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Los favoritos no ganan en Grandes Ligas

Los Nacionales arrancan la temporada como candidatos más sólidos para ganar la Serie Mundial. Thearon W. Henderson/Getty Images

KISSIMMEE, Florida -- Los Nacionales de Washington son los grandes favoritos para quedarse con todo en Grandes Ligas en el 2015, lo que no debería preocupar a los otros 29 clubes, tomando en cuenta lo que ha sucedido con los pronósticos de pretemporada en los últimos años.

Intentar predecir quién ganará en béisbol siempre ha sido una tarea difícil, pero en las ligas mayores se ha convertido casi en un imposible con el gran balance competitivo que ha logrado la industria en los últimos tres lustros y la expansión de los playoffs, además de la epidemia de lesiones (saludos especiales a la "Tommy John" del codo), entre otros intangibles.

En las pasadas 14 temporadas, ocho conjuntos --incluyendo dos que lo consiguieron por primera vez-- ganaron la Serie Mundial. En ese período, Medias Rojas de Boston y Gigantes de San Francisco atraparon tres títulos y Cardenales de San Luis obtuvo dos, pero Diamondbacks de Arizona y Angelinos de Los Ángeles ganaron sus únicas coronas.

Al mismo tiempo, Boston quebró una racha de 86 años sin ganar, los Medias Blancas de Chicago otra de 88 años y los Gigantes celebraron por primera vez como residentes de San Francisco.

Washington, que agregó a su muy buena rotación --y gran conjunto en sentido general-- al lanzador Max Scherzer, el mejor agente libre que había disponible, no solo está proyectado para ganar la División Este de la Liga Nacional, sino que además encabeza los pronósticos de las principales casas de apuestas de Las Vegas para quedarse con la Serie Mundial.

Dodgers, Angelinos, Cardenales, Medias Rojas y Marineros de Seattle escoltan al conjunto de la capital en la lista de los clubes con mayores probabilidades de bañarse de champagne a finales de octubre. Washington y Seattle son los únicos equipos de las ligas mayores que nunca han jugado en el clásico de otoño. Colorado, Houston, Milwaukee, San Diego, Tampa Bay y Texas son los otros que aún buscan su primer título.

Desde que los Yankees de Nueva York gastaron $426 millones de dólares en tres jugadores (el 1B Mark Teixeira y los pitchers CC Sabathia y A.J. Burnett) y pagaron una nómina total de $220 millones para ganar la Serie Mundial en el nuevo Yankee Stadium en 2009, ningún súper favorito ha levantado el trofeo.

Desde entonces, San Francisco ganó tres veces (2010, 2012 y 2014), pero, curiosamente, falló en las únicas dos ocasiones que fue incluido entre los reales aspirantes (2011 y 2013) en los últimos cinco años. San Luis y Boston ganaron en los otros dos años, cuando tampoco eran favoritos.

La temporada pasada, los Dodgers y los Tigres de Detroit sacaron las mejores notas iniciales de las casas de Las Vegas para alcanzar la Serie Mundial. Ambos conjuntos tenían prácticamente una estrella por posición --y hasta dos en algunos casos-- y algunos de los mejores pitchers de todo el negocio, incluyendo Clayton Kershaw, Zack Greinke, Justin Verlander y Scherzer.

Irónicamente, dos comodines que salieron de sus propias divisiones, San Francisco y Kansas City, disputaron el Trofeo del Comisionado. Los Dodgers fueron eliminados por segundo año consecutivo por San Luis en los playoffs de la Liga Nacional y Detroit por los Orioles de Baltimore en la contienda de la Liga Americana, ambos en primera ronda.

En el 2013, los Azulejos de Toronto agregaron a su roster a los dominicanos José Reyes y Melky Cabrera y los lanzadores R.A. Dickey y Mark Buehrle para colocarse en la cima de las pizarras de Las Vegas entre los mejores contendores a ganar todo en Grandes Ligas. Angelinos, Dodgers, Washington, Detroit, Cincinnati y Texas también figuraron en la lista.

Al final de la jornada, los Medias Rojas, que venían de quedar en último lugar el año anterior, vencieron a los Cardenales en la Serie Mundial con un David Ortiz que bateó .688 (16-11) con dos jonrones y seis impulsadas para ser nombrado el Jugador Más Valioso del clásico.

En el 2012, los Marlins de Miami estrenaron su nuevo estadio en La Pequeña Habana con un roster súper reforzado y un nuevo manager, el venezolano Ozzie Guillén, quien había ganado con los Medias Blancas en 2005, y los Angelinos invirtieron $331 millones en Albert Pujols ($254) y C.J. Wilson ($77,5) para forzar su entrada en el listado de favoritos, que incluyó a Boston, Yankees, Filadelfia, Detroit y Texas.

La historia corta es que para la segunda semana de abril, los Marlins estaban en todos los noticiarios del país, pero no por su juego, sino por la famosa cita "Yo amo a Fidel Castro" de Guillén a la revista Time que provocó la ira de la gran población cubanoamericana de Miami, mientras Pujols bateaba por debajo de .200 sin jonrones en Orange County.

Para mayo, los Marlins ya estaban fuera de competencia y en modo "venta al vapor" de algunas de sus estrellas y aunque Pujols encendió los motores y Mike Trout llegó al rescate desde las ligas menores, los Angelinos nunca alcanzaron a Oakland en el oeste de la Liga Americana.

El venezolano Pablo Sandoval bateó tres jonrones en el primer juego y terminó siendo el Jugador Más Valioso para que San Francisco lograra una barrida 4-0 contra el Detroit de Miguel Cabrera y Verlander en la Serie Mundial.

En el 2011, Filadelfia, que tenía una rotación de pitchers abridores encabezada por los derechos Roy Halladay y Roy Oswalt y los zurdos Cliff Lee y Cole Hamels, y Boston, que agregó al jardinero Carl Crawford y al inicialista Adrián González, entre otras figuras, fueron los sospechosos principales para cargar con la corona.

Filadelfia ganó 102 partidos en la serie regular, pero fue eliminado por San Luis en la primera ronda de los playoffs, mientras que Boston ni alcanzó la postemporada. Texas estuvo a un strike de conseguir su primera corona, pero no pudo completar el trabajo y los Cardenales ganaron la Serie Mundial en siete encuentros. Pujols bateó de 6-5 con tres jonrones, seis impulsadas y cuatro anotadas en el tercer juego, pero el Jugador Más Valioso de la serie fue el antesalista David Freese.

Los Yankees y Filadelfia, que chocaron en la final del 2009, aparecieron en la lista de favoritos para el 2010. Atlanta, Boston, Colorado, San Luis y Tampa Bay también recibieron altas calificaciones de los analistas y las casas de apuestas.

Los Gigantes, que estaban programados para batallar el oeste del viejo circuito con sus enemigos Dodgers, ganaron apretadamente el banderín a San Diego y luego pasaron por encima de Atlanta, Filadelfia y Texas para coronarse campeones por primera vez desde 1954, cuando aún estaban en Nueva York.

En resumen, más que nunca, el acertar el ganador de la Serie Mundial desde antes de que arranque la temporada de Grandes Ligas se ha convertido en una hazaña casi imposible. Además de las lesiones y cambios importantes en medio de la temporada, otro factor que ha aumentado el grado de dificultad de pronosticar es la ampliación de los playoffs con la creación de dos puestos comodines.

Washington, que tiene una rotación de ensueño y un buen pelotero en casi todas las posiciones del campo, es el gran favorito de América para conquistar el campeonato del 2015, pero la historia reciente nos indica que en realidad cualquiera podría ganar.

Bueno, en realidad cualquiera que no se llame Filadelfia, que de acuerdo a la casa de apuestas Bovada tiene las menores probabilidades (275-1) de levantar el trofeo cuando se haga el último out de la temporada.