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El América sigue extrañando al "Piojo"

Y más allá de sus condiciones como entrenador, estaba sin duda, la gran relación profesional que sostenía con Ricardo Peláez. Tras la salida de Herrera, el América se ha vuelto un consumidor de entrenadores. Se fue Mohamed, se fue Matosas...Ambriz será ratificado, pero trabajará contra el reloj y con la urgente necesidad de ganar títulos, nada extraño en un club como el América...

LOS ANGELES, CA.- La realidad está a simple vista. Algunos la quieren ver, otros, no. Para mi, está claro: el América sigue extrañando a Miguel Herrera.

Nada ni nadie exime al América de su gran fracaso, pero de ahí a suponer que un nuevo cambio de entrenador sería, otra vez, una solución viable, me parece una postura totalmente equivocada.

El América, bajo la gestión de Ricardo Peláez, se ha transformado en un gran consumidor de entrenadores. Tras los saludables días de Miguel Herrera, el América no ha terminado por encontrar a la persona adecuada para hacer el trabajo de entrenador. Antonio Mohamed duró un par de torneos y se fue siendo campeón; luego, llegó Gustavo Matosas, que venía de haber alcanzado la gloria absoluta en el León. No le alcanzó con el título de la Concacaf para sostenerse en el mando. Y hoy, la continuidad de Ambriz podría estar en veremos mientras el equipo atraviesa el Pacífico tras su debacle en el Mundial de Clubes de la FIFA.

No sólo se trata de un entrenador que se adapte a las condiciones competitivas, a las siempre urgentes necesidades y a la presión de un club como el América. También, requiere, adaptarse a las condiciones de trabajo que propone el vicepresidente deportivo Ricardo Peláez. He ahí la dificultad que tiene este América para encontrar a la persona adecuada en el puesto.

Los números, a Ambriz, no le ayudan. La ausencia de títulos, lo sepultan. El equipo sumó 10 derrotas por todas las competencias que afrontó durante su mandato y aunque por momentos pareció poseer el equilibrio y la contundencia que requiere un cuadro como el América, jamás alcanzó un nivel de regularidad. Fue echado por Pumas en las semifinales del campeonato y fue humillado por el campeón de Asia --un equipo chino-- en la primera ronda del Mundial de Clubes. ¿Por qué merecería, entonces, un apoyo para continuar como entrenador americanista? La respuesta está en que el América conocía las virtudes y los defectos de Ambriz y los riesgos que conllevaba darle la dirección del plantel cuando tomo esa delicada decisión antes del verano. Quitarlo ahora sería tanto como atropellar los propios planes y sentidos del club. Para decirlo con claridad: Quitarlo ahora es pisotear el proyecto del propio Peláez.

El América no tiene otra salida. Requiere de estabilidad. Se ha convertido en un gran consumidor de entrenadores, se ha transformado en un equipo en el que reina la incertidumbre más allá de que las estadísticas y los trofeos siguen reconociendo la gestión de Peláez.

El América extraña a Herrera porque 'El Piojo' sabía y entendía como era la relación con Peláez, además, claro, del tipo de juego y de intensidad que consume el aficionado americanista. Ni Mohamed ni Matosas llegaron a ese entendimiento y en momentos complicados terminaron chocando con el dirigente. "Jamás volvería a trabajar con él", me confesó en una entrevista el hoy entrenador del Monterrey.

Ambriz será ratificado en el América porque no hay otro camino hacia donde virar. Es uno de los pocos personajes que puede trabajar bajo las condiciones de Peláez. Lo que está claro es que tendrá el tiempo en su contra. Si no levanta un trofeo en los siguientes meses, terminará dejando Coapa como "el villano" de la obra.

@Faitelson_ESPN