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Toronto 2015: Los Milagros del Deporte

Y no se trata, de ninguna manera, de demeritar su triunfo. Todo lo contrario. Hay que reconocer en VICTORIAS como el de un gimnasta guatemalteco, una tenista mexicana y un nadador argentino el esfuerzo para destacar muy a pesar de las grandes adversidades y de que en sus disciplinas no suelen contar con una base, una estructura o una escuela. Ellos son auténticos milagros de su naturaleza deportiva.

TORONTO, Canadá.- "Milagros inesperados...".

Un guatemalteco gana el oro en la gimnasia artística, una mexicana se mete a la final del tenis femenil y un argentino vence en los 100 metros libres de natación.

Y cuando aparece el término o el calificativo de "milagro" no es, de ninguna manera, para menospreciar el esfuerzo y la dedicación de los atletas, que seguramente utilizan muchas horas para trabajar, entrenar y perfeccionar su técnica. Ello, además, de una fuerza psicológica que les impulsa a perseguir sus sueños.

Los "milagros inesperados", en mi opinión, ocurren en naciones donde prevalece el subdesarrollo deportivo y los atletas son capaces de competir en pruebas donde no hay una escuela, una base, una experiencia y donde generalmente, esa clase de triunfos obedecen a esfuerzos individuales, más que a un sistema, un método de trabajo, una planeación, estructura o infraestructura.

Jorge Vega López, 20 años, de Guatemala, sorprendió a todos imponiéndose en la gimnasia artística (modalidad de piso) dejando a los favoritos estadounidenses en las medallas de plata y bronce. La tenista mexicana Victoria Rodríguez se metió a la final femenil individual siendo la jugadora 321 del ranking mundial (WTA). Y el nadador argentino Federico Grabich asombró ganando los 100 metros libres sobre un canadiense y un brasileño que eran amplios favoritos. No se trata de encontrar pretextos o subterfugios para demeritar estos triunfos con alguna comparación que este fuera de orden, de contexto o de sentido. Ellos ganaron el oro panamericano y punto.

Lo que sí hay que valorar es el hecho de que al no existir, en su país, un precedente en el deporte donde lograron el éxito, hay, con seguridad, una dura historia de superación, donde el precio del triunfo es mucho más caro que pagar, que en naciones donde existe una añeja fórmula ganadora. Yo creo que más allá de las distancias, de los argumentos técnicos, físicos o mentales, el gimnasta Vega López nada tiene que "envidiarle" al chino Kai Zou, doble medallista de oro olímpico en piso. O que la Rodríguez, afectada por los grandes atrasos que ha tenido el tenis en México, este a "años luz" de una tenista como Serena Williams. Lo mismo con Grabich y la distancia con el brasileño Cesar Cielo, el "recordman" mundial de los 100 metros libres de natación o el estadounidense Adrian Nathan, campeón olímpico de la prueba en Londres 2012.

La historia del deporte está llena de grandes sorpresas o en este caso de "milagros inesperados", pero ello no intenta demeritar a nadie, todo lo contrario, los encumbra, los fortalece y los ubica más en el verdadero valor de su hazaña.

@Faitelson_ESPN