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¿Quiénes son los culpables?

MÉXICO -- La eliminación de la sub-20 en el pre-mundial de Trinidad y Tobago caló hondo en el ánimo de los protagonistas del fútbol mexicano, tanto, que ha generado diversas opiniones, aunque hay dos persistentes: que no se puede ganar fuera de México y que Jesús Ramírez tiene responsabilidad en el asunto.

Como dice el dicho, después del niño ahogado se busca tapar el pozo. Ahora sí todo mundo esta buscando a quien echarle la culpa y en Chucho Ramírez quieren encontrar al chivo expiatorio.

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Después del lamentable papel del tricolor, Decio de María, secretario de la Femexfut, declaro que al técnico campeón del mundo en el 2005 no se le quiso retener a la fuerza al frente de las selecciones menores y que parte de esto es su culpa por haber abandonado tres semanas antes el barco tricolor para enrolarse con el América. ¿Será verdad que Ramírez es el responsable de toda la catástrofe en las juveniles? ¿Y también será responsable del fracaso de no calificar a los juegos olímpicos? ¿Y lo será también de que en los equipos de la liga los jóvenes sean relegados? Vaya, que si para encontrar culpables nomás falta alzar la mano. ¿Y acaso no es la misma dirigencia en la Federación Mexicana de Fútbol la que ha vivido estos fracasos?

Jesús Ramírez acepta su parte de responsabilidad, pero, durante el proceso que estuvo al frente de la sub-20, no entra en polémica y deja claro que le dolió la eliminación porque para esto no se trabajó. Acepta que estaba en todo su derecho de tomar una mejor oportunidad como lo hizo con el América.

Por otra parte, los jugadores y dirigentes de equipos exigen que se analice a fondo que fue lo que pasó para que se tomen cartas en el asunto. ¿Será hora de analizar la gestión de Justino Compean y compañía al frente de la Federación? ¿O quizá es tiempo de que se hagan a un lado? Decio de María ya dijo que no teme perder su puesto, pero seamos honestos, ¿qué se ha ganado a cambio de lo que se ha perdido en este periodo? Tres eliminaciones dolorosas para asistir a los pasados juegos olímpicos en Beijing y ahora México no tendrá representación en Egipto 2009, y qué decir de la sub-17.

El problema, me parece, viene de varios lados. Primero, se debería aceptar que México ya no es ningún "gigante" de la Concacaf, que los rivales de la zona han crecido acortando las distancias con el fútbol mexicano. Se necesita esa humildad para aceptar que en el deporte al que más se invierte y más apoyo recibe en el país ya no es el mejor de la zona. Sigue faltando trabajo, si el método ya no funciona se debería evolucionar. Mentalidad. Tristemente, sigue faltando ese pasito para tener la mentalidad ganadora. Creer más en los jóvenes y darles su lugar en la liga para que se fogueen, no demeritarlos. Trabajo en serio en las bases, sin un buen sustento todo se desmorona tarde o temprano.

Decio de María prometió un análisis exhaustivo, esperaremos que las conclusiones sean argumentos convincentes de los fracasos en las selecciones juveniles. Que definan si importan o no las fuerzas básicas. Es necesario cultivar para cosechar, y sin semilleros no habrá frutos, hay que invertir en los jóvenes si se quiere un futuro prometedor en la selección mayor. Señores no hay fórmulas mágicas ni atajos, el camino es trabajar por años si es necesario. Roma no se construyo en un día, y México tampoco será potencia de la noche a la mañana. ¿Culpables? Hay varios, ¿pero tendrán el valor para aceptar que los resultados no se están dando y hacerse a un lado...? ya veremos.