Pensar en la Copa Confederaciones o en el inicio de la eliminatoria mundialista no parece la posición más correcta para el futbol mexicano y para sus selecciones. El camino que comienza este viernes por la noche la selección Sub-22, primero, tratar de clasificarse a los Juegos Olímpicos y luego tratar de defender el oro que obtuvieron en el 2012. Ese tendría que ser el verdadero reto del futbol mexicano, pero el negocio siempre está por encima del futbol...
LOS ANGELES, CA.-- Ni el 10 de octubre en Pasadena, ni el 13 de noviembre en el Estadio Azteca. El verdadero futuro de las selecciones mexicanas de futbol debería estar enfocado a partir de este viernes por la noche en Carson, cuando una interesante selección, conformada por futbolistas menores de 22 años, comience el camino de la defensa del que ha sido, quizá, el título y el logro más importante en la historia del futbol mexicano.
Pero en un futbol donde el negocio siempre se impone a la parte deportiva, una selección preolímpica que tratará de convertirse en olímpica no recibirá nunca los reflectores que merece.
México y Estados Unidos son favoritos para clasificarse en el preolímpico de la Concacaf que arranca en el Sur de California y cuyas fases finales se jugarán en Salt Lake City. México ha venido con una selección que en incluye, en su mayoría, a futbolistas que ya ocupan un papel -llamémosle estelar- en sus equipos de la Liga MX. Van Rankin, de Pumas, Salcedo y Lopez, de Chivas, Pizarro, Gutiérrez y Lozano, del Pachuca, Alfonso Gonzalez "El Ponchito", del Atlas , "El Cubo" Torres, del Houston Dynamo y hasta el portero Raúl Gudiño, que pertenece al Porto de Portugal, son algunas de los nombres más destacados de este equipo que con algunos de estos futbolistas logró, hace un par de meses, la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. México enfrenta en la primera a ronda a Honduras, Costa Rica y Haití. En el otro grupo están Estados Unidos, Panamá, Cuba y Canadá. Los dos finalistas van directo a Río y el tercer lugar deberá afrontar un repechaje contra Colombia.
La historia reconoce la superioridad mexicana en el área cuando se trata de selecciones con límite de edad, pero los "accidentes" existen, como el de la selección de Hugo Sánchez, que en la misma cancha de Carson, fracasó en la obtención del boleto para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Pero la historia es evidentemente diferente en cuanto a la preparación, concentración y ambición de esta selección.
Clasificarse a Juegos Olímpicos es una cosa y defender la medalla olímpica será otra historia. Los Juegos serán en Brasil, un país que tiene una asignatura histórica pendiente con la medalla de oro en el futbol olímpico y otra asignatura pendiente con lo que ocurrió con su selección en el Mundial del 2014.
Lo que está claro es el orden de las prioridades que tiene el futbol mexicano. Por más que el futuro de las selecciones y del propio futbol mexicano se muestre a través de un equipo de nivel Sub-22 que puede y debe clasificarse a los Olímpicos, el interés estará centrado en el boleto para la Copa de las Confederaciones y el inicio del proceso de clasificación para el Mundial del 2018.
El futuro es hoy para las selecciones mexicanas. No la Copa Confederaciones , no el Mundial de Rusia y sí este interesante grupo de futbolistas sub-22 cargados de gran talento.