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¡¡¡INFELIZ AÑO VIEJO!!!

BUENOS AIRES --
Desde hace ya dos años que algo ha cambiado y aún nadie pudo descubrir de qué se trata. Evidentemente va más allá de nombres propios porque el entrenador más exitoso de la historia del club no ha podido modificar el guión ni siquiera con la colaboración de uno de los máximos ídolos xeneizes.

El verbo elegido por Román Riquelme cuadró y todavía cuadra a la perfección: "sufrir". Resistir, aguantar, tolerar y soportar forman parte de una lista de sinónimos de "sufrir" que por ahora no aceptan "acostumbrar". Sin embargo pareciera que Boca, de no protagonizar un cambio rotundo, va camino a acostumbrarse a no ganar algún. Sí, y ya van dos años.

La Bombonera habla y muchas veces al oficiar de Cabildo Abierto ha dado a conocer sus veredictos. Por ello opto por quedarme con la voz del hincha, el parecer del fanático o el análisis más crudo de la tribuna al momento en que la pasión pisotea la razón. Y entre pasillos, escalinatas o ascensores del estadio la coincidencia copa la escena y con trazo grueso y tono quejoso argumenta que la sensación que dejó la eliminación con River en la Sudamericana sintetiza de alguna manera el mal que padece Boca.

"En el partido de ida, Boca se la pasó quejándose por como pegó River y en la mismísima Bombonera", entre dientes se lamentaba un socio vitalicio. "Abuelo, yo crecí aprendiendo que los que se quejaban siempre de los árbitros eran los de River, que los que te comían hasta el hígado en cada pelota eran los de Boca, que los que se morfaban veinte goles por partido eran los de River y que nosotros festejábamos siempre con un gol de otro partido...o no?", le retrucaba el nieto al vitalicio. "Algo cambió nene, algo cambió...", lamentó coincidir resignado el Abuelo.

No lo considero un diálogo menor...

Comenzamos a recorrer un nuevo mercado de pases. Durante el último tiempo cada seis meses Boca ha demostrado que le costó bastante acertar con el jugador indicado. Sí, es cierto que la mayoría de las recientes incorporaciones llegaron con una carta en alza de muy buen rendimiento en sus anteriores clubes. Sin embargo al momento de defender los colores ha quedado evidenciado que la azul y amarilla no es para cualquiera.

Antes de haber elevado las copas para el brindis de fin de año, Arruabarrena solo habrá podido cumplir dos deseos. Juan Forlín se quedará a jugar la Copa Libertadores y Pablo Pérez ya firmó como primer refuerzo. El aspecto defensivo parece ir "en teoría" tomando forma. En cambio la generación de juego aún sigue sin definición. Y sobre este aspecto el Vasco ya le manifestó su necesidad imperiosa a los dirigentes. Quizás las novedades las traigan los Reyes Magos. Para los primeros días de enero Boca ya habrá comenzado la pretemporada en Tandil.

Una final con Vélez que definirá si la hoja de ruta de la Libertadores es sinuosa o recta en medio de compromisos amistosos que deberá cumplir. Así comenzará Boca 2015, con el sabor amargo de los últimos dos años y al mismo tiempo con el aire esperanzador que llegó con el arribo del Vasco.

Sin muchos cambios algo deberá cambiar rápido. Y lamentablemente el intento deberá llevarse a cabo en medio de un año político y sin posibilidades de vuelta olímpica alguna antes de los seis meses, ya que el Torneo local será largo y la Copa América postergaría una hipotética semifinal y final de Libertadores. Por ende las cartas se jugarán todas juntas y muy cerca de la elecciones.

2015 será un Año Nuevo sin dudas. En cambio, que sea Feliz y Próspero por ahora forma parte del habitual deseo de cada fanático en estas fiestas en las que el hincha de Boca poco tiene por festejar.