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La Novena: De campeones mundiales de mentirita, Ohtani en su salsa y el ruido de un KO

El recién estrenado triple campeón mundial de atletismo, el velocista Noah Lyles desató la polémica sobre qué es ser un verdadero campeón del mundo. El tema toca de cerca al béisbol de grandes ligas.


1. NO ME CONDENES porque me monte en la ola de la última polémica deportiva en Estados Unidos, la cual involucra al atletismo y la NBA, pero que perfectamente puede trasladarse al mundillo del béisbol de las Mayores. La controversia comenzó cuando el velocista estadounidense Noah Lyles, ganador de los 100, 200 y 4x100 metros en el mundial de Budapest, Bulgaria, declaró que "sabes, lo que más me duele es que tengo que ver las finales de la NBA y tienen a un 'campeón del mundo' en la cabeza. ¿Campeón del Mundo de qué? ¿De los Estados Unidos?" Como era de esperarse, en Estados Unidos le pegaron con todo a Lyles, el hombre que devolvió a los velocistas estadounidenses a lo más alto del podio internacionalmente después que un jamaicano, de nombre Usain Bolt, se encargó por sí solo casi de borrarlos de una competición donde históricamente dominaban con mano de hierro. En el "otro mundo", ese fuera de las fronteras de la Unión, no fueron pocos los que respaldaron la opinión del casi hereje. Y vayamos por partes, ciertamente en la NBA y la MLB -para ya traerlo al feudo beisbolero--, se considera a los ganadores como los campeones mundiales, algo incoherente porque los jugadores, no importa la nacionalidad que tengan, representan equipos de ciudades norteamericanas. De hecho, y solo a modo de incidental, en la NBA cada vez dominan más jugadores internacionales (Giannis, Jokic, Embiid, Doncic), en representación de, y aquí les va, ciudades estadounidenses.

2. "LA YUMA" O "LA YUNAI" (como le decimos los cubanos a esta gran nación) no es el mundo. Ni siquiera se necesitan conocimientos básicos de geografía para saberlo (aunque este mundo está últimamente loco). En la NBA y la MLB no compiten selecciones nacionales y, por consiguiente, la nomenclatura de "campeones mundiales" no pasa de ser una hipérbole y si nos ponemos quisquillosos... un embuste. Nadie en su sano juicio debería cuestionar que estas dos ligas son las de mayor nivel en el mundo; y lo son por distancia en sus respectivos deportes. Eso no los exonera de los hechos, Estados Unidos es un país y más allá de sus límites geográficos... también hay vida. Te imaginas si cada una de las grandes ligas del fútbol europeo autoproclamara a sus ganadores como "Campeones Mundiales". Sería, como dicen mis hermanos boricuas, tremendo revolú. Vaya, algo así como el boxeo, que tiene cuatro campeones mundiales en una sola división. Quizás esa mentalidad egocentrista sea uno de los motivos por el cual en esta tierra no son pocos los que entienden por qué la Copa Mundial de fútbol de la FIFA es el evento más grande, rimbombante y multimillonario del mundo... de la mayoría de los otros.