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La pelea del semestre: Alvarado-Ríos II

La segunda pelea entre Brandon Ríos y Mike Alvarado fue mejor de lo que todos esperaban Josh Hedges/Getty Images

Cuando llegue el momento de elegir la Pelea del Año 2013, sería una apuesta segura el que muchas de las candidatas principales serán de los primeros seis meses. Para los aficionados al boxeo, el periodo entre enero y junio ha sido fantástico.

Fue complicado seleccionar la pelea de mitad de año, porque realmente uno difícilmente se equivocaría con cualquiera de las dos mejores, pero según mi opinión, la revancha entre Mike Alvarado y Brandon Ríos, el 30 de marzo en el Mandalay Bay, de Las Vegas, es la elegida.

En octubre, ellos chocaron por primera vez, con Ríos venciendo a Alvarado en el séptimo asalto de una batalla sensacional que finalizó en el segundo lugar para Pelea del Año.

Cuando firmaron la revancha, esta vez por el título vacante interino súper ligero, hubo expectativas muy altas para otro clásico. ¿Y saben qué? Ellos respondieron -- más de la cuenta -- con otra pelea increíble con mucha acción, que abrió la posibilidad de una segunda revancha.

Esta revancha fue un poco mejor que la primera pelea. Fue una riña intensa con muchos golpes limpios, y cambios de intensidad. Cómo es que esto se fue a 12 asaltos quedará para siempre como un misterio, porque los púgiles se estaban pulverizando mutuamente.

En el segundo asalto, Alvarado estuvo a punto de irse a la lona, y quedó seriamente lastimado por un jab con la zurda. Pero él se recuperó y los peleadores terminaron con un intercambio feroz que fue uno de los mejores rounds del año. Bob Arum, de Top Rank, estaba tan entusiasmado que él lo llamó el mejor round de una pelea que él haya promovido desde el épico primer asalto entre Marvin "Maravilla" Hagler y Thomas Hearns en su pelea por el título de peso medio.

Alvarado-Ríos II fue una pelea brutal. Ambos hombres resultaron lastimados, pero Alvarado, quien peleó la mayor parte de la noche con una cortada severa sobre su ojo izquierdo, boxeó lo suficiente para mantener fuera de balance a Ríos y agenciarse los rounds cerrados para una victoria, reñida pero merecida, por decisión 115-113, 115-113, 114-113.

MENCIONES HONORÍFICAS

Timothy Bradley Jr. vence por decisión en 12 rounds a Ruslan Provodnikov (16 de marzo en Carson, Calif.): Cuando Bradley, quien venía luego de su muy controversial victoria por decisión dividida sobre Manny Pacquiao, fue programado contra Provodnikov, el mundo boxístico bostezó. Y luego vimos la pelea. Oh... Dios... Mío. La acción fue feroz y constante, y el drama inolvidable. Aunque Bradley ganó por decisión unánime -- 115-112, 114-113, 114-113 -- el hecho de que él llegó hasta la campanada final bajo la presión inmensa e incesante de Provodnikov hizo de esto un espectáculo para contemplar. Provodnikov casi noqueó a Bradley en el primer episodio, enviándolo a la lona con un derechazo bien medido, aunque el réferi Pat Russell lo marcó como un resbalón, una decisión que ultimadamente le costaría un empate a Provodnikov.

Provodnikov siguió lastimando a Bradley y lo puso en grandes aprietos. Él casi terminó la pelea de nuevo en el segundo round con otra arremetida, pero Bradley sobrevivió. A partir del tercer asalto, Bradley logró recuperarse, volvió a la pelea y comenzó a ganar rounds. Hubo mucha acción en ambas direcciones, especialmente a finales del sexto, que fue absolutamente sensacional, donde ellos simplemente se vapulearon mutuamente. Provodnikov sufrió una cortada severa en su párpado izquierdo en el noveno asalto, y ambos púgiles habían recibido tanto castigo que en varias ocasiones, sus entrenadores, Freddie Roach (Provodnikov) y Joel Díaz (Bradley), amenazaron con parar la pelea. Ninguno lo hizo, preparando el escenario para una conclusión dramática.
Con Provodnikov aparentemente necesitando un nocaut para ganar, él pasmó a Bradley con la zurda, luego lo lastimó de nuevo con un derechazo y lo mandó a la lona con una ráfaga de golpes cuando faltaban 15 segundos en la pelea. Un Bradley aturdido venció el conteo de Russell, y la pelea terminó antes de que pudiera lanzarse otro golpe.

Guillermo Jones vence por nocaut en 11 rounds a Denis Lebedev (17 de mayo en Moscú): Jones, peleando en el territorio del ruso Lebedev, recuperó el título crucero en una pelea que no fue apta para cardiacos. Fue un festival de golpes fantástico, y una leve sorpresa, pero también fue un ejemplo desafortunado de cómo se le permitió seguir a un boxeador pese a una terrible lesión. Jones le propinó una cortada a Lebedev en el ojo derecho en el primer salto, y aunque Lebedev iba ganando la pelea, el ojo empeoró –hasta el punto en que todo el costado derecho de su rostro estaba inflamado y ensangrentado. Él no podía ver nada con ese ojo, pero se le permitió seguir. Pese a la lesión, la acción fue sensacional, y el corazón de Lebedev fue algo para admirar.

Conforme empeoró el ojo, Jones agarró ritmo y se adueñó de las acciones. Ellos se midieron mutuamente con enormes impactos en el sensacional séptimo round, candidato a round del año, y para entones el ojo de Lebedev estaba irreconocible. Conforme Lebedev fue desvaneciéndose, Jones no podía fallar, finalmente mandándolo a la lona con un impacto de zurda al ojo, que él nunca vio. Lebedev, adelante en las tres tarjetas y en camino a una decisión de casa, mostró todo el corazón del mundo, mientras intentaba ponerse de pie. Pero él no pudo vencer el conteo, para que fuera el final de un espectáculo espeluznante pero emocionante.

Carl Froch vence por decisión en 12 rounds a Mikkel Kessler (25 de mayo en Londres): En el 2010, Kessler superó a Froch durante el Super Six World Boxing Classic para llevarse el título mundial en la mejor pelea del torneo. Esa pelea fue en Dinamarca, país natal de Kessler. Chocando de nuevo tres años después, en esta ocasión para unificar campeonatos en la tierra de Froch, ellos brindaron otro clásico que fue impulsado por la energía increíble de la afición que agotó las 18,000 localidades de la O2 Arena. Froch inició veloz y se apuntó varios rounds tempraneros al tatuar a Kessler con jabs y derechazos. Pero Kessler también conectó muchos golpes. Pero simplemente él no estaba lanzando los suficientes.

Para el tercer asalto, el rostro de Kessler ya mostraba daño, y él recibió una cortada sobre su ojo derecho. Kessler lastimó a Froch en el quinto salto con un gancho de izquierda y de nuevo con un impacto de derecha en el sexto. Sin embargo, Froch lanzaba golpes de manera casi incesable. Hubo numerosos intercambios emocionantes, especialmente en el excelente séptimo asalto, y en el octavo, que estuvo plagado de acción. Sin embargo, para los últimos rounds, Froch tomó el control. Aunque Kessler tuvo un gran round 11 y fue por el nocaut en el 12, Froch lo controló para ganar una pelea violenta, con scores de 118-110, 116-112, 115-113.