la ingle mientras sigue su tiro en un partido contra el Thunder.

6) 13 de marzo de 2017:

Paul se pelea con Rudy Gobert por empujarlo en un rebote ofensivo, haciendo que los árbitros intervengan para evitar que la situación sea peor.

7) 10 de enero de 2018:

Paul anota una bandeja en soledad en vez de dejar correr el reloj con los Rockets venciendo a los Trail Blazers por 7 y con 12 segundos en el reloj. Damian Lillard confronta a Paul para dialogar la situación y por muy poco no van a las manos.

8) 14 de mayo de 2018:

Paul le pegó un codazo a Kevin Durant en las Finales de Conferencia Oeste, pero no se sancionó falta.

¿FUERON JUSTAS LAS SUSPENSIONES?

Debido al altercado entre Lakers y Rockets, Brandon Ingram recibió cuatro partidos de suspensión y Rajon Rondo tres, ambos de Lakers, mientras que Chris Paul sólo fue sancionado con dos encuentros.

Parece demasiado poco para un comportamiento que resulta completamente inaceptable para cualquier jugador sobre todo los experimentados.

Evidentemente, el tribunal de disciplina no tuvo en cuenta el prontuario explosivo de los protagonistas del escándalo. O, de una manera arbitraria, prefirió medir con una vara diferente tras estar recién viviendo el amanecer de la temporada regular.