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Final inesperado para un gran juego

Mike Matheny hizo todo lo posible para perder el tercer juego de la Serie Mundial, pero los dioses del béisbol se confabularon a favor de los St. Louis Cardinals, para que vencieran 5-4 a los Boston Red Sox en un partido de final inesperado.

Dicen que los grandes juegos se deciden o por un jonrón o por un error.

Un tiro desviado de Jarrod Saltalamacchia a tercera y una interferencia del antesalista Will Middlebrooks le abrieron las puertas del plato a Allen Craig con la carrera que dejó al campo a los Medias Rojas en el final del noveno.

Boston luchó contra la corriente y dos veces vino desde atrás para igualar la pizarra, primero a dos carreras en el sexto y luego a cuatro rayas en el octavo, cuando parecía que los Cardenales tenían el juego en el bolsillo.

Matheny dirigió uno de los peores partidos de su vida desde el mismo primer inning, cuando sin outs y corredor en primera ordenó sacrificio de toque con Carlos Beltrán, en una jugada excesivamente conservadora, apenas iniciándose el encuentro.

Luego violó una regla no escrita del béisbol: la potencial carrera de la ventaja no se pone en circulación, aunque venga a batear el mismísimo Babe Ruth reencarnado.

En el octavo, con ventaja de 4-2 en la pizarra y los Medias Rojas con corredores en segunda y tercera y un out, mandó a pasar intencionalmente a David Ortiz para llenar las almohadas e intentar una doble matanza salvadora que nunca apareció y Boston terminó igualando las acciones.

En el octavo, con dos outs y Carlos Beltrán en la caja de bateo, el manager de San Luis envió al robo de segunda a Kolten Wong, quien estaba en primera por sencillo.

La respuesta del manager de Boston, John Farrell, no se hizo esperar: base por bolas intencional a Beltrán, con lo que se quitó de arriba al mejor bateador de los Cardenales en postemporada.

Pero la noche estaba para San Luis y en el noveno fue Farrell quien se equivocó.

Después de un out, Molina disparó sencillo y Allen Craig, de emergente por Trevor Rosenthal, soltó lineazo al izquierdo que se convirtió en doblete.

Si se pierde con la de tercera, la lógica dictaba pasar intencionalmente a Jon Jay para llenar las bases y buscar el out forzado o el doble play con el siguiente bateador, el débil Pete Kozma.

Sin embargo, Farrell mandó a cerrar el cuadro y lanzarle a Jay, quien bateó rola difícil por segunda sobre la cual Duston Pedroia se lució y retiró en el plato a Yadier, enviado al suicidio.

Pero Craig se lanzó a la antesala y Saltalamacchia la metió en el jardín izquierdo, el corredor se enredó con Middlebrooks y el árbitro Jim Joyce decretó acertadamente la interferencia que permitió la anotación de la victoria.

Ahora los Cardenales tienen ventaja de 2-1 en la serie, cuando el domingo se disputará el cuarto partido, con Lance Lynn y Clay Buchholz como abridores por San Luis y Boston, respectivamente.