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Liga MX: ¿Y el espectáculo?

Lo que sucedió el domingo, a mediodía, en Puebla, fue realmente vergonzoso. Puebla y Chivas no sólo salieron a jugar con desgano y apatía sino que también lo hicieron con poca idea y claridad de lo que querían en la cancha. Hace ya tiempo que el "corazón" del futbol mexicano envía señales de su debilidad sin que no se tomen las medidas adecuadas para resolverlo. El peligro radica en que el aficionado deje de comprar el boleto para el Estadio o que le cambia al canal de la televisión.

LOS ANGELES, CA -- El silbatazo final. Ese fue el momento más emotivo del partido estelar del domingo en el futbol mexicano. Y es que el tormento de más de 90 minutos se había terminado.

Hace una semana, los goles de toda una jornada se contaban casi con los dedos de las manos y entre este sábado y domingo nos encontramos con escenarios tétricos, donde el ritmo, el nivel técnico y las emociones desaparecieron dramáticamente de las canchas.

El futbol mexicano, la Liga MX está dejando de cumplir con su precepto más sagrado: brindar espectáculo. Y lo hace justamente en un año mundialista, donde los equipos y los futbolistas tendrían que estar motivados y en forma competitiva, a tope, para, entre otros temas, facilitarle las cosas a la selección mexicana de futbol.

Y este desplome no pudo haber comenzado hace dos o tres semanas. El "corazón" del futbol mexicano enviaba ya, hace tiempo, algunas señales de su deterioro: el desplome de equipos que invierten mucho dinero en el futbol como Tigres, Monterrey y el propio Santos. La forma en la que el América dominaba la Liga a placer por grandes parajes del 2013, la crisis deportiva profunda e histórica de clubes que siempre han dependido de fuerzas básicas como Pumas y Chivas y en las últimas semanas, la caída del campeón León que había mostrado el mejor nivel futbolístico de las temporadas más recientes. Ello, aunado, claro, al pobre y desgraciado nivel que la selección mexicana de futbol tuvo en el 2013.

Lo que sucedió el domingo, a mediodía, en Puebla, fue realmente vergonzoso. Puebla y Chivas no solo salieron a jugar con desgano y apatía sino que también lo hicieron con poca idea y claridad de lo que querían en la cancha. No ligaban dos pases buenos, no había un amague, una finta, una proyección a profundidad. Sobraban las jugadas intrascendentes a medio campo, pelotas que rebotaban, roces, faltas, balones que salían por la línea meta muy lejanas a las porterías, choques entre los propios compañeros de la defensa. Terrible, infumable para un Estadio Cuauhtémoc casi lleno y para millones que lo seguíamos a través de la televisión. Y entiendo que el Puebla es un equipo que juega casi siempre al borde del abismo y que Chivas está tratando de abandonar su crisis, pero al menos, ambos cuadros tenían que haber mostrado otro tipo de carácter y de personalidad para afrontar el partido.

No sé si sea la "vieja cantaleta" de los torneos cortos, o si los clubes han dejado de trabajar en la producción de futbolistas, o si hay sobrecarga, o si los entrenadores especulan, o si la calidad y cantidad de extranjeros y naturalizados ha fallado, no lo sé, pero el futbol mexicano ha caído en un marasmo peligroso donde el aficionado amenaza con dejar de comprar el boleto para el Estadio y el televidente con cambiar el canal de la televisión.

@Faitelson_ESPN