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Kluber dominante ante nerviosos Cachorros

Parecía que los Cachorros de Chicago aprovecharían el poco descanso del derecho Corey Kluber para tratar de empatar la Serie Mundial.

En un abrir y cerrar de ojos le anotaron una carrera en el primer inning por doblete de Dexter Fowler y cañonazo remolcador de Anthony Rizzo, pero con la misma velocidad que atacaron los Cachorros, ripostaron los Indios de Cleveland, para tomar una ventaja que no perdieron nunca más durante el resto del partido.

Cleveland apaleó a Chicago 7-2 y se colocó a un triunfo de conseguir la corona del clásico de octubre por tercera vez en su historia y primera desde 1948.

Una vez más, Joe Maddon tomó decisiones polémicas, desde la misma confección de la alineación, al presentar en el jardín derecho al mediocre Jason Heyward, un día después que el cubano Jorge Soler había despertado de su mala racha y aportado dos de los únicos cuatro hits de los Cachorros en el juego que perdieron 1-0 el viernes.

Y aunque Heyward consiguió dos hits (uno de ellos regalado por el anotador, pues debió ser error del torpedero Francisco Lindor), ponerlo por delante de Soler parece responder más a razones económicas que a lógicas del juego, porque 184 millones no se le pagan a un hombre por estar en la banca, por malo que sea.

Pero vamos al principio del segundo episodio, cuando la tribu se rebeló y tomó la delantera ante John Lackey, abridor de los Cachorros.
El dominicano Carlos Santana, colocado esta vez como cuarto bate y primera base, le botó la pelota a Lackey para empatar el juego 1-1 y después de un out, Lonnie Chisenhall llegó a salvo a primera por error en tiro del antesalista Kris Bryant.

Chisenhall avanzó a segunda con rodado del boricua Roberto Pérez al cuadro y con dos outs y el octavo hombre en turno fue cuando Maddon sacó a relucir una de esas ideas que hacen a uno preguntarse si fue en Burundi o Pakistán donde aprendió lo que sabe de béisbol.

Tyler Naquin, bateador de .190 en la postemporada, octavo en la tanda, recibió pasaporte intencional para trabajar al pitcher Kluber, quien se apuntó infield hit por tercera con una rola lenta sobre la cual tiró mal a primera Bryant, para permitir que Chisenhall anotara la ventaja.

Lackey debió lanzarle a Naquin, en medio de un profundo slump, para buscar el tercer out. Eso le permitiría iniciar el siguiente episodio ante el noveno bateador, Kluber, débil con el madero.

Los Cachorros se dejaron robar la iniciativa y se mostraron temerosos, o al menos nerviosos, abrumados por la presión creciente.

El pelotero inteligente piensa la jugada antes de que ocurra. Con hombres en primera y segunda sin outs en la sexta entrada, el dominicano José Ramírez disparó una rola de alto bote al pitcher Mike Montgomery, quien quedó totalmente de frente a la antesala.

La jugada estaba cantada: out forzado en tercera. Sin embargo, Montgomery intentó buscar la doble matanza por segunda y aunque logró un out, el veloz Ramírez llegó quieto a primera.

¿Qué pasó entonces? El corredor que debió haber sido forzado en la antesala sólo necesitaba de un elevado a los jardines para anotar y Chisenhall se encargó de traerlo a la registradora, para ampliar la pizarra 4-1 para Cleveland.

Esos son los pequeños detalles que cuestan juegos, sobre todo si en el puente de mando de enfrente está Terry Francona.
Por cierto, hay que ver cómo le sale a Francona el uso de solamente tres abridores.

Kluber le respondió con una nueva apertura de lujo, pero hay que ver cómo se comporta Trevor Bauer, castigado en el juego dos.
De todos modos, con la ventaja de 3-1, como nunca antes desde 1948 los Indios han estado en mejor posición para ganar la corona, pues en 1954, 1995 y 1997 siempre estuvieron detrás en la serie.

En toda la historia de las Series Mundiales, sólo cinco equipos lograron reponerse de una desventaja de 1-3 y coronarse campeones.

Fueron, en 1925 los Piratas de Pittsburgh sobre los desaparecidos Senadores de Washington, en 1958, los Yankees de Nueva York sobre los entonces Bravos de Milwaukee, en 1968 los Tigres de Detroit sobre los Cardenales de San Luis, en 1979 los Piratas sobre los Orioles de Baltimore y en 1985, los Reales de Kansas City sobre San Luis.

Estos Cachorros no parecen en condiciones de sumarse a ese grupo exclusivo.
No, con Joe Maddon al frente.