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El mérito de Bartoli campeona

El momento más importante en la carrera de Marion Bartoli Getty Images

Estoy impresionada por la solidez y la tranquilidad con que Bartoli jugó su segunda final de Grand Slam en Wimbledon. Todos esperábamos que hubiera nervios y presumiblemente seria Lisicki quien podía llegar a sufrir más porque no tenía experiencia previa en una final de un Grande, y así fue, pero más allá de los nervios de la alemana, lo de Marion fue impresionante.

Si Lisicki hubiera jugado sin nervios y a su mejor nivel, creo que hubiera tenido muy difícil ganarle a la Bartoli de hoy, que solo tuvo un pequeño bache entre el 5-1 para cerrar el partido y el 5-4 cuando Lisicki viéndose perdida se jugó todo y Marion obviamente, como le hubiera pasado a cualquier gran campeona, sintió la tensión de estar a un punto de ganar su primer Grand Slam.

El hecho de ver a auténticas leyendas del tenis como Billie Jean King o Martina Navratilova, múltiples campeonas de Grand Slam, aplaudiendo paradas a las jugadoras, me enorgullece porque respetan las diferentes épocas del tenis y reconocen la dificultad y el mérito de cualquier jugadora que sea capaz de llegar a la final de un Grande o de ganarlo. Ellas más que nadie saben los nervios que se pasan y valoran las miles y miles de horas de trabajo y sacrificio que hay detrás de esas jugadoras, y también de las que perdieron anteriormente y no estamos acostumbrados a ver cada día por televisión.

Por eso, los comentarios de aquellos que no saben lo que es jugar una final, ni siquiera fueron jugadores, me parecen una falta de respeto total, aunque ellos no sean conscientes, ni siquiera saben de lo que están hablando.

Contaba en la columna previa a la final de la valentía y el coraje de Bartoli, para cerrar una etapa de muchísimos años entrenando con su papá, en lo que seguramente fue una de las decisiones más difíciles de su vida, y lo digo consciente de la realidad, porque tengo una muy buena relación con Marion y compartí muchas charlas con ella en los vestuarios de los torneos, estando solas. Creo que hoy esa valentía y ese coraje de afrontar semejante situación le sirvieron precisamente para encarar una final de Wimbledon de la forma en que lo hizo.

Para mí es una gran alegría que Marion haya ganado un Grand Slam, aunque también reconozco que Lisicki es una muy buena jugadora de pasto y me hubiera alegrado si ganase porque pasó por muchísimas lesiones, y siguió trabajando duro. Nunca bajó los brazos, y eso ya la hace una campeona.

A partir de ahora empieza una "nueva vida" para Bartoli, que en los últimos meses pudo darse cuenta de que puede jugar muy bien al tenis y ser una excelente profesional, al mismo tiempo que se disfruta de la vida afuera de las canchas, saliendo a cenar con compañeras de circuito, paseando por las ciudades en los días de descanso y, sobre todo, estando relajada.

Si hacemos una comparación entre el box de Marion hoy, y el box de Marion en 2007 podríamos ver la diferencia entre la cantidad de personas que había apoyándola. Para su papá, que no hace falta aclarar que siempre hizo todo pensando en que era lo mejor para su hija, tuvo que ser muy difícil escuchar y aceptar el planteamiento de su hija, pero hoy pudo desde la figura de padre y con un gran equipo alrededor de Marion, disfrutar del sueño que siempre persiguieron. ¡¡¡Ojalá lo disfruten mucho!!!