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Sigue el descontrol

El titular de AFA, como siempre, hizo lo que quiso Telam

BUENOS AIRES -- Hace pocos días, apenas dos semanas, decíamos a cuento de la reorganización de los campeonatos argentinos que los dirigentes le daban la espalda a lo conveniente.

Resulta que en aquel momento habían decidido la continuidad de los torneos cortos porque, según decían, "permiten pelear por algo todo el año", entre otras argumentaciones reñidas con el espíritu deportivo ("puede ser campeón cualquiera", por citar un ejemplo).

Por aquellos días había otra alternativa, respaldada por el presidente de AFA, Julio Grondona, y supuestamente impulsada por el Gobierno Nacional: era la de jugar un torneo largo, a 38 fechas.

Pero como nada es como se desea (en especial en la AFA), otro cambio llegó para darle un golpe de gracia a la credibilidad del fútbol argentino: resulta que Grondona no se rindió y transformó aquella decisión del Comité Ejecutivo en un híbrido que tiene poco futuro y que seguramente será modificada dentro de muy poco por el torneo largo de 38 fechas.

Grondona decidió que no haya dos campeones sino uno. Que el Apertura de ahora en más se llame Inicial y que al Clausura se lo denomine Final y que los ganadores de ambas ruedas de 19 fechas disputen una final en cancha neutral, a un partido, para resolver al único campeón de la temporada. Si el mismo equipo llegara a ganar ambas competencias, no habrá final.

Los promedios seguirán vigentes, pero ahora con tres descensos directos. Y se eliminan las Promociones. Con esta última decisión, seguirán los absurdos como los de este año, en donde un equipo (Tigre) podría llegar a ser campeón y descender simultáneamente, lo que sería una catástrofe deportiva. Ya que, ¿como se explica que el mejor equipo pierda la categoría?

Respecto de la clasificación para las copas, los ganadores de cada fase tendrán el premio de clasificarse para la Copa Libertadores, al igual que el campeón de la Copa Argentina, el mejor argentino ubicado en la anterior Sudamericana y el que más puntos sume en la tabla anual.

Para Sudamericana, el campeón anual ingresará junto a los cinco mejores equipos de la tabla general, excluyendo a los ya clasificados a la Libertadores. Sólo el ganador del año podrá jugar las dos copas en una misma temporada.

No hay dudas de que este tema no termina acá. Y que en la próxima temporada ocurrirá lo que todos esperan (menos los dirigentes que levantan la mano para votar en el Comité Ejecutivo) y que cae por su propio peso: un torneo anual a 38 fechas con reglas mucho más sencilla y claras.