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De la "mordida" de Suárez a la de Messi

Suárez y Messi Getty Images

Mientras el uruguayo atentaba contra el "juego limpio", el argentino daba una muestra de su gran calidad: cuatro goles en tres partidos para colocar a Argentina como primer lugar de su grupo y con una primera ronda perfecta. Argentina como equipo parece seguir en deuda, pero tiene a Messi y mientras lo tenga a Messi en Messi, puede dormir tranquilo.

RIO DE JANEIRO, Brasil.- Dos mordidas diferentes en las últimas 24 horas de Brasil 2014...

Mientras Luis Suárez mordía al "Juego Limpio", Lionel Messi mordía al propio Mundial.

"Es de Júpiter", decía el entrenador nigeriano al finalizar el juego en Porto Allegre, donde el equipo africano plantó partido a los argentinos y sobrevivió, aun perdiendo, a los embates del mejor futbolista del mundo.

Messi volvió a enviar un mensaje contundente en Brasil 2014. A los tres minutos de juego, irrumpió poderoso y valiente por el centro del área para aprovechar un rebote del poste y del portero nigeriano y marcar el camino argentino. Cuando su equipo lo volvió a necesitar, cobró magistralmente un tiro libre de más de 35 metros para marcar su cuarto gol en tres partidos de la primera ronda. Argentina mejoró, es verdad, pero necesitará más cuando el Mundial ingrese a una zona compleja y cuando Messi tenga -como puede tener cualquier otro futbolista que se jacte de ser humano- un pasaje irregular.

"Quiero ser campeón del mundo por mi país", dijo al finalizar el juego en el Beira Rio de Porto Allegre. Y puede que, a pesar de la propia Argentina, Messi lo consiga, sobre todo si logra mantenerse sano y en un plano tan competitivo y mágico como el que ha mostrado en este Mundial.

LA OTRA MORDIDA...

La otra mordida fue real, impactante, desgarradora, absurda, baja, ruin e infame para un deporte que debe ser un ejemplo para millones y millones de personas en el mundo.

Luis Suárez volvió a la actividad: el cero x cero agobiaba a los uruguayos que se dejaban provocar por las intimidaciones italianas. Como pasó con Zidane y Materrazi en el 2006, ocurrió con Luis Suarez y Giorgio Chiellini en Brasil. Una mordida, la tercera de su carrera, debe sentenciar a Suárez de los Mundiales y quizá también de su exitosa carrera como futbolista.

Llegó a este a Mundial como el "9" más cotizado del mundo. Se ha ido mordiendo la limpieza, el espíritu, la imagen del juego.

Dos mordidas en menos de 24 horas. Una desleal, obscura, mezquina, la otra plena, maravillosa, mágica. Me quedo con la mordida de Messi.


@Faitelson_ESPN