Olvídense por ahora de la eterna batalla entre los Yankees de Nueva York y los Medias Rojas de Boston.
Bienvenidos a la nueva mayor rivalidad en las Grandes Ligas entre los Angelinos de Los Angeles y los Dodgers de Los Angeles, todo en un espacio reducido de 30 millas.
En un mundo ideal bastarían unos 38 minutos para cubrir la distancia entre los estadios de ambos equipos, pero no existe tal fluidez del tráfico en Los Angeles, así que calculemos 50 minutos, una hora.
Desde que el empresario Arturo Moreno compró a los Angelinos, el público latino de la ciudad, mayoritariamente mexicano, tenía el corazón dividido, pues muchos seguían su ancestral pasión por los Dodgers de la Fernandomanía.
Pero la rivalidad de estos conjuntos por acaparar el favor de la fanaticada local no había tenido jamás tantos ingredientes como ahora.
Tanto Angelinos como Dodgers se llevaron a los dos agentes libres más cotizados del mercado.
Los Dodgers le rapiñaron a los Angelinos al derecho Zack Greinke, pero desde Anaheim acaba de llegar una respuesta contundente, al firmar a Josh Hamilton por los próximos cinco años, a un costo de $125 millones.
Con el paso de los Astros de Houston a la Liga Americana, que deja 15 franquicias en cada circuito, los juegos interligas serán permanentes, con mayor repetición entre los equipos geográficamente más cercanos.
Para el 2013, podemos augurar chispas sobre el terreno cuando se enfrenten cuatro días seguidos en el mes de mayo.
El 27 y 28 de ese mes, los Angelinos jugarán en el Dodgers Stadium. El 29 y el 30 los azules les devolverán la visita.
Con la contratación de Hamilton, los Angelinos tienen la mejor tanda ofensiva de todas las Mayores, al menos en el papel.
Imaginen al recién llegado junto a Pujols, el sensacional Mike Trout, Mark Trumbo y el cubano Kendrys Morales, formando parte de la columna principal en el ataque.
Pero no sólo eso. La llegada de Hamilton le da a la gerencia movilidad a la hora de orquestar algún canje, en el que podrían irse Morales o Vernon Wells, este en el penúltimo año de su contrato, aunque con 42 millones pendientes.
El cubano sería una pieza de cambio ideal con los Marlins de Miami, donde sería venerado por sus compatriotas en la Capital del Sol.
Y como el derecho Ricky Nolasco ha pedido irse de los desmantelados Marlins, sería el refuerzo ideal para la rotación de los Angelinos, que tienen en Jered Weaver, C.J. Wilson, Tommy Hanson y Jerome Williams cuatro hombres garantizados, pero aún quedaría una vacante por llenar.
Del otro lado de la ciudad, los Dodgers, convertidos en los Yankees del Oeste, con la billetera abierta de par en par, tienen un pitcheo sólido, con Greinke y Clayton Kershaw como anclas principales y al menos seis lanzadores más batallando por los demás puestos.
Volvemos a lo mismo. La abundancia en un departamento determinado le da opciones a los ejecutivos y ahora mismo, si los Dodgers tienen un lado débil es la receptoría.
Esto no ha terminado. Las dos novenas angelinas aún podrían hacer nuevas movidas antes de que comience la temporada en abril del 2013.
Cuando completen sus respectivas maquinarias, las batallas entre ellos deben ser para alquilar balcones.