MIAMI -- Recién llegué a Miami para seguir esta primera semana del Sony Ericsson Open y, ni bien pisé el hotel en el downtown, me encontré con 'Pepo' Clavet, el entrenador de Carlos Moyá, quien desafortunadamente no tenía muy buenas noticas con respecto a la salud de su pupilo.
Es que Carlos, que está pasando por el momento más duro de su carrera a nivel físico (si bien ya está en el final de su trayectoria) estuvo alrededor de ocho meses parado durante 2009, por una lesión en un pie y tuvo que pasar por el quirófano, de donde no salió al ciento por ciento.
Después de mucho trabajo de rehabilitación y una buena pretemporada, comenzaba a competir en este 2010 con una plantilla que le habían diseñado especialmente para que no apoyara el dedo de su pie que le habían operado, y evitar así futuras lesiones en la zona intervenida.
Pero, desafortunadamente, esas plantillas que protegían la zona más débil de su pie, trajeron otras consecuencias y es que la semana pasada, en Indian Wells, el español consiguió ganar su partido de primera ronda pero ya en la segunda el dolor era demasiado fuerte.
En Miami, donde tenía un wild-card, tuvo que borrarse y le dio la noticia a la ATP. Es que las pruebas que se hizo en los últimos días y que iban a definir si un pequeño hueso de su pie (que no todas las personas tienen y que aparentemente no sirve para nada) estaba roto o no.
Las noticias no podían ser peores y el hueso está fracturado, así que ahora los estudios médicos deberán ser más profundos para determinar si necesita operarse o no.
Se quedará en Miami unos días más, pero sin duda que su regreso está siendo muy difícil y espero que entre las invitaciones que le den y su 'special ránking' pueda terminar este 2010 en las canchas y no en las salas de rehabilitación.
Así, Moyá podrá despedirse del tenis de la forma que se merece este campeón de Roland Garros y ex N° 1 del mundo, que tuvo, sin dudas, una de las mejores derechas del circuito durante la última década y que nos hizo disfrutar mucho a todos.