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Despedidas dolorosas y felices de estadios en Playoffs

Dos ofensivas de alto octanaje dirigidas por eficientes y prolíficos quarterbacks que tendrán enfrente a dos inestables ofensivas.

El Juego de Campeonato de la NFC entre los Green Bay Packers y los Atlanta Falcons tiene los ingredientes necesarios para convertirse en un duelo dramático y eso significa un desenlace dramático para alguno de estos equipos.

Ese es el riesgo que enfrentan los Falcons, que juegan con la motivación extra de jugar su último partido en el Georgia Dome, el cual han llamado su hogar los últimos 24 años.

Si algo ha caracterizado los últimos años a Aaron Rodgers, quarterback de los Packers, es ser protagonista de finales de película de género dramático y en ellos, la suerte suele sonreír a Green Bay.

Si Rodgers sale con la idea de producir otro final al estilo Hollywood, ya veremos de qué lado está la suerte.

Por lo pronto, he aquí un recuento de las despedidas más dolorosas y felices que han tenido varios equipos al disputar su último juego en el estadio al que dejarían de llamar “su casa” después de ese encuentro.

Tampa Bay Buccaneers 27-10 Philadelphia Eagles
19 de enero, 2003
Estadio: Veterans Stadium (abierto en 1971)

Los Eagles, abajo por 10 puntos, iniciaron una serie 6:31 por jugar desde su yarda 18. Para empatar la pizarra necesitaban un touchdown y un gol de campo sin un orden particular, pero su embate llevaba muy buen ritmo.

Donovan McNabb llevó a los Eagles hasta la yarda 10 de los Buccaneers con cuatro minutos en el reloj y la afición en el Veterans Stadium, con la confianza de poder emparejar la pizarra, apoyaba con todo y mucho ruido a su equipo.

Sin embargo, en la siguiente jugada, McNabb buscó dar un golpe seco a la que era, en ese entonces, la mejor defensiva de la NFL y lanzó un pase al lado izquierdo del campo a Antonio Freeman.

Ronde Barber se interpuso en el vuelo del ovoide e interceptó el balón en la yarda 2. Lo único que Barber tuvo frente a sí eran 98 yardas de un campo verde que al final tenía la puerta de entrada al Super Bowl XXXVII.

Tan pronto Barber atrapó el balón, el Veterans Stadium enmudeció. Barber apretó el botón de “Mute” (Silenciar) y, aunque parezca cliché, en verdad era posible escuchar la caída de un alfiler al piso.

Así se cerró el capítulo de un estadio que le dio muchas satisfacciones a los Eagles, pero que, al final, enfrentaría un duro y rudo final.

Miami Dolphins 27-24 Kansas City Chiefs (2 T. Extra)
25 de diciembre, 1971
Estadio: Municipal Stadium (Chiefs lo ocuparon desde 1963)

Navidad es sinónimo de felicidad. No para los Chiefs hace 46 años.

El Municipal Stadium de Kansas City vio su último juego de futbol americano profesional en la Navidad de 1971 y el duelo resultó histórico, pues Dolhpins y Chiefs protagonizaron el que, hasta ahora, es el juego de NFL más largo de la historia y que constó de cinco cuartos y medio con duración de 88 minutos y 40 segundos.

Los Chiefs nunca estuvieron abajo en la pizarra, pero nunca lograron despegarse de los Dolphins, que empataron el marcador en tres ocasiones, la última en el cuarto periodo.

En el primer tiempo extra, el encuentro se volvió tenso con dos equipos que intentaron llevarse el triunfo a como diera lugar. Llegó un segundo tiempo extra y el cansancio era evidente en ambos bandos.

Sin embargo, los Dolphins lograron acercarse lo suficiente para intentar un gol de campo de 37 yardas que Garo Yepremian hizo bueno para darle el triunfo a Miami.

Así llegó a su fin el Municipal Stadium, con un duelo que marcó el fin de los Chiefs como contendientes –no volverían a los Playoffs en 14 años- y el inicio de un camino ascendente para los Dolphins.

Miami Dolphins 20-17 Seattle Seahawks
9 de enero, 2000
Estadio: Kingdome (abierto en 1976)

De nueva cuenta, los Dolphins. Y de nueva cuenta, en un duelo en el que dieron el golpe letal al final.

Los Seahawks estuvieron al frente durante todo el encuentro, pero nunca pudieron despegarse de Miami, que logró empatar el marcador 10-10 en el segundo cuarto.

Seattle se fue arriba 17-10 en el tercer cuarto y Miami se acercó en ese periodo con un gol de campo. En el último periodo, la defensiva de los Dolphins dominó al ataque de los Seahawks y así abrió el camino para que Dan Marino y compañía anotaran el touchdown que los haría avanzar en Playoffs y que inundó de tristeza al Kingdome con las lágrimas de sus aficionados.

New York Jets 10-23 Denver Broncos
17 de enero, 1999
Estadio: Mile High Stadium (Broncos lo ocuparon desde 1960)

No todas las despedidas de casa en Playoffs han sido dolorosas para los inquilinos.

La temporada de 1998 fue importante para los Broncos, pues sería la última para dos íconos de su historia, el quarterback John Elway y el Mile High Stadium.

Elway se despidió del estadio que lo vio nacer y convertirse en una leyenda en la NFL con una actuación típica. Luego de que los Jets se fueron arriba 10-0 en el tercer cuarto, los Broncos explotaron con 20 puntos sin respuesta en ese mismo periodo para enfilarse a ganar el título de la AFC y, eventualmente, el Super Bowl XXXIII.

Oakland Raiders 13- 16 New England Patriots
19 de enero, 2002
Estadio: Foxborough Stadium (abrió en 1971)

Este duelo de la Ronda Divisional de los Payoffs de la temporada 2001 no tiene medias tintas. Es recordado como uno de los más espectaculares en la historia de la NFL, particularmente por los aficionados de los Patriots, o como uno de los capítulos más oscuros.

¿La razón? La decisión de los oficiales de marcar como pase incompleto un aparente balón suelto de Tom Brady provocado por Charles Woodson cuando golpeó el brazo derecho del pasador de los Patriots que sostenía el ovoide con 1:50 por jugar en tiempo regular.

Los Raiders habían recuperado el balón suelto y de haberse mantenido la decisión, el triunfo hubiera sido para ellos ý así hubieran puesto fin a la historia del Foxborugh Stadium.

Tras la polémica acción, Brady guió a los Patriots a forzar al tiempo extra con un gol de campo de 45 yardas con 28 segundos en el reloj de Adam Vinatieri, quien en el tiempo extra conectó otro de 23 yardas para darle el triunfo a Bill Belichick.

Y como suelen decir en estos casos: el resto es historia.