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Una herencia de mucho peso

Tomando en cuenta que una dinastía por extensión se aplica a toda familia que acumula grandes cuotas de poder de cualquier índole, ya sea, económico, político, cultural, o social durante varias generaciones, podemos decir que en el aspecto deportivo también se pueden marcar dinastías, especialmente en la lucha libre, donde familias enteras se han dedicado a subir a un ring para tratar de hacer leyenda de un nombre, un personaje o, en algunos casos, una marca.

Dentro del pancracio mexicano muchas son las familias que, de generación en generación, han hecho que se admire a uno u otro luchador sobre el encordado, siendo la del Santo la que más se reconozca a nivel mundial –desde mi punto de vista- no sólo por lo que ha representado la figura del Enmascarado de Plata en el ring, sino por las películas que el desaparecido Rodolfo Guzmán Huerta realizó en el primer gran auge de este deporte en México.

Actualmente, el Hijo del Santo ha sabido mantener con éxito la leyenda de su padre en más de 25 años de carrera, creando incluso todo un aparato de mercadotecnia con una marca registrada, que ha explotado al poner algunas cafeterías, en las que se venden productos oficiales con su imagen, pero además ha dado lustre a esta particular historia al realizar labores altruistas, especialmente con niños y jóvenes.

Del mismo modo, el Hijo del Santo sabe la responsabilidad que conlleva portar esta legendaria máscara, misma que si un día llegase a perder, prácticamente acabaría con su carrera y con un ícono histórico de la cultura popular mexicana y de la lucha libre en sí.

Hay que resaltar que en algo no ha podido igualar a su padre, ya que a pesar de haber estudiado la carrera de Ciencias de la Comunicación y de tener algunas apariciones en el séptimo arte y de haber colaborado para tener una mini serie de caricaturas, no le llega ni a los talones a su padre, quien apareció en más de medio centenar de películas.

Pero ahí no para la leyenda de plata, ya que hay una tercera generación en esta historia, que aunque se ha visto envuelta en la polémica por el hecho de no ser descendiente directo del Hijo del Santo, sino un sobrino de él, Axel no se ha podido presentar como El Nieto del Santo o algo relacionado, aunque si utiliza una máscara plateada, pero con la boca abierta y con vivos en color negro, debido a problemas con los derechos a portar el nombre del personaje, que pertenecen al Hijo del Santo y quien sostiene que el personaje sólo debe ser entregado de padres a hijos.

De esta forma, Axel, tiene una misión difícil para convencer a su tío de que tiene cualidades, entrega y profesionalismo suficientes para llevar el nombre del Santo, pues eso podría permitirle ser "reconocido" como nieto legítimo, aunque quizás, por problemas legales, que incluso han alejado a la familia, eso nunca pueda realizarse, por lo que el joven gladiador tendrá que abrirse su propio camino aún sabiendo el parentesco con el legendario Enmascarado de Plata.