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Toro nuevo, Toro viejo

Carlos Zambrano es un hombre nuevo. Desde que reapareció en la liga invernal venezolana, meses atrás, y especialmente a partir de su incorporación a los Marlins de Miami, en el spring training, repite a quien quiera oírle que su renovada relación con Dios le ha hecho mejor persona y mejor lanzador.

El nuevo Toro es el mejor recordatorio de cuán bien lanzaba el viejo Toro.
Zambrano, que esta semana consiguió el quinto blanqueo de su carrera en las grandes ligas, sólo ha tirado otras dos joyas monticulares como la que labró contra los Astros de Houston esta vez.

Es la tercera oportunidad en su vida que el nativo de Puerto Cabello logra un juego completo en el que permite tres o menos hits, poncha a nueve o más rivales y entrega uno o ningún boleto.
Lo hizo el 22 de julio de 2005, contra los Cardenales de San Luis, con una docena de guillotinados en su cuenta.
Volvió a hacerlo el 14 de septiembre de 2009, frente a los Astros, el día que se anotó un no-hit no-run.

Lo hace nuevamente ahora, dejado ya atrás el vaporón vivido con los Cachorros y su casi rocambolesca salida de Chicago.

Sí, el nuevo Toro se parece mucho al viejo Toro, a la mejor edición de aquel, el entonces as de los oseznos.

En 2004 llegó al 13 de mayo con 1.82 de efectividad. En 2008 llegó al 6 de mayo con 1.80 de efectividad. En 2012 tiene 1.98 de efectividad. Son las únicas ocasiones en que ha estado por debajo de las dos carreras limpias a esta altura del campeonato.

Zambrano no es el único protagonista venezolano de anécdotas, curiosidades estadísticas y nuevas marcas en la gran carpa en los últimos días.

Omar Vizquel es un buen ejemplo de eso. Siempre lo es. El domingo se convirtió en el torpedero con más edad en la historia de las mayores. Preguntado por el mayor logro de su carrera, el caraqueño respondió que se queda con este.

Así queda el lineup de mayor edad de todos los tiempos:

Esos son los hechos. Es lo que ocurrió en el terreno. Pero puede que los libros de récords digan otra cosa, porque Vizquel, según los box scores, también es el left fielder de mayor edad.

Ocurrió en abril, a comienzos de campaña. Los Azulejos alinearon a Vizquel en pleno extrainning, colocándole en lugar del patrullero izquierdo, pero enviándole a pararse en el cuadro, como un quinto infielder.

Vizquel tenía entonces 44 años y 11 meses cumplidos, dos meses más que Henderson en 2003. Si eso cuenta, y oficialmente puede que sí, el venezolano será el único en el equipo de los "ancianitos" con dos lugares en la alineación...

... A menos que contemos al cubano Miñoso, que puede figurar como bateador emergente, además de designado, pues emergió con el madero en 1980, a los 54 años de edad.

Vizquel entró nuevamente en la historia en los mismos días en que uno de sus últimos discípulos, Elvis Andrus, hacía lo propio.

Andrus llamó la atención del Elias Sports Bureau debido a su insólito ensañamiento contra los Indios de Cleveland. El torpedero de los Vigilantes de Texas ha dado hits en todos los 26 partidos que ha disputado en su vida contra Cleveland, desde que se estrenó arriba, en 2009.

Jamás otro pelotero ha comenzado su carrera en las grandes ligas con una seguidilla semejante. Vaya récord.

Pero también hubo una curiosidad colectiva. Durante la semana que Guillermo Moscoso estuvo con los Rockies, antes de ser devuelto a triple A, compartió con otros siete venezolanos en el roster activo: Carlos González, Marco Scutaro, Rafael Betancourt, Jhoulys Chacín, Jonathan Herrera, Edgmer Escalona y Ramón Hernández.

Esa es la cifra más elevada de peloteros procedentes de la tierra de Luis Aparicio que han coincidido simultáneamente en la gran carpa. Sólo había ocurrido otra vez, a comienzos de 2011, también en Colorado.

La fiesta duró poco. En menos de una semana, Chacín fue enviado a las menores y luego puesto en lista de incapacitados, y Moscoso y Escalona fueron luego bajados a Colorado Springs.

En el plano individual, Henderson Álvarez también tuvo lo suyo.

El joven monticulista de los Azulejos tiró un blanqueo, el primero de su carrera, el viernes 4 de abril, y se convirtió en el cuarto pitcher venezolano que consigue la faena en sus primeros 16 juegos arriba.
Wilson Álvarez, en su segunda presentación, en 1991; Géremi González, en la sexta, en 1997; y Aníbal Sánchez, en la décimo cuarta, en 2006, acompañan al carabobeño en precocidad.

La generación de relevo se abre paso. Siempre es así. Eso explica que José Altuve llegara a 15 juegos de dos o más hits antes que nadie en la Liga Nacional, y que sólo el súper veterano Derek Jeter tuviera más que el camarero de los Astros, 16, en todas las grandes ligas.

Pero a veces no es la sangre nueva lo que se impone, sino el deseo de ser un hombre nuevo. Que lo diga el Toro Zambrano.