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El lugar de Phil Mickelson

¿Es Mickelson, después de Muirfield, uno de los 10 jugadores más importantes de la historia? Getty Images

BRISTOL -- Tengo que confesarles que la semana pasada cometí un error. Me dejé llevar por unas declaraciones de Tiger Woods que no me gustaron y dediqué este blog semanal a eso, en lugar de haber resaltado el enorme éxito de Phil Mickelson.

Más abajo pueden leer todo lo que le sacaron al pobre Phil (ver subtítulo "OBLIGACIONES FISCALES"), pero estoy seguro que su alegría es tan grande por haber ganado el Open Championship que poco le importó lo que su contador le dijo al día siguiente.

Lo primero para destacar es que Phil ganó su quinto Major y esto lo pone en el mismo escalón que Severiano Ballesteros, Peter Thompson y Byron Nelson en cantidad de torneos grandes ganados. Los 66 golpes del último día fueron la ronda más baja de la semana y desde que Tiger había anotado 66 el domingo de Valhalla en 2000, ningún ganador de Major había presentado una tarjeta tan baja el día final de un torneo mayor.

Mickelson sumó su título 42 en el PGA Tour y esto lo pone en el 9º lugar en la historia, a solo 3 del legendario Walter Hagen. Su primera victoria llegó en 1991, cuando ganó en Tucson como amateur, y 23 temporadas más tarde sigue ganando, pero todavía lejos de Ray Floyd y Sam Snead, que ganaron 30 años después de obtener su primer título.

Todos estos son números que explican que estamos ante uno de los grandes del golf, pero la pregunta es dónde está Mickelson hoy en la historia del juego. Es difícil dar una respuesta exacta a esto, pero hay algunas cosas que el zurdo deberá lograr para terminar de meterse entre los 10 más grandes del golf.

Entre las cosas que le faltan salta rápido el US Open. Sus seis segundos puestos le han dejado cicatrices duras de curar, pero creo que en los próximos dos años en Pinehurst y Chambers Bay tendrá una buena oportunidad de completar el Grand Slam.

Otra cosa que Mickelson nunca pudo lograr es terminar como Nº1 en la lista de dinero ganado en el PGA Tour, nunca fue Nº1 del Ranking Mundial y jamás fue jugador del año en el PGA Tour. Estas últimas tres cosas puede ponerlas en su currículum este año, si logra mantener el ritmo en los próximos dos meses, pero ya sabemos que a Phil le cuesta ser consistente. Tiene picos muy altos, como los que mostró estas dos semanas en Escocia, y después parece que se toma unas vacaciones.

Ahora tiene la oportunidad, y espero que no la deje pasar.

Todas estas cosas ayudarían a los fanáticos de Mickelson a defender su postura que dice que ya es un Top 10 de la historia. Tenemos que recordar que para poder estar en ese selecto grupo no sólo hay que entrar, sino que hay que sacar a alguien, y por ahora no me animo a sacar a los que creo que conforman esa lista: Nicklaus, Woods, Hogan, Player, Sarazen, Hagen, Watson, Snead, Jones y Vardon.

A Mickelson le quedan algunos años todavía para seguir ganando, está bien físicamente, su mujer parece recuperada del cáncer, su magia sigue intacta y creo que el deseo de ganar ese US Open es tan grande que lo mantendrá activo hasta que lo logre. Si lo hace, podremos reevaluar la lista. Por ahora hay que disfrutar de uno de esos jugadores que salen una vez cada tanto y no cometer el error que yo hice al no resaltar en debida forma su enorme actuación en Muirfield.

OBLIGACIONES FISCALES
A principios de año, Mickelson habló de la cantidad de impuestos que pagaba en California y dijo que le parecían exagerados. La respuesta fue que alguien que gana 55 millones de dólares por año no debería preocuparse por lo que paga, aunque a nadie le gusta que le saquen el 60 por ciento de los ingresos.

En Escocia, el zurdo volvió a experimentar el peso impositivo, pero esta vez los números se conocieron con detalle. Sus dos triunfos en Escocia le representaron un premio de 2.167.500 dólares y el gobierno se quedó con el 61,12 por ciento, monto que se compone de la siguiente manera: cuando se gana más de 150.000 libras, el ente recaudador británico eleva la tasa al 45 por ciento, a esto hay que sumarle el 45 por ciento de la parte proporcional de los contratos publicitarios de Phil (Callaway, KPMG, etc.) y los bonus que reciba por los triunfos. Además de esto, Mickelson deberá pagarle al estado de California 13,3 por ciento, 2,9 por ciento al gobierno americano y 0,9 por ciento a Medicare. Esto lo deja con 842.700 dólares netos. Mickelson podrá deducir sus gastos durante esas dos semanas y el pago al caddie, pero no recuperará mucho de lo que le retuvieron.

En algún momento, Phil habló de dejar California. Eso le representaría salvarse de ese 13,3 por ciento, algo así como 250.000 dólares.

Me parece que no pasará mucho para que esto suceda.