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Chivas y la "madre de todas sus batallas"

La desesperación y la confusión están apoderándose de los mandos en el Guadalajara por una sencilla razón: Chivas no es un equipo acostumbrado a librar "batallas" por el descenso. La realidad es esa y a pesar de que cada una de sus acciones, en la cancha y fuera de ella, se magnifican y se sobredimensionan, Chivas debe tratar de mantener la calma y tomar las mejores decisiones.

LOS ANGELES, CA.-- Llamémosle "Plan B", "Plan Y", "Plan X" o "Plan de emergencia", pero Chivas no puede ni debe cruzarse de brazos justo ahora que la crisis se agudiza y que enfrenta la peor presión de toda su trayectoria como institución de futbol.

Para aquellos que negaban -Jorge Vergara, entre ellos- y para aquellos que negábamos -levanto la mano con mucho gusto- que Chivas, por su historia y por los futbolistas que contrató en el verano, no tendría que preocuparse demasiado por los temas de la tabla de porcentajes, les tengo una mala noticia: la situación apremia, es una realidad y las autoridades, en esta caso Vergara, los directivos y el entrenador deben adquirir la responsabilidad que les corresponde para tomar las mejores decisiones.

Hay una gran diferencia entre Chivas y otros equipos que luchan en el tema del descenso. El poder pasional y mediático del Guadalajara provoca que cada uno de sus resultados se sobredimensione y muchas veces se exagere. Lo que pasa en Puebla, en la UdeG, en el Morelia o en su momento en Atlas no tenía la misma repercusión que cuando el Guadalajara afronta una campaña con la tabla porcentual como una amenaza.

Chivas vive un momento sui géneris en su historia, está en un sitio que sus colores, su prosapia, su inteligencia no reconoce. Lo que para algunos en una situación normal para ellos es un estado de confusión y de alerta. Es una "batalla" que Chivas no tendría porque sostener, pero la está sosteniendo.

Existen varios peligros además, por supuesto, del temido descenso. Uno de ellos es que en esta desesperación por encontrar el funcionamiento y los resultados, Chivas pierda condiciones de su estilo de juego, en sus formas y maneras, que al tratar de asegurar su presente termine empeñando un futuro, en manos, en mentes, en sentidos totalmente opuestos a la identidad del club.

Y "el juego" fuera de la cancha continúa. En las últimas horas, se especula que Rafael Puente Júnior ha sostenido entrevistas con algunos de los candidatos para que, en que caso de que haya que "reventar" la era de Carlos Bustos, aparezca el personaje adecuado. Un español, un colombiano, un uruguayo, un holandés y un par de mexicanos. Entrenadores de todos los estilos, sabores y olores.

Pero Chivas está desesperado y confundido. Jorge Vergara no sabe hacia dónde ir y Puente es demasiado joven e inexperto para dar pasos seguros. La revelación que hace el técnico holandés Hans Westerhoff al periódico Reforma es una clara nuestra de ello. Westerhoff dice que esta misma semana fue traído desde Europa a la ciudad de México y que tras una charla de 45 minutos con Vergara y Puente lo dejaron plantado en el hotel. Westetrhoff estaba dispuesto a tomar al equipo en la situación en la que se encuentra en este momento. ¿Qué pasó? ¿Qué no le gustó a Vergara? ¿Qué les hizo detenerse? Nadie lo sabe.

Chivas tiene problemas de descenso. Eso es evidente, pero tiene la salvación en sus propias manos, tiene tiempo y espacio para hacerlo. Debe tratar de tomar las decisiones más acertadas y no dar vueltas de timón desesperadas y confundidas. Aunque parezca contradictorio y absurdo ante los acontecimientos que afronta, la calma puede y debe ser su mejor aliado.

@Faitelson_ESPN