Señoras y señores... Panamá no se merecía esto. Su futbol, su actitud, con diez hombres, y su gallardía hasta el último minuto de juego son para aplaudirse. Lamentablemente el equipo fue perjudicado, como en su momento lo hicieron contra Costa Rica. El pase a la Final, sin duda, es inmerecido para México, porque el equipo jugó muy mal.
Considero que el arbitraje tiene dos cargas: incapacidad y consigna. No puede ser que marquen un penal, cuando un jugador cae encima del balón. Faltaban tres minutos y el árbitro buscaba el momento clave para marcar un penalti. Posiblemente roze la mano el balón, pero no es intencional. Si no lo marca, no pasa nada, pero al hacerlo, crea un desbarajuste con los panameños.
Dicen que Andrés Guardado pudo haber tirado fuera, pero si marcan un penalti, normalmente es decisión del técnico, si lo echas hacia afuera. Panamá jugaba con 10 hombres. México no encontró una jugada de gol. Ésta selección es un desastre.
La realidad es que para la Concacaf interesa que México dispute la Final frente a Jamaica. Cuidado a los caribeños, les puede pasar lo mismo. Los próximos rivales de México tienen un estilo rudo que podría perjudicarlos, porque en estos momentos hay una carga emocional y un arbitraje a favor de México, con la idea de colocarlo en la Final. Así lo ha pedido Televisa.
En lo futbolístico, México no se encuentra. Ha jugado mal contra Costa Rica frente a Panamá, marcaron penaltis que no eran. Ahora tampoco va de por medio la vida. Es sólo un juego, con características especiales, pero sin duda, Panamá perdió la cabeza, demasiada tensión, pero de milagro no golpearon al árbitro.
Ahora, Miguel Herrera ha perdido el control de la Selección. El ‘Piojo’ no es un técnico de una súper capacidad. Ya no hay expresiones de júbilo. Seguro está descontento por resultados con base en penales no marcados. Está claro que México tenía que llegar a la Final, como sea. En fin, el caso de Jamaica jugó mejor que Estados Unidos y se acabó.