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Un año inolvidable

SAN PABLO -- La Copa Intercontinental que ganamos en San Pablo coronó la que fue, por amplio margen, la mejor temporada de mi carrera. Los 5 títulos con Real Madrid, premio MVP de la final de la Euroliga incluído, y la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río son logros inolvidables. Haberlos conseguido en solo 12 meses de trabajo es impresionante.

Para obtener este trofeo, el Madrid jugó con la mentalidad ganadora que nos caracterizó toda la temprada. Viajamos sin excusas y sabiendo que era muy pronto para una competición de estas características por los pocos entrenamientos juntos, ya que la mayoría veníamos de jugar con nuestras selecciones. Pero en vez de ser una contra, fue el motor que nos hizo luchar cada balón como el último en los dos partidos. Baurú fue un gran rival, muy competitivo, al que no hay que hacer otra cosa que felicitarlo por lo duro que nos hicieron jugar para conseguir este hermoso título.

La Intercontinental se me había negado hace 19 años. Yo era un pibe de 16, recién llegado a Olimpia de Venado Tuerto. Ganamos el primer juego contra Panathinaikos de locales, pero en Grecia perdimos los dos. Tanto tiempo después, ¡al fin la puede obtener!

El festejo en el vestuario fue con gran alegría (siempre con la infaltable selfie de Llull, merecido MVP) y dándole la importancia que se merece a una competencia que con el correr de los años puede tomar un protagonismo muy grande. Pero no se extendió mucho más porque a las pocas horas nos esperaba un largo viaje a España. Y ya debemos prepararnos para la Supercopa. La rueda vuelve a girar otra vez. Esta temporada fue increíble pero dormirse en los laureles no es mi idea ni la de nadie en Real Madrid.

Por lo rápido que tuve que cambiar el chip de la Selección al equipo, no comenté la emocionante clasificación a Río 2016. Ganar la posibilidad de disputar mis cuartos Juegos Olímpicos es algo soñado. Cuando decidí estar disponible para el Preolímpico, pensé que junto a Luis podíamos ayudar a este grupo de jóvenes para alcanzar el objetivo. Y así fue, nuestra experiencia más sus ganas y energía fueron una buena combinación.

Hicimos un muy buen Torneo de las Américas, al que habíamos llegado con la incertidumbre de ser un equipo nuevo, sin conocer el verdadero nivel que podíamos mostrar. El rendimiento fue mejor del que muchos esperaban. En la preparación habíamos sido irregulares, como lo éramos en la época de la Generación Dorada (ahí hay un legado más para los chicos, je!) pero a la hora de la verdad subimos en el rendimiento y nos ganamos el boleto a los Juegos.

La importancia de esta clasificación es que estos jugadores jóvenes van a poder vivir esta experiencia inigualable. No solo mantendrán a la Selección compitiendo en el más alto escaló mundial, sino que participarán del evento deportivo más hermoso que existe. Lo mejor que me pasó en mi vida deportiva es haber estado en tres ediciones de los Juegos Olímpicos, más allá de las medallas. Compartir momentos con las estrellas de cada disciplina, encontrarte que estás desayunando al lado del mejor velocista del mundo, son recuerdos imborrables.

Ojalá esta temporada me traiga tantas alegrías como la que acaba de pasar. Les mando un saludo a todos y la seguimos en la próxima.