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El futuro de los Raiders está en el aire y su dueño no tiene solución

Kirby Lee/USA TODAY Sports

DALLAS -- Los Raiders perdieron parte del juego, pero aún tienen esperanzas de remontar en el tiempo complementario.

Al menos así piensa el dueño de los aún Oakland Raiders, Mark Davis para quienes fue rechazada su petición de mudanza hacia Los Angeles, por inmensa mayoría de la votación de los dueños de equipos de la NFL, que se reúnen martes y miércoles en Houston.

La NFL aprobó la mudanza o el regreso inmediato de los Rams de St. Louis a Los Angeles; otorgó un año de plazo para que los Chargers sigan negociando estadio nuevo y su permanencia en el Condado de San Diego o que acepten la opción de unirse al proyecto de los Rams.

Y para los Raiders todo seguirá en suspenso al menos un año más, dependiendo de terceros en sus intentos de cambiarse (o regresar también) a Los Ángeles, una ciudad que ya fue suya y de la que por cierto salieron en 1994 casi por la puerta de atrás, en medio de un enfrentamiento con autoridades locales y aficionados, que consideraron en ese entonces una traición.

Para los Raiders la situación depende en su mayoría de la decisión de los Chargers y de la ciudad de Oakland, donde ni siquiera tienen ya contrato con el Coliseo, que ha sido su casa desde su nacimiento en 1960 hasta 1981, cuando decidieron irse a Los Angeles, y de 1995 a la fecha.

La NFL señaló que si los Chargers llegan a un acuerdo con San Diego y se quedan con estadio nuevo ahí, los Raiders tendrán una opción similar durante el 2017 para negociar casa en Oakland o Los Angeles.

"Si los Chargers no ejercen la opción, los Raiders tendrán esa opción", indicó el comisionado de la NFL, Roger Goodell en un comunicado en referencia a la posibilidad de mudarse a Los Angeles.

Por lo pronto, los Raiders tendrán que comenzar a buscar su sede para la temporada 2016. Y no sería extraño que pensarán en abandonar el actual estadio, que además intenta presionar obligando a un contrato de renta a largo plazo.

Si el estadio Qualcomm de San Diego es inoperante, está descuidado y resulta ya obsoleto para ya no digamos para una liga como la NFL, simplemente hasta para jugar futbol americano colegial de primer nivel, el de los Raiders está peor aún en todos los aspectos, porque además aún se comparte con los Oakland Athletics de las Grandes Ligas.

"Este día no fue una victoria para los Raiders", dijo el propietario del equipo, Mark Davis, este martes. "Veremos dónde termina la Nación Raider. Vamos a trabajar fuerte para encontrar una casa".

En una liga como la NFL esta situación de falta de estadio para un equipo es impensable.

Pero más aún que el dueño de un equipo asegure que perdieron porque tendrán que permanecer en una ciudad que mal que bien ha sido su casa desde sus orígenes.

Y que a pesar de los muy malos años de la época reciente, ha estado ahí cada domingo para apoyarlo.

¿Dónde quedó la diplomacia del señor Davis? Quizá en el mismo lugar que sus opciones de cambiarse a Los Angeles... casi en el olvido.

Las opciones son pocas para los Raiders en el mediano y largo plazo.

La NFL ofreció ayudar con 100 millones de dólares a los Raiders para la construcción de un estadio. Pero falta mucho pero mucho más dinero, porque ni siquiera hay un proyecto ya real de ayuda de la ciudad (es) en el área de la Bahía.

Davis ha rechazado de manera reiterada que sus Raiders compartan el nuevo Levi's Stadium delos 49ers en el suburbio de Santa Clara.

Quizá llegó el momento que tendrán que contemplar otras opciones geográficas como San Antonio o incluso St. Louis, ahora que se quedaron sin los Rams.