<
>

Mandatorio hablar español

Juan Francisco Estrada manda en los pesos moscas Dale de la Rey/AFP/Getty Images

Cuando se habla de boxeo no se debe y, para ser más exacto aunque me acusen de chovinista, no se puede obviar a los peleadores latinos. Mexicanos, boricuas, argentinos y cubanos, principalmente, marcan pautas en varias divisiones del Arte de Fistiana, convirtiéndolas en parajes donde es de estricta obligación dominar la lengua de Cervantes.

Si bien el talento está disperso por la mayoría de las categorías, en dos de ellas el dominio es abrumador: mosca (112 libras) y súper gallo (122). Esto no quiere decir que sean las más reconocidas, pues el mérito recae en pesos más mediáticos: 130 libras (súper pluma), 135 (ligero), 140 (súper ligero), 147 (welter), 154 (súper welter) y 160 (mediano).

Una fugaz mirada a la división mosca revela que el hombre fuerte es el azteca Juan Francisco Estrada (25-2-0, 18 KO), monarca unificado de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). En abolengo nadie le supera. A su sombra cohabitan el sudafricano Moruti Mthalane (29-2-0, 20 KO), rey de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), y el japonés Akira Yaegashi (19-3-0, 9 KO), mandamás en el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Al hecho de la doble monarquía habría que añadirle que los mexicanos Hernán 'Tyson' Márquez (36-4-0, 26 KO), Edgar Sosa (49-8-0, 29 KO), Giovani Segura (31-3-1, 27 KO) y el argentino Juan Carlos Reveco (32-1-0, 17 KO) se desenvuelven con soltura e influencia dentro de la nobleza.

El ascenso del invicto nicaragüense Román 'Chocolatico' González (38-0-0, 31 KO), toda una sensación en las 108 libras y que en noviembre de 2012 derrotó por decisión unánime a Estrada, consolida el poderío de la armada latina en la división, que es amenazado fundamentalmente por púgiles asiáticos: Amnat Ruentoeng (THA), Rocky Fuentes (PHI), Milan Melindo (PHI), Toshiyuri Igarashi (JAP), aunque también destaca el estadounidense Brian Viloria.

La cantidad suele ser un patrón para determinar la fortaleza de un grupo, pero no siempre cantidad es sinónimo de dominio absoluto. Si algún latino es incuestionablemente el 'súper gallo' de su corral ese es el cubano Guillermo Rigondeaux (13-0-0, 8 KO).

Dejando de lado que su estilo no despierta interés en las televisoras ni emociona a la fanaticada, 'El Chacal' no tiene un rival -- de ninguna nacionalidad -- que pueda preocuparle. Me atrevo a asegurar que junto a Floyd Mayweather Jr. (45-0-0, 26 KO) y Wladimir Klistchko (61-3-0, 51 KO) conforman la tríada más "autoritaria" del boxeo.

Si Rigondeaux no ha colocado en su estantería los cinturones del CMB y la FIB, para acompañar las fajas de la AMB y la OMB, se debe a situaciones ajenas a su voluntad. No es secreto que está dispuesto a pelear con cualquiera que tenga las agallas de retarlo.

Cuando Abner Mares dejó vacante el título del CMB los dos aspirantes designados para disputarlo simplemente se pasaron olímpicamente con ficha. "Es cosa de los promotores, pero si se pudiera evitar (una pelea con Rigondeaux), mejor", declaró previo al combate Víctor 'Vikingo' Terrazas (37-3-1, 21 KO), que simplemente siguió el guión de su oponente Cristian 'Diamante' Mijares (49-7-2, 24 KO), cuyas palabras previas de: "no, sin duda que lo evitaría", le permitiron compartir el ridículo, y por consiguiente, la cuota tocó a menos.

Ambos coincidieron en que el estilo del cubano es sumamente complejo y no deja pelear ni lucir, razón por la cual prefieren hacer carrera sin tener que enfrentarlo. Para fortuna del pugilismo otro azteca, Leo 'Terremoto' Santa Cruz (26-0-1, 15 KO), le devolvió credibilidad al título verde y oro noqueando a Terrazas "el Breve".

El Terremoto sería un interesante obstáculo en el camino del caribeño, aunque no hay nada escrito. La otra opción, el español Kiko 'La Sensación' Martínez (30-4-0, 22 KO) --dueño de la faja de la FIB--, parece demasiado endeble debido al desinterés marcado de sus mecenas. Aunque debe reconocerse los deseos del ibérico de pelear con Rigondeaux después de un hipotético duelo con el filipino Nonito Donaire (32-2-0, 21 KO).

Hasta que demuestren lo contrario, ambos estarán a la sombra del Chacal en el único feudo boxístico donde es mandatorio hablar español.