MÉXICO -- El futbol, la cancha, no cesaron a Miguel Herrera de la dirección técnica de la Selección Mexicana. Su récord con el 'Tri' es ganador: 37JJ, 19G, 11E, 7P. Si bien no pasó de los octavos de final en el pasado Mundial, rescató la imagen futbolística de México (y a los jugadores) gracias a ese gran partido contra Croacia y la eliminación 'in extremis' contra Holanda. No, Miguel Herrera ya no es técnico de México, porque el 'Piojo' así lo quiso.
Vivimos, para bien o para mal o solo porque si, en una época en la cual la imagen es determinante de muchas maneras y lo profesional no ha escapado a esta realidad. Lo público jamás había sido tan público, y jamás había estado tan a la vista de todos.
El 'Piojo', por las razones personales que él tenga y que no discutiremos, se convirtió en uno de los personajes más mediáticos de México y eso tiene consecuencias, buenas y malas. Y mientras 'Piojo' estaba en comerciales y shows, el funcionamiento de la Selección ya no convencía a todos y las dudas y los temores, comenzaron a acechar la mente de Miguel que a cada critica respondía de una manera intimidante, retadora, síntomas de que se sentía amenazado.
Llegó la primera competición seria para México. Miguel decidió dirigir la Copa América. Pudo no hacerlo pero se puso ahí, en los reflectores, y eso fue estimable. Pero días antes de eso, el 'Piojo' emitió mensajes de apoyo vía tuiter para un partido político en medio de un periodo electoral. No discutiremos las preferencias políticas del 'Piojo', pero Miguel jamás pensó -o si lo hizo no le interesó- que eso lo iba a poner en medio de reflectores desconocidos; en una arena, la política, en la cual con más sensatez o prudencia, jamás se hubiese puesto. Contribuyó, y mucho, en su degradación pública.
A partir de entonces, cada alineación, cada jugada fallada y cada partido perdido, o 'malo', fue criticado hasta el hartazgo. Tuiter y Facebook no perdonan, se vive bajo su absolutismo y es un foro público como nunca antes hubo alguno. Por lo mismo, las empresas, instituciones gubernamentales, los medios de comunicación y los personajes públicos (y le guste o no a Miguel o al próximo en su lugar, el cargo de director técnico de México lo es), deben de ser muy cuidadosos y responsables con lo que escriben. Miguel dejó escribir y hablar al 'Piojo' y estas son las consecuencias.
Llegó la Copa Oro, una competición obligada de ganar para el Gigante de la CONCACAF. Miguel lo logró. No lo hizo de la manera deseada, pero el resultado está ahí, y México jugará contra Estados Unidos el boleto a la Confederaciones. Pero no habían pasado 24 horas de haberlo hecho, cuando el 'Piojo' cometió su último error. En el video, su hija, 'La Pioja', agrede a los comentaristas y Miguel se disculpa con uno de ellos (pareciera), pero deja que el 'Pijo' rete y amenace a Christian Martinoli, quien en los últimos meses cuestionó duramente el trabajo del entrenador.
No hay nada más peligroso para una persona que sus propios demonios, que sus propios temores. Miguel Herrera fue víctima del 'Piojo' y es lamentable que desde la Federación Mexicana de Futbol no se le haya ayudado a contenerse y eso no significa esconderlo de los medios, sino crear un grupo multidisciplinario que esté alrededor de los seleccionados y el seleccionador para ayudarles a desempeñar su trabajo que es visto por todos, todo el tiempo.