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Ortiz, bateador clásico... de clásicos

BOSTON -- Mucho antes de que el champagne comenzara a resbalar por su rostro y el comisionado le entregara el trofeo de Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, David Ortiz ya había sido cuestionado por su impresionante desempeño ante los Cardenales de San Luis en el clásico de otoño.

Es más, cuando apenas había jugado 15 partidos en la temporada del 2013, ya el "Big Papi" de los Medias Rojas de Boston fue sometido al escrutinio público por hacer lo que mejor ha hecho la mayor parte de su existencia: Batear.

Es una nueva tendencia en la cobertura del béisbol. Si un jugador estelar no responde a las expectativas en momentos importantes, muy probablemente será criticado por no justificar su salario. Pero si lo hace, automáticamente se convierte en sospechoso de hacer trampa para mejorar el rendimiento.

Se podría decir que es el resultado de los innumerables escándalos que ha debido enfrentar Grandes Ligas en el proceso de pasar de ser una de las organizaciones más permisivas en el uso de sustancias controladas a una con el programa antidopaje más estricto de los deportes profesionales.

"Que te digo, las cosas negativas siempre estarán ahí. Las dejo a Dios", dijo Ortiz a ESPNdeportes.com la madrugada del jueves en una esquina del bullicioso camerino de los Medias Rojas, donde se celebraba la victoria en el sexto juego de la Serie Mundial.

"Para la gente, nada de lo de nosotros es limpio. Eso se lo dejo a Dios", dijo Ortiz. "Tengo que aclarar que no para toda la gente, sino para algunas personas. Siempre están al acecho buscando destacar cualquier aspecto negativo. Es la naturaleza de muchos ahí afuera", agregó un poco más tarde.

Ortiz, de 37 años, fue escogido Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2013, tras batear de 16-11 con dos jonrones, seis carreras impulsadas y ocho bases por bolas en 25 apariciones al plato. En el sexto y último juego de la serie fue transferido cuatro veces, incluyendo tres de manera intencional. Sus porcentajes de bateo (.688) y embasamiento (.750) fueron los segundos mejores de todos los tiempos.
Varias horas antes del arranque del juego final, el comentarista Colin Cowherd, de ESPN, sugirió en una aparición en "SportCenter" que el gran desempeño de Ortiz pudiera ser derivado del uso de sustancias.

"¿Tengo derecho a sospechar? Sí. Ya no pasó una prueba en 2003, The New York Times lo descubrió años más tarde. Él y Manny aparecieron en una lista de 100 jugadores. Si alguien puede tener una aventura ¿no puede tener otra?", dijo Cowherd.

"Quiero decir, al final, este es un tipo del que hace 4 años se estaban escribiendo obituarios sobre su carrera en Boston. Tuvo un tramo de 2-3 años, donde estaba acabado Ahora su velocidad con el bate... está acabando un staff de la Liga Nacional, los Cardenales, que ninguno de sus compañeros de equipo puede batear. Nadie pudo batear (a los Cardenales) de Pittsburgh, nadie pudo batear (a los Cardenales) de los Dodgers – está bateando rectas de 96 millas por hora. Todo lo que digo es que tengo derecho a sospechar, los exámenes existieron", siguió Cowherd.

Por supuesto que Cowherd, y todos los reporteros alrededor del mundo, tienen derecho a sospechar. Los acontecimientos de los últimos 10 años avalan cualquier suspicacia. Pero pasar de estar intrigado a sugerir una violación debería estar amparado al menos en hechos y no suposiciones. El momento tampoco lucía ser el más adecuado.

Cuando Cowherd se refiere a una lista de 100 jugadores habla del grupo de peloteos que presuntamente dieron positivo a diferentes tipos de sustancias durante las pruebas anónimas y voluntarias que acordaron la Asociación de Peloteros y la oficina del comisionado para única y exclusivamente determinar si el béisbol necesitaba un programa antidopaje.

Aunque la lista era secreta y no incluía los nombres de los jugadores examinados, el periódico The New York Times reportó en julio del 2009 que un abogado que tuvo acceso a la lista le dijo que Ortiz y su compañero y compatriota Manny Ramírez estaban en la misma.

Cuando Cowherd dice que de Ortiz se escribían obituarios en Boston hace cuatro años, dice media verdad. Ortiz tuvo un terrible arranque en la temporada del 2009, cuando solamente bateó un jonrón en los primeros dos meses, pero ese año terminó con 28 jonrones y 99 carreras impulsadas. Desde que llegó a Boston en el 2003, que fue cuando comenzó a ser un pelotero regular, Ortiz no ha tenido un año completamente pobre cuando participó en al menos 140 partidos.

En el 2013 fue uno de tres jugadores que batearon .300 con 30 jonrones y 100 impulsadas en ambas ligas mayores y en su carrera de 17 años promedia .287 con 35 jonrones y 118 carreras remolcadas cada 162 partidos.

"Pero él es agradable. A-Rod no es agradable. Big Papi, la sonrisa, el que tuvo un poco de barriga durante un tiempo, él tiene un gran apodo, juega en el Fenway. Es una presencia agradable por lo que no queremos pensar que es verdad , pero él no pasó una prueba antes", dijo Cowherd.

Cowherd, como todos nosotros, está sorprendido del desempeño de Ortiz en la Serie Mundial de este año, pero las estadísticas muestran que el quisqueyano ha sido consistentemente el mejor bateador de todos los tiempos en el clásico de otoño.

Un reporte de ESPN Stats & Information-- preparado por John Fisher y Jonathan Costa-- muestra que además de ser el líder histórico de la Serie Mundial en promedios de bateo, embasamiento y slugging, Ortiz se ha embasado en sus 14 partidos del clásico de otoño, ha anotado al menos una carrera en 10 de ellos y tuvo por lo menos una carrera impulsada en siete encuentros.

En sus tres apariciones en la Serie Mundial, todas ganadas por Boston, Ortiz batea .455 (44-20) con seis dobles, tres jonrones, 14 impulsadas, 14 anotadas, 14 boletos y apenas cinco ponches.

"Sé que soy una de las fuerzas de este juego y me tomo las cosas de manera personal", dijo Ortiz. "Y eso ha sido toda mi carrera, un desafío", agregó.

"No puedo agregar más a la leyenda que actualmente ya es. El se mantiene escribiendo más capítulos de la misma", dijo Ben Cherington, el gerente general de los Medias Rojas.

"Puedes ponerlo en una sola línea. Buen trabajo, trabajo duro, tienen su paga y esto es lo que hemos recibido", dijo Ortiz. "Es un orgullo para mí haber ganado tres series mundiales, es difícil, pero se logra, debo darle las gracias a Dios", agregó.

Cowherd no es la primera persona que cuestiona el desempeño de Ortiz este año. El bateador designado no debutó hasta el 20 de abril por estar recuperándose de una lesión del talón derecho y cuando bateó .426 con cuatro jonrones y 17 impulsadas en sus primeros 15 juegos, el columnista Dan Shaughnessy, del periódico Boston Globe, escribió que Ortiz encajaba en el modelo de usuarios de esteroides, entre otras cosas por ser un pelotero entrado en edad y por ser nativo de República Dominicana.

"Que te digo, las cosas negativas siempre estarán ahí. Se las dejo a Dios. Para la gente, nada de lo de nosotros es limpio. Eso se lo dejo a Dios", dijo Ortiz durante la celebración de los Medias Rojas.

"Ganamos la Serie Mundial, que le saquen copia a eso", agregó.