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Josh Norman, voluntad de hierro y espíritu inquebrantable

Josh Norman tiene los merecimientos para ser considerado el Defensivo del Año de la NFL Getty Images

SAN FRANCISCO -- Un domingo cualquiera en 2007, Josh Norman volvió de sus clases de actuación en Myrtle Beach sólo para darse cuenta que había olvidado su llave.

Le tomó un par de segundos percatarse que su hermano Marrio y sus otros dos compañeros de habitación estaban de gira jugando un partido de visitante con la Universidad de Coastal Carolina.

Eso significó que el sofá que le tenían reservado en su “hogar temporal”, no estaría disponible esa noche; la alternativa fue dormir en su auto.

Josh Norman comenzó su carrera en el secundario de Greenwood jugando como profundo, hasta que su entrenador Shell Dula decidió moverlo a la posición de esquinero en su última temporada, y ese año terminaron ganando el campeonato estatal.

A pesar de ello, Norman sólo recibió una beca por parte de la Universidad de Georgia, aunque dependía de su resultado académico en una de sus pruebas; tristemente para él, no logró la nota indicada y los Bulldogs le quitaron su beca de la mesa.

Su hermano Marrio estaba jugando para Coastal Carolina, y Josh decidió pedirle un lugar en su sofá “hasta que encontrara su norte”.

Norman nunca dejó de entrenar. Todas las mañanas salía a correr, luego iba a sus clases de actuación y al final del día se le permitía ir a las prácticas de su hermano para seguir desarrollando la parte física.

Los entrenadores de los Chanticleers observaron el hambre de gloria de Norman y al año siguiente le permitieron entrar al equipo, aunque sin ser becado.

Norman fue titular en ocho juegos de su primera temporada, y rápidamente su impacto se hizo notar. A tal punto que al año siguiente le ofrecieron la beca que tanto había codiciado.

El hoy esquinero de los Panthers todavía se emociona al recordar esa época de su vida.

“Nadie nunca me dio nada”, sentenció Norman, visiblemente emocionado. “Tuve que pelear por todo lo que conseguí, y eso me hace disfrutar este momento tanto más”.

No es para menos, considerando que incluso luego de ser seleccionado en la quinta ronda del draft de 2012, las capacidades de Norman todavía estaban siendo cuestionadas debido a que venía de una “escuela pequeña”.

¿Cuán bueno ha sido Norman esta temporada?

El esquinero de Carolina limitó a DeAndre Hopkins, T.Y. Hilton, Mike Evans, Dez Bryant y Julio Jones a nueve recepciones combinadas para 89 yardas.

Esos números son sencillamente insólitos, y son una de las tantas razones por las cuales a mi juicio Norman debería ser nombrado el Jugador Defensivo del Año.

Muchos lo recuerdan por sus episodios poco profesionales cuando se midió en duelo personal ante Odell Beckham Jr. Y si bien es cierto que en ese partido no actuó necesariamente de la mejor manera, logró su cometido al sacar completamente del partido a uno de los más talentosos receptores abiertos de la liga.

Los propios compañeros de Carolina admiten que la parte mental es una de las principales fortalezas de Norman.

“Si yo fuera su rival, ni le querría hablar a Norman”, admitió Ted Ginn Jr. “Se te mete en la cabeza y no te deja concentrar”.

Quizás sea por su pasado como estudiante de drama, o quizás simplemente tiene un don para desequilibrar a sus rivales sin perder la propia concentración.

Pero igual reducir a Norman a ese partido ante los Giants sería tremendamente injusto, dado que prácticamente nadie ha tenido éxito ante él esta campaña.

Ni siquiera Michael Floyd, quien fue completamente anulado por Norman, pudo ser factor ante los Panthers, y su compañero de equipo Larry Fitzgerald tuvo una petición especial.

“Ojalá que alguien le pague el dinero que se merece”, expresó Fitzgerald. “Y de ser posible que se vaya de la NFC así no lo tenemos que volver a enfrentar”.

Es que Norman es agente libre y a veces el timing es igual o más importante que la propia habilidad. En otras palabras, no me quedan dudas de que si a Byron Maxwell le pagaron un promedio de 11.5 millones de dólares por año, a Norman le deberán pagar al menos 13 por temporada.

La pregunta del millón ahora es si los Panthers volverán a firmar a una pieza tan importante para ellos. Los Panthers son un equipo extrovertido liderados por Cam Newton, pero Norman no se queda atrás, y su estilo parece encajar a la perfección con la identidad del equipo.

“Soy un fan de la película Gladiador y, al igual que Maximus, quiero ser dominante y a la vez tener estilo”, explicó Norman. “Por ende, si te derroto, te lo haré saber. Y si te soy sincero, no le tengo miedo a nadie ni creo que nadie en esta liga me pueda detener”.

Lo que muchos catalogan como arrogancia, él lo tilda como confianza, y no pide disculpas por su forma de ser, sobre todo cuando constantemente hace que sus rivales muerdan el anzuelo para luego capitalizar cada una de las situaciones que se le presentan.

Han dudado de él toda su vida, y pasó de dormir en un sofá a estar en la cima de la liga, y a un triunfo de ser campeón.

“Me pueden llamar profeta si quieren”, concluyó Norman. “Pero nunca dudé que un día estaría aquí”.

Y esa voluntad de hierro y espíritu inquebrantable son las que lo trajeron hasta la cima del deporte.