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Una luz de esperanza

El poker argentino dio un paso al frente en Córdoba ESPNdeportes.com

CORDOBA -- El poker argentino está en una etapa de transición. Luego de un año de pozos abultados y torneos multitudinarios, la tendencia marca un notorio descenso en la cantidad de jugadores por evento. Esto resulta extraño, considerando que cada vez hay más gente que juega poker, pero hay varios factores para explicar los motivos.

Por empezar, hubo un cambio de modalidad en casi todos los casinos. Mientras el año pasado todos los torneos eran con recompra y add-on, este año se decidió profesionalizar y optar por torneos frizados. Sin embargo, el deseo de muchos jugadores por mejorar se transformó en una contra para los pozos, que ante la misma cantidad de participantes, fueron decayendo. Ya no estaban los incrementos fuertes que daban las recompras y el add-on, entonces no resultaba tan atractivo jugar los torneos que antes se llenaban.

A la par, se multiplicaron las ofertas. Muchos casinos empezaron a ofrecer más torneos, series de diferentes valores y para todos los gustos. Esto también achanchó a los jugadores, que en vez de trasladarse de ciudad en ciudad optaron por quedarse en casa y ahorrarse unos pesos.

Como los premios dejaron de ser tan buenos, ya no resultaba rentable viajar a jugar a otras ciudades. Y al tener la opción de jugar al menos un buen torneo por mes cerca de casa, no hacía realmente falta viajar a otro lado.

De todos modos, a cada torneo al que viajo, siempre tengo la esperanza que la tendencia se revierta. Lamentablemente, este año, la expectativa de cambio siempre era precedida por la decepción de un nuevo bajón. Santa Fe ya no supera los 100 jugadores, Melincué bajó de los 200 del año pasado a los 100 este año, Corrientes debió suspender fechas, Rosario se clavó con un torneo de 45 jugadores y así en todos lados.

Córdoba parecía el lugar ideal para cortar la mala racha. La cordialidad de siempre de los organizadores, un torneo barato de 2000 pesos y la ubicación central del torneo en Villa Carlos Paz, daban lugar a la ilusión. Y aunque es cierto que no llegamos a los 400 del año pasado, un torneo de 181 jugadores y otro de 142, dieron una luz una luz de esperanza.

Es cierto que hubo factores que influyeron para que no fuera más multitudinario. Por empezar, la demora en la promoción. La decisión de armar el torneo se retrasó hasta último momento por varios factores y eso evitó que muchos jugadores se enteraran de la fecha. Además, otra vez jugó el choque de calendarios. Conrad tenía una fecha para este fin de semana y Madero organiza un torneo grande a partir del lunes, por lo cual muchos porteños y apostadores grandes se vieron obligados a elegir entre uno u otro.

De todas formas, en Córdoba hubo varias cosas para rescatar. Por empezar, el nivel fue bueno, con varios recién llegados de Las Vegas en los paños cordobeses. En juego estuvieron Julio Saavedra, el mejor argentino del Evento Principal, y Daniel Carbonari, quién terminó 10º en un Evento de la Serie. También jugaron Fabián Turc y Daniel Asis, otros dos con experiencia reciente en Vegas, y se le suman participantes que han tenido éxito en el circuito como Fabián de la Fuente, Javier Hildner, Adrián Pellegrinet, Guillermo Sánchez, Leo Perotti, Eduardo Camia, Enzo Rauna, Eduardo Trulli y Rodo Galán.

Sirve rescatar también los esfuerzos de los organizadores por darles atractivos extra al torneo. Para este evento prepararon un show de entrada en honor al bicentenario argentino, arrancando con el himno nacional a base de armónica y continuando con un show de tango y el tradicional cuarteto. Además como siempre la tropa estuvo bien alimentada, con una suculenta merienda y una cena con paella en el día 1 y una picada y ravioles de verdura con salsa en el día 2.

Durante toda la semana se jugaron innumerables mesas satélites y lo más interesante fue el torneo de damas, del cual participaron siete entusiastas. Las chicas decidieron hacer un sit&go y las mejores avanzaron al segunda chance de 500 pesos que se jugó el domingo.

El Evento Principal entregó premios para 18 jugadores y a la postre, el campeón fue Ricardo Albrecht, quien repartió el pozo con Eduardo Grand pero se quedó con el cheque mayor y la foto a la cabeza tras ganar el mano a mano. El podio lo completó Jorge Cruceño.

Córdoba sigue siendo una plaza muy atractiva para los jugadores por lo que ofrece más allá del poker. Los torneos parecen más una gran juntada de amigos que algo rígido y súper profesional. Es bueno que las estructuras hayan mejorado y que se apunte a una organización más pro, pero no hay que olvidarse que todavía estos eventos siguen siendo un espacio para despuntar el hobby de muchos participantes y hay que permitirles disfrutarlo a su manera. Por eso a quienes vengan a Córdoba les digo que se preparen para jugar un buen torneo, pero más que nada, a disfrutar todo lo que viene acompañado de él. El poker es una gran excusa para disfrutar de un buen fin de semana y hay que tomarlo así.

Esperemos que esta luz de esperanza que dio Córdoba propulse una mejora general. Que los Casinos finalmente se organicen para alimentarse mutuamente y no se terminen perjudicando entre sí. Y que la gente vuelva a sentarse en los paños para disfrutar de torneos multitudinarios.

Probablemente haya una nueva escala del tour cordobés a principios de octubre, y con un poco más de tiempo para difundir el torneo, seguramente veamos un evento aun más grande en la capital del poker argentino.