<
>

Mayweather vs. McGregor: No espere calidad, solo un espectáculo

Usted no compraría un boleto para el circo esperando a ver una obra de Shakespeare. ¿Verdad que no? Y apuesto a que usted no iría a un establecimiento de comida rápida esperando ordenar el mejor filet mignon tampoco.

Así que si usted está inclinado a gastar $100 para ver el pago-por-ver de Showtime de la cartelera del próximo 26 de agosto cuya pelea estelar será la de Floyd Mayweather, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, saliendo del retiro para medirse a la superestrella de la UFC, Connor McGregor -- quien jamás en su vida ha visto un combate de boxeo ni aficionado, ni profesional -- pues, adelante. Pero, por favor, maneje sus expectativas de la misma manera que lo har[ia en el circo en la ventanilla del servicios automotríz.

Si usted está interesado en la pelea, me alegro. Que se la disfrute. Haga una fiesta. Sueñe sobre la probabilidad de 1 a 1,000,000 de que McGregor logre la sorpresa más grade en la historia del deporte -- hasta ahora. Pero lo más probable que ocurra, Mayweather va a abochornar a McGregor en una exhibición de un solo lado.

Seguramente que yo no espero una pelea muy seria, pero dado lo bueno que son Mayweather y McGregor en hablar mal del uno al otro, y habiendo visto las extraordinarias cosas que han hecho, todos esperamos una divertida promoción, al menos hasta el punto de la primera campana. Pero lo entiendo. Todo el asunto es interesante, de la misma manera que es interesante cuando uno mira un accidente desde la ventana de su auto. Todos parameos para mirar.

Y millones pagarán y pararán para darle una mirada el 26 de agosto mientras le llenamos los bolsillos a Mayweather y McGregor con millones. Ambos podrán salir de esto con cheques de nueve cifras cuando todo esté contado, y bueno para ellos, especialmente para Mayweather, quien se ganará el dinero más fácil de su carrera en lo que probablemente será su última pelea (de verdad, esta vez) mientras llega al 50-0. Esa es una marca bastante dulce para irse, no importa cuan llano sea ese 50mo triunfo.

Admito que jamás pensé que la pelea se daría. Habían demasiados obstáculos, yo pensé. Pero los obstáculos, como yo debí haber pensado, tienen una tendencia de esclarecerse cuando hay una enorme montaña de dinero al otro lado del obstáculo.

En meses recientes yo si cambié de pensar y pensé que este espectáculo finalmente se daría. Ahora estoy anticipando cubrirla porque me gusta cobrir los grandes eventos, y no hay duda que esto es un gran evento, aún si la pelea como tal está destinada a ser mala. Pero mi expectativa para la pelea es tan baja que lo que pase no importa, yo no estaré decepcionado.

Hay personas que han sugerido que apoye un boicot del evento, a lo que yo digo; ¿Estás loco? Yo no haría un boicot. Yo estoy empacando mis maletas para Las Vegas para ser testigo del bendito evento en persona en el T-Mobile Arena.

(Como un aparte, yo no pienso que la Comisión Atlética del Estado de Nevada, que sermonea sobre su trabajo de proteger la salud y seguridad de los peleadores, debe sancionar la pelea. Estamos habalando de Mayweather, el mejor peleador de su generación y quizás uno de los mejores en la historia, peleando contra un tipo que nunca ha estado en un combate de boxeo. Si esto fuera Mayweather contra Johnny Williams en su debut como profesional, jamás se hubiera sancionado. Pero claro, los comisionados, que son nombramientos políticos, se reportan al gobernador de Nevada, y su trabaja es proteger el interés económico del estado, y la pelea traerá millones y millones en impacto económico para Las Vegas).

Así que mientras la comisión sanciona la pelea menos nivelada de todos los tiempos, yo felizmente la veré, y, si usted está leyendo esto, probablemente lo haga también.

Al final de cuentras, el espectáculo no tendrá un impacto a largo plazo ni en el boxeo ni en la MMA, no importa quien gane o por cuanto o cuan buena sea la pelea. Estará aquí hoy y olvidada mañana. Será como la tormenta que viene y luego todo está en silencio momentos después. Para el final de agosto, Mayweather-McGregor estarás olvidada y relegada como una nota al calce en la historia del boxeo.

Pero mientras usted está preparado para soltar el efectivo que trabajó tanto para ganarse para ver una trampa por su dinero, piense en Mayweather-Manny Pacquiao, la megapelea en el 2015 que el mundo esperó por cinco años.

Esa pelea juntaba a los dos mejores peleadores libra por libra en el boxeo. Era para unificar títulos welter y era para coronar el boxeador número 1 de la era. Encima de eso, tenían estilos que contrastaban y todos esperábamos al menos una buena pelea.

Había mucho sobre la mesa y más grandes expectativas y teníamos todo derecho de tenerlas. Y entonces la pelea fue una porquería tan grandes, que millones fanáticos estaban molestos y decepcionados.

Los peleadores se merecen la culpa por eso. Está sobre ellos el haber hecho esa show en algo que más una transacción de negocios que una pelea titular. Aquellos que compraron la pelea (al son de 4.6 millones de compras pago-por-ver) y aquellos que pagaron dinero grande por las taquillias (al son de $72,198,500) no tienen la culpa.

Ahora miremos Mayweather-McGregor. ¿Recuerdan lo que les dije sobre las expectativas? Le estoy diciendo con tiempo de antelación que atemperen sus expectativas. Contrario a MayPac, usted no tiene derecho de esperar una buena pelea entre Mayweather y McGregor. Ninguna.

Así que, bienvenido a gastar sus $100 o más (y mucho más por una taquilla), pero cuando la pelea no llegue ni cerca a la promoción y convierta Mayweather-Pacquiao en Ali-Frazier, usted solo podrá culparse a usted mismo. No los peleadores. Será su culpa por creer que usted recibirá algo que vale su dinero.

Usted va haber recibido exactamente lo que se merece por tener expexctativas bobas de una pelea que yo pienso que jamás debió haber sido sancionada.