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Los Diablos meten la cola en Semifinales

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Diabólicas semifinales. A Veracruz lo condenan los diantres del arbitraje que protegen a Pumas. Y el Toluca se salva a pesar de las temerosas temeridades de su entrenador ante el Puebla.

Listas las citas: Toluca encara a Tigres y Pumas al América. Una ruleta rusa la tanda previa a la Final del Apertura 2015.

UN DIABLO EN MISA

Si Toluca mantiene esa medrosa actitud, tendrá problemas. Irónico que el que icónicamente se llama Diablos Rojos, termine cada juegos con veladoras encendidas y con un rosario en la mano, invocando a todos los santos.

Más irónico aún, que un emblemático del Toluca, epítome del futbol ofensivo de su época, como José Saturnino Cardozo, elija una apuesta rascuache fundamentada en no perder con la esperanza de ganar. Hasta los Tigres del Tuca Ferretti pueden sonrojarse ante tan tacaña postura.

¿Y esos mismos Tigres? Han dado dos saludables exhibiciones ante un equipo armado para complicarlos. Queda claro que la reflexión de Egidio Arévalo Ríos es muy válida: "Si todos hiciéramos lo que se nos pide (por parte del Tuca), Tigres no perdería nunca".

Y si en el Juego de Ida, Tigres envolvió a Chiapas, en el Juego de Vuelta lo maniató. Se adueñó de la pelota y se olvidó de los riesgos. Sí, bostezos, quejas, pero Tuca, cerca de los 61 años, ya no tiene comezón por ensayos, y las críticas le dan pereza.

OSCURAS FUERZAS OSCURAS

América y Pumas confrontan a la maquiavélicamente maléfica Comisión de Arbitraje. La ponen en un dilema.

El trabajo arbitral ha sido deplorable en la Liguilla. Goles en fuera de lugar, y fueras de lugar inventados, para anular goles. Manos en el área, faltas que no se marcan. Temblor para asignar amarillas.

Hay pánico en la Comisión y hay Pánico por la Comisión de Arbitraje. Los demonios de la ineptitud o del dolo andan sueltos.

América se vio favorecido en a serie ante León. Y este domingo Pumas goza de un gol en fuera de lugar, y además un clara mano de Alcoba no le es marcada, en detrimento de un Veracruz que apretaba esperanzado.

¿Por qué Verón no se llevó la roja por reincidencia? ¿Por qué le tembló la mano a Roberto García Orozco con El Pikolín? En el caso de este juez, ya no se duda de su aptitud, sino de su actitud ante la honestidad del oficio.

Más allá de ese morbo inevitable, futbolísticamente Pumas y América deben ofrecer un buen espectáculo. De hecho, ninguno de los dos equipos merece que lo enturbie o lo pudra una sospechosa y deficiente actuación de la legión de saqueadores de Decio de María.

Lo que queda claro es que si se acusa de miopía o de astigmatismo a los silbantes, esa ceguera abarca a los mismos fanáticos, que se niegan a ver, lo que el resto del universo futbolístico en México, ve de manera evidente. Entendible: el fanatismo ciega.

Equipos con jugadores maduros, habilitados, si quieren, para hacer buen futbol, con el aderezo de la rivalidad, garantizan un encuentro intenso, que para muchos, por la popularidad de ambos, podría parecer, una Final adelantada.

Los antecedentes de poco sirven. Circunstancias transformadas, y que la referencia inmediata es muy pobre: 1-1, que no dejó satisfecho a nadie, en la Fecha 17 del torneo regular.