Kyle Hendricks
Dylan Buell/Getty ImagesKyle Hendricks tuvo una gran primavera en el 2016 y luego de eso tuvo una impresionante temporada regular (efectividad de 2.13 y 16 victorias).
La primavera pasada, Kyle Hendricks fue un Cachorro de Chicago que no recibió mucha atención.

Venía de una sólida primera temporada completa en las mayores, con 32 aperturas y efectividad de 3.95, y aunque fue señalado como el quinto abridor del equipo, esa posición no estaba garantizada. Los Cachorros habían adquirido a Adam Warren de los Yankees, y Trevor Cahill, Travis Wood y Clayton Richard estaban siendo considerados como posibles abridores.

Hendricks ha hablado sobre cómo pasó la temporada baja y las primeras semanas de los entrenamientos trabajando en cambiar el ángulo y la velocidad de sus pitcheos mientras se enfocaba en la secuencia de los lanzamientos. Hendricks trabajó tan bien como cualquier otro en la Liga del Cactus, liderando el béisbol con 30 ponches en 29 2/3 entradas en la primavera mientras otorgaba apenas cuatro boletos. Abrió la temporada como el quinto abridor del equipo, pero nadie esperaba lo que llegó luego: líder de efectividad en la liga con 2.13 y un tercer lugar en la votación del Cy Young.

Jean Segura no estuvo en el ojo de los noticieros tampoco en la pasada primavera. Los Diamondbacks de Arizona lo habáin adquirido de los Cerveceros, pero las expectativas eran mínimas a pesar de contar con 26 años. Viniendo de temporadas malas consecutivas, cambió su forma de pararse en los entrenamientos primaverales, bajando sus manos con la idea de que podría llegarle más rápido a la pelota. Bateó .469 con tres jonrones en la primavera y pasó a liderar la Liga Nacional con 203 hits y promedio de .319.

En el mismo complejo de Salt River Fields que los Rockies comparten con los Diamondbacks, Trevor Story estaba logrando voltear algunas cabezas. Con el cambio de la cara de la franquicia Troy Tulowitzki a los Azulejos, los Rockies necesitaban un torpedero, y Story capitalizó la oportunidad de quedarse con el puesto a pesar de tener una alta tasa de ponches en las menores que lo llevaron a salir de la lista de los 100 mejores prospectos. Story bateó .340 en la primavera con seis jonrones y slugging de .792 y entonces tuvo esa histórica primera semana al comenzar la temporada regular. Conectó 27 jonrones en 97 partidos antes de ser inactivado por una lesión de pulgar.

El calendario oficial de partidos primaverales arrancará el viernes con cinco partidos -cuatro en Florida y uno en Arizona - luego de algunos partidos preliminares entre escuadras de Grandes Ligas y equipos universitarios. Prestaremos algo de atención a los mismos, porque después de todo, habrán pizarrones y jugadas destacadas. Y tenemos que ver si Matt Kemp realmente ha perdido 30 libras, si Matt Harvey está saludable y con su recta intacta, y si Yoan Moncada se sigue ponchando con tanta frecuencia.

Pero la pregunta sigue latente: ¿Debemos prestar atención, más allá del espectáculo de un béisbol de exhibición con buen clima y venta de camisetas a $45?

Después de todo, pude haber dicho fácilmente que Maikel Franco lideró la primavera pasada con nueve jonrones, o que Michael Taylor bateó .453 con cinco jonrones, o que el lanzador de los Piratas Juan Nicasio lució tan impresionante que fue catalogado como otro exitoso proyecto de reclamación de los Piratas antes que comenzara la temporada regular.

Durante gran parte de la historia del béisbol, el entrenamiento primaveral sí importó de forma real - y no solo por el hecho de que los jugadores se ponían en condición luego de una temporada baja de fungir como granjeros, vender seguros, vender autos, o simplemente bebiendo y comiendo. Los jugadores podían ganarse sus puestos con una primavera fuerte.

Sin embargo, eso cambió cuando las oficinas centrales comenzaron a aprender a no reaccionar de forma anticipada a lo que ocurre en una muestra pequeña - especialmente en Arizona, donde la pelota sale brincando de esos estadios de la Liga del Cactus, y los jugadores regularmente logran estadísticas de bateo monstruosas con más o menos 50 apariciones en el plato. Los equipos usualmente entran a la primavera con sus rosters de 25 jugadores del Día Inaugural casi establecidos. Por supuesto, no puedes salir a decir eso. Uno tiene que por lo menos crear la ilusión de que jugar bien importa; uno no quiere ver a los jugadores holgazaneando en los entrenamientos pensando que tienen su puesto seguro. Uno tiene que decirle a los fanáticos que vienen desde Buffalo Grove y que pagan $60 por boleto para ver a Jon Jay y otros siete jugadores de liga menor que los partidos tienen algún significado.

De todos modos, el pensamiento convencional eventualmente cambió a: Las estadísticas de los juegos primaverales no importan.

Sin embargo, en el 2015 Dan Rosenheck, editor de The Economist, presentó un ensayo en la Conferencia de Analíticas de MIT Sloan argumentando que algunas de las estadísticas de la primavera sí importaban - al menos un poquito. Escribió que a pesar de la limitada cantidad de juegos y la calidad no probada de los rivales enfrentados, "el argumento de que los números de los entrenamientos primaverales son inútiles es equivocado. No solo un poco equivocado, no equivocado pero sujeto a discusión - sino equivocado de forma concluyente. Para estar seguros, los números tienen algo de ruido. Pero de todos modos contienen una señal".

La clave es saber cuáles estadísticas son las que hay que mirar. El estudio de Rosenheck demostró que los números periféricos como los boletos y la tasa de ponches se estabilizan mucho más rápido en los entrenamientos primaverales que las estadísticas más importantes como el promedio de bateo o la efectividad (esto también es cierto en la temporada regular) - y por lo tanto eran más predictivos de lo que sucederá en la temporada regular. Esto es especialmente cierto para los jugadores jóvenes. El poder aislado es otra estadística con algo de valor predictivo. Tomemos el ejemplo de Story. En Doble-A y Triple-A en 2015, tuvo una tasa de ponches a boletos de 2.76. En los entrenamientos primaverales mejoró a 2.17, con poder junto a esos números. Esa tasa no se sostuvo en las mayores (3.71), pero fue quizás una señal que estaba mejorando su forma de batea. De igual forma, los fuertes números periféricos de Hendricks en la primavera fueron una señal positiva en camino a la temporada regular. Mientras tanto, Franco tuvo 12 ponches contra apenas tres boletos. - el mismo enfoque demasiado agresivo que lo afectó una vez comenzaron los partidos que cuentan.

Esto no es para sobreestimar la importancia de las estadísticas de los entrenamientos primaverales. En su mayoría, no se debe reaccionar de más a buenas o malas actuaciones; el historial previo del jugador sigue siendo más importante. De todos modos, algunas veces nunca se sabe. En el 2010, cuando José Bautista tuvo su espectacular temporada de 54 jonrones para los Azulejos, él bateó .439 y tuvo slugging de .895 en la primavera - con apenas un ponche en 57 turnos. Además me recordó el haber visto a Félix Hernández comenzar tarde la primavera pasada, cuando tuvo problemas para llegar a las 90 mph en el radar. Yo estaba sentado junto a uno de los estadísticos de los Marineros en el palco de prensa y le pregunté si estaba preocupado. Y me dijo que no, que usualmente Hernández no luce bien en los entrenamientos primaverales.

Bueno, pues adivinen qué: Nunca pudo lucir bien tampoco en la temporada regular.

La conclusión: Sigue siendo béisbol, y eso es mejor que no tener béisbol. Pero de todos modos es béisbol de exhibición. Échenle un ojo a los jugadores que llegan a los entrenamientos en la mejor condición de su vida; échenle un ojo a los lanzadores que vienen de lesiones; disfruten ver a los chicos que vienen subiendo por el sistema de fincas. Y si alguien batea .400 con una gran cantidad de cuadrangulares - guarden su nombre en la parte trasera de su cerebro. Por si acaso.

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Así que el infierno se congeló y aquí estamos, en los terrenos del complejo de entrenamiento primaveral de los Cachorros en Mesa, Arizona, mientras los miembros de los campeones mundiales se estiran y juegan a las atrapadas mientras se preparan para la vida en la cima. Pensemos en esto por un segundo: Los campeones de la Serie Mundial Cachorros...

¿Cómo llegamos a este momento? ¿Recuerdan a Mike Montgomery lanzándole a Michael Martínez en el mejor juego en la historia de la Serie Mundial y con un total combinado de 176 años perdedores en la línea? Esa es una larga historia. Pero ustedes saben que ocurrió. Montgomery lanzó una curva de 76 mph, Martínez conectó un rodado suave hacia la tercera base, Kris Bryant corrió adelante con una sonrisa en su rostro que pasó desde el Lago Erie al Lago Michigan e hizo el tiro hacia Anthony Rizzo y sí, los Cachorros de Chicago fueron los ganadores de la Serie Mundial.

Un escritor lo catalogó como la mejor historia deportiva en los Estados Unidos. Sin duda, la narrativa que vimos en el otoño pasado fue un cuento para los libros de historia. Los ratings de television de la Serie Mundial se dispararon a los cielos y alcanzaron los mejores niveles en los últimos 25 años. Extraños se abrazaron. Cleveland lloró. Chicago tuvo un desfile de campeonato que hizo que la ciudad se paralizara como ocurre con una tienda Macy's dos días antes de la Navidad.

Sin embargo, este no es el final de la historia; aquí es donde comienza un nuevo capítulo.


¿Qué queda por jugar ahora que el 1908 simplemente podrá ser recordado como el año en el que Henry Ford produjo su primer Modelo T? ¿Ahora que la maldición de la cabra Billy ha sido rota?

Comencemos aquí, donde nos quedamos. Cuatro Juegos 7 de la Serie Mundial se han ido a entradas extras -- 1912, 1924, 1997 y 2016. Los Indios han perdido los últimos dos de esos, derrotas decepcionantes que rompen la fibra de tu ser y tus vasos capilares y que llevan a pesadillas como el error de Tony Fernández o el batazo de Ben Zobrist por la línea de tercera base, la versión de Cleveland de Leon Durham o Steve Bartman. Uno se queda tan cerca, entras a los entrenamientos primaverales y la temporada regular, y llegas al Juego 7 de la Serie Mundial a pesar de todas las lesiones en tu rotación y conectas un cuadrangular poco probable para empatar el juego en la octava entrada - y de todos modos te quedas corto por una carrera.

Quizás este sea finalmente el año de los Indios. La lista de los equipos que pierden una Serie Mundial y la ganan al año siguiente es bien corta. Solo ha ocurrido una vez en la era del comodín, cuando los Reales lo hicieron en el 2015. Los Indios vuelven con casi el mismo equipo que logró 94 victorias el año pasado. Ellos perdieron a su toletero y líder espiritual Mike Napoli. Pero lo reemplazaron con un bateador mucho más imponente en Edwin Encarnación. Ellos tendrán a Andrew Miller toda la temporada y esperan tener con salud a Michael Brantley, quien se perdió casi toda la temporada 2016, para servir de anclas de los jardines.

El contendiente al Cy Young Corey Kluber sigue ahí, viniendo de una corrida dominante en octubre - al menos hasta el Juego 7 - y a pesar de lo bueno que él es, la estrella de este equipo es ahora el brillante joven torpedero puertorriqueño Francisco Lindor. Ustedes saben que el ex torpedero de los Indios Omar Vizquel estará en la boleta del Salón de la Fama en el próximo invierno, y es un fuerte candidato a ser exaltado eventualmente. No queremos ofender a un gran jugador, pero Lindor es mejor - ya tiene en su poder un Guante de Oro a los 22 años, bateador de .300 en sus primeras dos temporadas en las mayores y un jugador sobresaliente en su primera postemporada. Es un equipo con talento y profundidad. Qué tal una victoria en el Juego 7 de la Serie Mundial... por supuesto en entradas extras.


O comencemos por aquí: Ocho franquicias nunca han ganado la Serie Mundial. Los Astros de Houston nacieron en 1962, con un nombre originalmente asociado a un arma, y luego se movieron a un estadio en el que intentaron hacer crecer césped natural bajo techo. Ellos cambiaron de nombre, de césped y eventualmente de estadio. Los viejos fanáticos de los Astros han sufrido las tortuosas derrotas de la franquicia como la de 1980 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, la aplastante derrota ante los Mets en 1986, las decepciones en playoffs de los equipos de Jeff Bagwell y Craig Biggio, la barrida en la Serie Mundial en 2005 y las tres temporadas consecutivas de 106 derrotas o más.

Yo pienso en mi amiga Anna, la mayor fanática de los Astros que conozco. Yo he visto a sus dos hijos en Facebook vestidos con mercancía de los Astros - uno de ellos disfrazado de José Altuve para el Día de las Brujas, porque por supuesto que lo hace, cuando tienes8 años y eres fanático del béisbol. Ella apoya a su equipo de forma tan ferviente como lo haría cualquier fanático de los Cachorros. Los Cachorros no tienen un monopolio de la costumbre de los fanáticos de heredar su amor por el béisbol de generación en generación.

Rayos, el estado de Texas ha visto más de 110 temporadas de béisbol de Grandes Ligas sin un campeonato de la Serie Mundial. Los Vigilantes se quedaron a un strike en el 2011, un elevado que estuvo a par de pulgadas de ser atrapado. Los Padres, Cerveceros, Marineros, Rockies, Nacionales y Rays tampoco han logrado títulos y todos comparten este dolor, pero quizás - solo quizás - este sea el año en que el Estado de la Estrella solitaria vea su primer desfile de campeones de la Serie Mundial.

Los Astros tienen un brillante nucleo joven en Altuve, Carlos Correa, George Springer y Alex Bregman, un cuarteto similar en habilidad al que tienen los Cachorros en Bryant, Rizzo, Addison Russell y Javier Báez. Amo a Correa como potencial candidato al JMV y a Bregman como candidato a dar el salto al estrellato. Ellos añadieron a Carlos Beltrán y Brian McCann para darle al roster una necesaria presencia de veteranos, además de guía.

Adrian Beltre and Carlos Correa
USA Today Sports, Getty ImagesAhora que los Cachorros lograron su ansiado título, quizás -- solo quizás -- el 2017 sea el año en el que el Estado de la Estrella Solitaria pueda tener su primer desfile de campeones de la Serie Mundial.
Los Vigilantes perdieron la Serie Mundial en el 2011, y el año antes de ese. Ellos han perdido en la primera ronda en las últimas dos postemporadas. Desde el 2010, solo los Cardenales y los Yankees han ganado más partidos. La ventana de competencia de los Vigilantes podría estar cerrándose. Adrián Beltré no puede jugar por siempre, al menos no al nivel que nos tiene acostumbrados. Yu Darvish será agente libre luego de esta temporada. Cole Hamels tiene más de 2,000 entradas de millaje en su brazo. Ellos llenaron su roster con varias apuestas de una temporada, incluyendo a Napoli.

Ellos tienen dos potenciales estrellas jóvenes en Rougned Odor y Nomar Mazara quienes necesitan mejorar. Ellos tienen un fuerte bullpen y una temporada completa de Jonathan Lucroy detrás del plato. Ellos han pasado siete temporadas al borde de la gloria. Quizás ha llegado su hora.


Los Nacionales son una franquicia con una historia complicada, que nació como los Expos de Montreal y que se mudaron a Washington en 2005. La ciudad fue hogar de dos versiones de los Senadores de Washington de 1901 a 1971 - la primera se convirtió en los Mellizos, y la segunda en los Vigilantes - pero su único campeonato llegó por allá por 1924.

Los Nacionales han perdido en la primera ronda de la postemporada tres veces en las últimas cinco temporadas, y su manager es Dusty Baker, que con 67 años es el manager más viejo en el deporte, y un dirigente con estrellas cruzadas que siempre parece cometer un error crucial en octubre. Ha llegado a la postemporada en ocho ocasiones; ningún otro manager ha llegado tantas veces a los playoffs y no ha ganado la Serie Mundial.

Dusty Baker
Alex Brandon/AP PhotoNingún manager ha llegado a la postemporada tantas veces como Dusty Baker -- quien lo ha hecho ocho veces -- y no ha podido ganar la Serie Mundial.
Piensen en la vida de béisbol de Baker. Cuando hizo su debut en Grandes Ligas, el manager rival era Harry Walker, miembro de los Cardenales de San Luis en 1947 cuando el equipo alegadamente amenazó con irse a la huelga en vez de jugar contra Jackie Robinson. Un compañero en su primer juego fue el padre de Terry Francona. Estaba en el círculo de espera cuando Hank Aaron conectó su HR 715 y jugó con Fernando Valenzuela durante ese mágico año de 1981 para los Dodgers, y manejó a Barry Bonds. Si logra ganar la Serie Mundial, es posible que sea electo al Salón de la Fama.

Los Nacionales tienen tantas estrellas como cualquier otro equipo en el béisbol, con el ganador del Cy Young Max Scherzer, el JMV del 2015 Bryce Harper, el que llegó en segundo puesto en la votación del JMV en el 2016 Daniel Murphy, el as potencial Stephen Strasburg y la superestrella en ciernes Trea Turner. Ellos adquirieron a Adam Eaton de los Medias Blancas, y las métricas avanzadas sugieren que él es uno de los mejores jugadores en el deporte.

Un jugador clave es el primera base Ryan Zimmerman. Ha estado con los Nacionales desde el 2005 pero ha pasado de ser una estrella a un jugador franquicia en decadencia con la espalda de un jugador de 70 años. Tiene algo que probar. Dusty tiene algo que probar. Incluso Harper, que viene de una mala temporada, al menos en comparación con su monstruosa temporada 2015, tiene algo que probar.

Sobre todo, ellos tienen que probarlo en octubre. Quizás el béisbol pueda unir la capital de nuestro país. (OK, quizás no, pero vale la pena el intento).


Quizás comience con el mejor jugador en el deporte. Mike Troutno solo es el Willie Mays o el Mickey Mantle de su generación; él es Mays o Mantle y lo está haciendo ante una competencia más dura. El calibre del atleta en el deporte de hoy, tanto en el montículo como en el terreno, es mejor que nunca, y Trout es el que más sobresale, con dos premios JMV y tres segundos lugares en sus primeras cinco temporadas. Ningún jugador de posición ha logrado más victorias sobre reemplazo hasta los 24 años; ya tiene 48.5, y los únicos otros por encima de 40 fueron Ty Cobb y Mantle. Alex Rodríguez and Ken Griffey Jr. se ubican cuarto y quinto en esa lista.

Obviamente esas estadísticas son impresionantes, y es emocionante contemplar lo que podría hacer a nivel individual. Nosotros sabemos lo que le falta a su résumé, y aunque todo el mundo está descartando a los Angelinos, no los desechen tan rápido ya que tienen al mejor jugador en el deporte. Ellos apostaorn todo a su defensiva, y si la rotación se mantiene saludable, los Angelinos podrían sorprender. Entonces quizás Trout pueda tener su momento en la Serie Mundial, cuando le esté dando la espalda al plato, corriendo a toda velocidad en un jardín sin fin lleno de césped verde para hacer una trapada que vivirá por siempre en el mundo de YouTube.


Piensen en el lanzador al otro lado de la ciudad, Clayton Kershaw, un hombre que claramente ha logrado alcanzar un pináculo de excelencia que pocos lanzadores han alcanzado. Pero aun así nos hacemos la siguiente pregunta, ya que él se ha perdido algo de tiempo de juego en dos de las pasadas tres temporadas: ¿Por cuánto tiempo él puede seguir siendo mucho mejor que todos los demás? Y ¿por qué él no puede dominar en la postemporada como lo hace en la temporada regular? Sus logros son tan prodigiosos que retrocedemos en angustia cuando se muestra como un mero mortal en octubre-efectividad de 4.55 en los playoffs - pero quizás eso solo signifique que su historia tiene pendiente a escribir su capítulo final, con la gloria del oro de la Serie Mundial en su camino, cuando la historia se convierte en mitología.

Los Dodgers han logrado cuatro banderines divisionales consecutivos. Pero tampoco han logrado pasar de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, y con la nómina más alta del deporte, cualquier cosa menos que un título de Serie Mundial es casi una decepción. Sin embargo, este equipo de los Dodgers luce más fuerte que los anteriores cuatro. Corey Seager es joven y fuerte y asombroso y podría pasar de tercero en la votación del JMV como novato al primer lugar como jugador de segundo año. Este joven chico Julio Urías ya lanza con la actitud y la confianza de un Todos Estrellas veterano, y está listo para su propia campaña de estrellato. Ellos tienen un cerrador élite en Kenley Jansen, el roster más profundo en las mayores, un buen manager en Dave Roberts y una oficina central y unos dueños listos para adquirir la pieza final en la fecha límite de traspasos directos.

Sobretodo, tienen a Kershaw. Quizás este sea el año en el que pueda lograr el último out de la temporada.

Por otra parte, tal vez ninguno de ellos pueda detener al equipo que está en la cima ahora mismo. Quizás el siguiente capítulo sea una continuación de lo ocurrido el 2 de noviembre de 2016: una dinastía de los Cachorros.

Theo Epstein no tiene como meta tener un equipo que solo ganó 100 partidos una vez. Él quiere ganar 100 juegos todas las temporadas. Todo lo que hemos visto y leído en esta temporada baja de los jugadores parece sugerir que ellos quieren esta carga de grandeza, que un campeonato no es suficiente para ellos.

Todos los jugadores importantes están de vuelta, excepto el jardinero central Dexter Fowler y el cerrador Aroldis Chapman. Bryant y Rizzo son dos de los mejores jugadores en el deporte; Russell acaba de cumplir 23 años, y Báez acaba de cumplir 24. Ellos tendrán a Kyle Schwarber para toda la temporada, y su actuación en la Serie Mundial simplemente podría ser un preludio de que él se convierta en una de las caras del béisbol. Esta es una alineación suficientemente joven para mantenerse unida por varios años más, una hazaña casi imposible en la era de la agencia libre. Así es como se logra construir una dinastía.

Quizás la rotación llegó a su máximo en el 2016. Fue saludable y dominante, pero esa tremenda defensiva detrás de ella no va a ir a ninguna parte; y Jon Lester, Jake Arrieta y Kyle Hendricks deben ser nuevamente un tremendo trío de abridores. Oh, y tienen el mejor manager en el deporte en Joe Maddon.

El último equipo en ganar campeonatos consecutivos fueron los Yankees de 1998 al 2000. El último equiopo en ganar más campeonatos que esos en fila fueron los Yankees de 1949 al 1953, con cinco Series Mundiales consecutivas. Quizás eso es que va a ocurrir proximamente - los Adorables Perdedores se convierten en el Imperio del Mal.

Me encantaría ver otra dinastía en el béisbol. Eso crea un nivel adicional de pasión, como irle en contra a los Patriots. Eso le da energía al deporte y fuerza a los otros equipos a apuntar más alto. Eso crea rivalidades, y las rivalidades crean fanáticos, y los fanáticos crean recuerdos.

Nosotros nos alimentamos de esos recuerdos. De aquí a algunos años, la historia va a leer: "Déjame contarte lo que ocurrió en esa temporada 2017..."

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How to Beat the Cubs
Ilustración ESPN
Sin importar lo que ocurra en esta temporada baja, los Cachorros de Chicago serán el equipo a vencer en el 2017. Ellos saldrán de favoritos en Las Vegas, los favoritos en las proyecciones de computadoras y los favoritos en todas las listas de predicciones pretemporada.

Por supuesto, ganar Series Mundiales de forma consecutiva es algo bien difícil de conseguir. ¡Por supuesto que debe ser difícil! No sería tan interesante si supiéramos que los Cachorros ya estuviesen planificando otro desfile de campeones con 5 millones de fanáticos alineados en las calles de Chicago y comprando artículos de los Cachorros. Aunque los Reales, Vigilantes y Filis llegaron a Series Mundiales consecutivas en la última década, el último equipo en ganar campeonatos consecutivos fueron los Yakees en 2000, cuando lograron su tercero en fila.

Así que, no quiero decepcionarlos, fanáticos de los Cachorros, pero probablemente no ganen de nuevo en el 2017. Yo me tiro al terreno. Pero ¿cuál equipo en el terreno puede vencer a los Cachorros? ¡Cada uno de ellos! He aquí cómo.

Bryce Harper
Geoff Burke/USA TODAY SportsBryce Harper solo conectó 24 cuadrangulares en 2016 luego de haber logrado 42 en 2015.
Nacionales de Washington: Yo no sé qué le ocurrió a Bryce Harper en 2016, aunque pienso que tuvo que batallar con algunas lesiones. ¿Recuerdan cuando conectó nueve jonrones en abril? Apenas logró 15 más en el resto de la temporada? Comoquiera los Nacionales se las arreglaron para ganar 95 partidos pese a que su OPS cayó casi 300 puntos. Así que imagínense con Harper a nivel de JMV conectando nueve jonrones cada mes, una temporada completa de su dinámico primer bate Trea Turner, un gran bate adicional en su alineación, Stephen Strasburg en la rotación en octubre en vez de la lista de lesionados y Dusty Baker no haciendo cosas al estilo de Dusty Baker en los playoffs.

Vigilantes de Texas: Ellos ya tienen lo que muchos contendientes andan buscando: una poderosa dupla 1-2 en la parte superior de su rotación en Cole Hamels y Yu Darvish, y un gran bullpen para la parte final de los partidos. Luego de dos eliminaciones consecutivas en Sereis Divisionales, veamos si la oficina central puede conseguir dar los toques finales, como firmar a Edwin Encarnacion y Rich Hill.

Indios de Cleveland: ¿Habría tenido un resultado diferente el Juego 7 de la Serie Mundial si Terry Francona le hubiese lanzado a Anthony Rizzo en vez de darle un boleto intencional? Así de cerca se quedaron los Indios de completar la sorpresa ante los Cachorros: Una decisión que pudo haber alterado el curso de la historia. Pero me estoy alejando del tema. ... OK, todo el mundo quiere seguir el plan de juego de Andrew Miller de los Indios, pero solo un equipo tiene el original, y el original no puede ser duplicado. Tener a Michael Brantley de vuelta, encontrar un reemplazo para Mike Napoli si no es firmado de vuelta y entonces mantener a Carlos Carrasco y Danny Salazar lejos de los drones de Trevor Bauer.

Medias Rojas de Boston: Puedo verlo ahora. Los Medias Rojas con problemas para mantenerse a duras penas varios juegos por encima de los .500 al llegar el receso del Juego de Estrellas, Mookie Betts anuncia que ahora quiere que lo llamen Markus Betts, Xander Bogaerts pelea con Yoan Moncada y David Price está fuera de juego por molestias en el codo. Un completo desorden. La solución: David Ortiz sale del retiro, y el resto, mis amigos, compone una gran historia. Si no les gusta el escenario del Big Papi, entonces está este: Andrew Benintendi, el próximo Todos Estrellas de los Medias Rojas.

Dodgers de Los Angeles: Asumiendo que firmen de vuelta a Justin Turner y Kenley Jansen y que logren adquirir un gran bate derecho -- ¿Qué tal Brian Dozier para jugar en la intermedia? - los Dodgers podrían ser una buena apuesta para ganar su quinto banderín consecutivo en el Oeste LN. Si hay una lección que los Dodgers deben llevar a la postemporada, es esta: dejen de usar a Clayton Kershaw con poco descanso. Entiendo que la rotación de los Dodgers estaba bien afectada al final de la temporada regular, pero parece claro que usarlo con poco descanso no ha sido beneficioso para él o para los Dodgers. En la temporada regular desde 2013, él ha permitido cinco carreras o más en seis ocasiones en 114 aperturas. En la postemporada, le ha ocurrido cuatro veces en sus últimas nueve aperturas.

Azulejos de Toronto: Ellos deberían tener la mejor rotación en la LA con Aaron Sánchez, J.A. Happ, Marco Estrada, Marcus Stroman y Francisco Liriano -- y pueden soñar con esto, incluso si el pitcheo no fuese el 90 por ciento del béisbol.

Orioles de Baltimore: Los Orioles fueron los máximos jonroneros en MLB en 2016 con 253 vuelacercas y el equipo del 2017 se perfila como que estará liderado nuevamente por la ofensiva. Pero la historia sigue siendo la misma en Baltimore - los Orioles necesitan más pitcheo. Zach Britton fue grandiosos al final de los partidos, pero más allá de Chris Tillman y Kevin Gausman, la rotación de abridores sigue siendo una gran interrogante.

Gigantes de San Francisco: En retrospectiva, es increíble lo cerca que los Cachorros estuvieron de no ganarlo todo:

1. Los Gigantes permitieron cuatro carreras en la novena entrada del Juego 4 de la SDLN para perderlo 6-5. Con Johnny Cueto pautado para el Juego 5, los Gigantes tenían buenas oportunidades de ganar la serie.

2. Los Dodgers estaban arriba dos juegos a uno en la SCLN con Kershaw pautado para el Juego 6.

3. Los Indios, con una rotación diezmada, casi los noquean en la Serie Mundial.

De todos modos, el punto aquí es que los Gigantes necesitan firmar un cerrador.

Matt Harvey
Stacy Revere/Getty ImagesMatt Harvey solo logró compilar marca de 4-10 y efectividad de 4.86 en 2016 antes de terminar su temporada temprano por lesión.
Mets de Nueva York: En su mejor forma, los Mets lucieron muy bien en 2016: 15-7 con un más-41 de diferencial de carreras en abril antes de comenzar a caer víctimas de las lesiones, y entonces jugaron para 18-11 en septiembre con un diferencial de carreras de más-45 cuando la ofensiva compensó una rotación llena de parchos. Si ellos no firman de vuelta a Yoenis Céspedes, ellos tendrán que encontrar la forma de reemplazar su ofensiva (si los Diamondbacks buscan la forma de hacer escándalo, qué tal A.J. Pollock para el jardín central), y los Mets perderán a su líder espiritual Bartolo Colón. Pero cualquier equipo con Noah Syndergaard, Jacob deGrom, Steven Matz, el hallazgo de final de temporada Robert Gsellman y un saludable Matt Harvey obviamente tiene la capacidad de llegar lejos en octubre.

Cardenales de San Luis: Los Cachorros ganaron 103 juegos, los Cardenales 86. Diecisiete victorias parecen muchas, pero no es difícil imaginarse a Kyle Hendricks, Jon Lester ayJake Arrieta lanzando un poco peor mientras algunos de los chicos de los Cardenales lanzan un poco mejor, y los Cachorros bajan nueve victorias, los Cardenales mejoran nueve victorias y los Cardenales ganan la división.

Marineros de Seattle: Si el cambio de Jean Segura sale bien, ellos tendrán una gran parte superior de la alineación con Segura, Seth Smith, Robinson Cano, Nelson Cruz y Kyle Seager. Edwin Díaz podría ser uno de los cerradores más dominantes en el juego. Félix Hernández ya no es un as dominante, pero James Paxton -- efectividad de 3.19 en sus últimas 11 aperturas con 71 ponches y nueve boletos - tiene potencial de estrella (aunque mantenerse saludable es otro asunto). Además, ¿no es hora ya que los dioses del béisbol le sonrían a los Marineros?

Tigres de Detroit: Denle la cuenta oficial del equipo en Twitter a Kate Upton y todo debería resolverse por sí solo. Además: no cambien a Justin Verlander, Miguel Cabrera, Ian Kinsler o algún jugador llamado Martínez, y manténganse en batalla un año más. Ustedes saben, de acuerdo con Forbes, el dueño Mike Ilitch tiene una fortuna valorada en cerca de $6 mil millones. Tiene 86 años, y hay reportes de problemas de salud. ¿Por qué no intentar ganarlo todo y gastar un poco más de dinero? ¿Realmente les importaría si las futuras generaciones de la familia Ilitch solo tengan $5.9 mil millones de dólares en vez de $6 mil millones?

Astros de Houston: Ellos ya consiguieron en cambio a Brian McCann y firmaron a Josh Reddick. Me gustaría verlos hacer una gran movida adicional, como conseguir en cambio a Chris Archer o Chris Sale para colocarlo junto al candidato a regresar Dallas Keuchel. Oh, y no se olviden de Carlos Correa como una de las selecciones de pretemporada para el JMV.

Yankees de Nueva York: Discúlpenme mientras sigo observando más videos de Gary Sánchez.

Reales de Kansas City: ¿Sabían que Drew Butera lideró el equipo en OPS? El nucleo de los campeones 2015 sigue aquí. Eric Hosmer, Alex Gordon, Mike Moustakas y Lorenzo Cain solo necesitan jugar mejor.

Marlins de Miami: Los rumores los sitúan mostrando interés en C.J. Wilson, Justin Masterson y Jon Niese. Qué bueno que Giancarlo Stanton va a conectar 97 jonrones.

Piratas de Pittsburgh: Esta podría ser la estadística más asombrosa del 2016: Jeff Locke lideró el equipo en entradas lanzadas con 127.1. Y Jeff Locke no fue bueno. Si ellos logran obtener 90 aperturas de Gerrit Cole, Jameson Taillon y Tyler Glasnow, este equipo podría volver a los playoffs. ¡Y en los playoffs cualquier cosa puede suceder!

Medias Blancas de Chicago: Bueno, mantener a Sale podría ser un buen sitio para comenzar.

Rockies de Colorado: Por primera vez en varios años, los Rockies pueden sonar con una rotación sólida con Jon Gray, Tyler Chatwood, Chad Bettis, Tyler Anderson y Jeff Hoffman, pero es la ofensiva la que podría impulsar a los Rockies a la postemporada por primera vez desde 2009. Ellos anotaron 845 carreras, su mayor cantidad desde la edición de 2007 que logró 860 carreras y que llegó a la Serie Mundial. Pero eso fue en una liga que promedió 4.71 carreras por juego; La LN de 2016 promedió 4.44. Ahora añadan temporadas completas de Trevor Story y David Dahl, y mejor producción en la primera base, y esta ofensiva puede anotar carreras con cualquier equipo en cualquier estadio.

Angelinos de Los Angeles: Me acabo de dar cuenta de esto: Las dos temporadas en las que Mike Trout ha ganado el premio de JMV han sido las dos campañas en las que remolcó 100 carreras. Las tres veces que terminó segundo impulsó 83, 97 y 90. Eso no tiene nada que ver con cómo los Angelinos pueden vencer a los Cachorros. Para que eso ocurra, estoy pensando que Garrett Richards tenga una temporada de 20 victorias, y Tyler Skaggs gane 15.

Cerveceros de Milwaukee: He aquí una estadística sorpresiva. Los Cerveceros se ubicaron segundos en la LN en efectividad en la segunda mitad. Ahora, eso es un poco engañoso, porque ellos permitieron muchas carreras inmerecidas, pero aquí hay algunos brazos interesantes, y Tyler Thornburg quiere el puesto de cerrador estelar luego de una gran temporada 2016. Orlando Arcia tiene potencial de estrella, Domingo Santana podría convertirse en el Jonathan Villar de este año, y Matt Garza y Wily Peralta podrían redescubrir algo de su pasado glorioso. Eso podría ocurrir.

Filis de Filadelfia: Al no tener a nadie firmado más allá del 2017, los Filis tienen tanta flexibilidad en su nómina como cualquier otro equipo en el deporte. Así que veamos: Firman a Encarnación y Céspedes, adquieren a Zack Greinke para darle a los Diamondbacks algo de alivio en su nómina y a los Filis un as en la rotación, añaden a J.P. Crawford a su alineación y lo observan brillar en el campocorto, y de repente tienen a Maikel Franco dando el gran salto al estrellato. ¡Hay que soñar en grande, mis amigos!

Atléticos de Oakland: Cuando yo era chico, soñaba con frecuencia que subía una gran colina de arena. En la parte superior había una caja de arena. Nunca pude llegar a la cima para jugar en la caja. Pero seguía intentándolo sin cesar.

Diamondbacks de Arizona: Greinke lanza como un contendiente al Cy Young, Taijuan Walker se convierte en el siguiente Jake Arrieta, Robbie Ray traslada su impresionante tasa de ponches a números de Todos Estrellas, Shelby Miller vuelve a su forma, Pollock se recupera de las lesiones, Paul Goldschmidt juega un poco mejor, Jake Lamb tiene dos buenas mitades, Yasmany Tomás sacude 40 jonrones, David Peralta repite sus números de 2015, Ketel Marte aprende a cómo conseguir un boleto gratis, Torey Lovullo luce bien en el puesto de manager y... pienso que me acabo de convencer a mí mismo que Arizona es el caballo negro de la contienda para el 2017.

Rays de Tampa Bay: Chris Archer, Jake Odorizzi, Blake Snell y Drew Smyly podrían conformar una rotación bastante buena. Y el pitcheo es el 90 por ciento del béisbol.

Padres de San Diego: Paso 1: No vuelvas a mezclar 58 jugadores nuevamente. Paso 2: Oren.

Bravos de Atlanta: Pienso que este equipo solo necesita un poco de liderato veterano. Ok, nos podemos reir de las firmas de Colón y R.A. Dickey, pero los Bravos jugaron para 31-25 en los dos meses finales de la temporada y su ofensiva se ubicó tercera en las mayores en carreras. ¿Es realmente tan buena esa ofensiva? En aras de lo que hablamos en esta pieza, sí lo es. De los 26 lanzadores en el roster de 40 jugadores, los Bravos esperan unir un equipo respetable, pero he aquí una gran movida que podrían hacer: Mover algo de su profundidad en las fincas para traer a Sale.

Rojos de Cincinnati: Al igual que los Bravos, los Rojos mejoraron mucho luego de su terrible inicio, jugando para 36-37 en la segunda mitad mientras superaban a sus contrarios por 16 careras. Joey Votto fue una gran parte de ellos luego de un pobre inicio (para él) en los primeros dos meses, pero el pitcheo joven lució mucho mejor. El trio en el bullpen de Jumbo Díaz, Raisel Iglesias y Michael Lorenzen tuvo efectividades individuales por debajo de los 3.00, y los abridores Brandon Finnegan, Dan Straily y Anthony DeSclafani se combinaron para efectividad de 3.27. Robert Stephenson y Cody Reed tienen potencial en sus brazos. Es sueño lejano, pero se han visto casos de desarrollo repentino de cuerpos de lanzadores exitosos.

Mellizos de Minnesota: Oigan, los Mellizos de 1991 pasaron del sótano a campeones de la Serie Mundial. Los Mellizos de 1986 fueron incluso peores que los Mellizos de 1990 y ganaron la Serie Mundial en 1987. Así que ahí los tienen - sus campeones de la Serie Mundial 2017: Mellizos sobre Cachorros en siete juegos en partido en el que el adquirido a mediados de temporada Ubaldo Jiménez lanza una blanqueada de tres hits en el partido decisivo.

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