Cuando Barack Obama llegó a la Oficina Oval en 2009, los New England Patriots ya eran una potencia de la NFL, sin embargo, durante su administración, los Patriots reforzó su etiqueta como el equipo más dominante.
En los ocho años de Obama en la Casa Blanca, los Patriots –que sólo ganaron un Super Bowl en ese lapso- fueron el equipo que ganó más juegos de temporada regular y se quedaron a un triunfo de llegar a 100.